Nuevamente sectores contrarios al Gobierno Nacional pretenden deslegitimar cualquier acción que éste promueva siempre de manera despectiva y en búsqueda de polarizar el país, más en el caso de la educación, en donde la consigna “con mis hijos no te metas”, hay que reconocer que han sabido manipular a una parte de la población, insuficiente en términos cuantitativos, pero con todo el respaldo mediático y de organización
Para colmo el debate sobre el Proyecto de Ley Orgánica de Educación (PLOE) ha colocado al propio Ministro de Educación junto con los Directores de las Zonas Educativas, la comisión de educación de la Asamblea Nacional y politiqueros (sí “politiqueros”) del PSUV a tratar desmentir sin argumentación epistemológica, filosófica y pragmática los beneficios de este “proyecto”, en el cual, supuestamente estaríamos en presencia de un nuevo marco legal que acabaría con los desmanes de la actual educación, especialmente en los “liceos” y escuelas “robinsonianas” y “zamoranas”. Desmanes que nada tienen que ver con el inmenso esfuerzo que hace el Gobierno Nacional por rehabilitar la infraestructura educativa, dotar de equipos y computadoras a las instituciones educativas y garantizarles la alimentación escolar a casi el 100% de nuestra población escolar durante las jornadas en que deberían recibir clases de manera efectiva.
Lo irónico es que el PLOE tal y como está redactado sólo beneficia precisamente a las oligarquías, mafias sindicalistas y reposeros de la educación, quienes en su afán desestabilizador ni siquiera han comprendido que este proyecto no es más que un cambio “cosmético” que para nada altera la situación actual de la educación pública en el país. En tal sentido, si bien es cierto, el Estado Docente precisa la rectoría de la educación, este PLOE, deja intacto el actual calendario escolar (sigue adaptado al estilo norteamericano y europeo), y aunque digan que eso va en el reglamento, los horarios son parte de la estructura orgánica de una ley. Asimismo, se ignoran las funciones y competencias académicas del personal directivo y docente; y para colmo, lo más grave es que un Estado garante de los Derechos Humanos como éste, ignora las Defensorías Educativas al negarle el rango orgánico que se merecen, máxime cuando esta ha sido la única instancia que quedó con fuerza en los planteles ante la vulneración del Derecho a la Educación (recordemos el paro golpista 2002-2003), y en virtud de la improcedente reforma de la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna), la cual eliminó los Consejos Estadales de Derechos.
Del mismo modo, es ignominioso darle un carácter de ”responsabilidad social” a los medios de comunicación (artículo 8, PLOE), cuando la propia Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes desde su promulgación por el extinto Congreso Nacional (1998), posterior entrada en vigencia (1-4-2000) y reforma (10-12-2007), ha permanecido incólume en su estructura sobre la Educación Crítica de Medios (artículo 69), lo cual obliga a instaurar esta asignatura como obligatoria en el currículo, situación que jamás ha podido lograrse; así como la obligación que tienen las emisoras de radio y televisión en la difusión de un mínimo de tres horas diarias, dentro de las cuales una hora debe corresponder con programaciones nacionales de la más alta calidad; verbigracia, muchas emisoras y televisoras hace tiempo deberían haber sido sancionadas y hasta rescindidas sus concesiones por este desacato.
Quienes han redactado parte de este instrumento, son los mismos, quienes por cierto, otorgaron en Nueva Esparta la condecoración “Mérito al Trabajo” en su primera clase a un individuo con 54 horas docentes (desde tiempos de la cuarta república), quien jamás ha visitado un plantel y cobra sin trabajar; y que pretenden seguir utilizando la educación como plataforma para seguir cometiendo las fechorías y afianzar el currículo capitalista en nuestras escuelas.
Este proyecto de ley como ha sido redactado en su estructura fundamental se convertirá en un instrumento ineficaz para la construcción y formación de un(a) nuevo(a) republicano(a). Es la continuación de la extemporánea y caduca ley de 1980. Seguiremos comentando el tema.
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