Lejos de lo que regularmente se piensa, en muchos círculos, que parte de la idea que para salir de la crisis en la cual nos encontramos se necesita fundamentalmente del modelo económico, la verdad verdadera es que la salida a la crisis pasa por la EDUCACIÓN. Seguramente nos tildarán de idealistas, pero la realidad es que a pesar de todas las propuestas que se han ensayado o se han propuesto, no perece que alguna de ellas tenga suficiente sustentabilidad. Esto ocurre porque centran, o plantean mal el problema. No es una cuestión del modelo económico, o al menos eso no es lo fundamental. Es un problema de educación.
En mi modesta opinión la crisis venezolana es fundamentalmente una CRISIS MORAL. Cuando se dice que el bloqueo es el responsable de la crisis, es una verdad a medias. No cabe duda que el bloqueo por parte de los gobiernos demócratas y republicano: Obama, Trump y ahora Biden vienen afectando dramáticamente la vida de la inmensa mayoría del pueblo venezolano; dejando intacto, las riquezas a los que supuestamente van dirigidas las sanciones; es más me atrevo a decir que se han enriquecido más todavía.
La otra media verdad de esta ecuación inconclusa es que el mal gobierno de Nico con su TAPABOCA EN LA PANTORRILLA, antes del bloqueo tuvo la oportunidad de realizar correctivos a su desastrosa política económica y no lo hizo. No solamente no lo hizo sino que profundizó una corrupción que penetra todo el cuerpo social del gobierno desde las cúpulas militares, policiales y civiles hasta las más pequeñas estructuras o bases militares, policiales y civiles. La metástasis de la corrupción permea todo el imaginario político del poder hoy en Venezuela. La diferenciación de las cúpulas con los niveles intermedios y bases es sólo un tema de gradación. Mientras más encumbrado se esté en esta red perversa mayores serán los beneficios. Generales, Jefes policiales, Ministros, Gobernadores, alcaldes gozan de la tajada mayor; los demás miembros de esta perversa cadena de corrupción le tocan las sobras y los desperdicios.
Cuando sectores de la oposición, le endilgan totalmente la responsabilidad de la situación de Venezuela, y su estela de archipiélago migratorio jamás visto en la historia de Venezuela al mal gobierno de NICO, DIOSDADO, PADRINO LÓPEZ están diciendo una media verdad. En una especie de ALZHÉIMER SELECTIVO a la oposición venezolana se le olvida que han tenido varias oportunidades de voltear la tortilla pero han preferido los atajos irresponsables y por ello tiene tanta responsabilidad en este desastre que la que endilgan a sus supuestos enemigos. Digo supuestos enemigos porque estas dos visiones erróneas del país se necesitan para poder existir; es por ello que aúpan una falsa polarización que los favorece. Esta ecuación que plantea la oposición está incompleta. Para completarla hay que señalar que gran parte de esa cúpula opositora también ha incurrido en actos de corrupción; unos dólares, que se les asignaron por factores que financian el derrocamiento de este mal gobierno, y otros por la vía fraudulenta de los dineros del estado venezolano, también fueron a para a sus bolsillos y el de sus familiares.
Como vemos estas dos posturas que se asumen supuestamente en dos campos ideológicos distintos y en dos campos económicos contrarios; en realidad, forman parte de un mismo bloque de poder que desde el punto de vista ético está raspado. Dicen una cosa en el discurso, pero en el ejercicio de la política hacen todo lo contrario.
Pero la crisis venezolana no sólo es responsabilidad de estas dos cúpulas podridas. Aguas abajo la ciudadanía, entendida como todo habitante que vive en Venezuela en este caso, que va desde el más humilde campesino hasta el más encumbrado empresario, también nos toca nuestra cuota de responsabilidad en este desastre. Sí, si señorxs, también de alguna manera u otra nos convertimos en cómplices de esto bien sea por la vía de acción o por omisión. Posiblemente no tengamos el mismo peso de responsabilidad ante este caos, pero es un tema de gradación no de sustancia.
Vamos a colocar un ejemplo, pudiera dar otros pero saturaría la idea que quiero expresar, para facilitar lo que queremos afirmar. Nadie niega que el tema de la gasolina entre otras arista tiene como sustrato el tema de la corrupción. El tema es que la corrupción suele achacársela a los funcionarios vinculados al gobierno o a las gasolineras: militares, militares, policías, bomberos de las gasolineras, miembros del gobierno. Peor esa también es una media verdad. Si el/la ciudadanx, se trate de un profesional o de un propietario de una empresa, no se prestara a pagar por la gasolina más precio del que realmente cuesta, sencillamente esos funcionario se les acabaría el negocio.
Por eso decimos que es un tema de educación no de economía o de política. La educación ya sabemos que va más allá de la escolaridad. Un profesional pasó por un largo proceso de escolaridad; pero hay personas, por ejemplo, un campesino que tienen una finca y escasamente saben leer y escribir. De manera que el hecho de que se presten un acto de corrupción nada tiene que ver con el NIVEL ACADÉMICO que se tenga. Se trata de educación.
Es la educación la que está en crisis en la sociedad venezolana. La educación en la actualidad, que no siempre fue así, descansa en varias instituciones: LA FAMILIA, LA RELIGIÓN, EL ESTADO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL, QUE INCLUYEN LAS REDES SOCIALES. Todas estas instituciones u organizaciones están de capa caída. Cada una de ellas tiene sendas goteras, paro cada una de igual modo, ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en sus propios ojos.
Salir de esa ignominiosa crisis pasa necesariamente por una REINSTITUCIONALIZACIÓN de todas estas estructuras. Si se logra armonizar su dinámica, la salida de la crisis podrá hacerse más expedita. No se trata entonces de ese planteamiento espurio entre si es CAPITALISMO O SI ES SOCIALISMO; de lo que se trata es de un tema EDUCATIVO. Mientras no se predique con el ejemplo no habrá cuerpo social que salga de este atolladero. Pero somos un pueblo que hace culto a la VIVEZA CRIOLLA, y preferimos echarles la culpa siempre a otros, aunque en el fondo cultivamos los mismos vicios que criticamos. Es una empresa de largo aliento la que hay que empezar a construir; no será fácil, no es la más rápida; sin embargo, es la que puede perdurar en el tiempo y la que garantiza que esta VENEZUELA DE LA MALA VIDA DE PASO A LA VENEZUELA DEL VIVIR BIEN.