Del Anecdotario Pedagógico Universal y Mercantil

La cultura alemana y su influencia en el mundo es por demás significativamente encomiable. Músicos, poetas, científicos de elevado innovacionismo, de sobrada connotoriedad financiera y política, y semillero de muchas culturas que la combinatoria genética deriva entre cosmopolitas viajeros migrantes de allá y de acá y quienes nos han dejado un mundo donde la presencia germana sigue cobrando muchos frutos internacionalmente bien compartidos.

Por ejemplo, Los Menonitas paraguayos realizan desde hace ¾ de siglo aprox. una encomiable labor cultural y económica para el rescate del hasta ayer inhóspito Chaco de ese sureño país.

Los alemanes de la incipiente Colonia Española venezolana tomaron para sí la encomienda política de colonizadores. Buena parte del acervo naturalista mundial corrió a cargo del renombrado investigador e historiador Alejandro Humboldt. Los hallazgos más significativos sobre energía atómica son alemanes aunque sus peores aplicaciones bélicas corrieron a cargo de anglosajones y norteamericanos.

Como suele decirse en cristiano, “de todo hay en la villa del Señor”, y ha sido así como conocemos de tristes casos: el famoso Holocausto nazi cuya versión más popular pertenece a la eficaz y goebeliana mediática de los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial.

Por ejemplo, en la Venezuela de mediados del siglo pasado el gobierno importó textos escolares debido a su carencia de imprentas, de editoriales y de educadores propios y proclives para tan importantes funciones pedagógicas. Digamos que nuestros educandos quedaron en manos de culturas extravenezolanas apoyadas en una supuesta universalidad de los conocimientos sobre la Naturaleza y las ciencias “exactas”.

Fue así cómo se colaron perlas pedagógicas como las que presentamos abajo, aunque en honor a la verdad deberíamos responsabilizar preferentemente a esa crónica indiferencia y popular indolencia patria que nos ha caracterizado en la persona de políticos, empresarios y gobernantes nuestros.

De “Wikipedia” tomamos el siguiente fragmento literario:

<Alemania, en 1839; falleció en Buenos Aires en 1893. " Llegado a Buenos Aires en 1862, abrió un pequeño taller de impresión en la calle Reconquista. Verdadero pionero, introdujo la primera máquina litográfica y, también, las primeras rotativas. Hacia 1880 su actividad como litógrafo se destacó en trabajos como Trofeos de la Reconquista de Buenos Aires en 1806 y los Atlas geográfico y Album militar de la República Argentina. Sus talleres publicaron la obra de autores como Bartolomé Mitre, Carlos Burmeister, Otto Krause, Lucio V. Mansilla, Adolfo Saldías, Eduardo Holmberg y Salvador María del Carril, entre muchos otros" (1).

En " La primera Feria del Libro Argentino (1943)" , José Luis Trenti Rocamora recuerda la incidencia que tuvo un descendiente del editor alemán en la organización de ese evento: " Se inauguró el jueves 1° de abril de 1943 y ocupó, en la Avenida 9 de Julio, el espacio comprendido entre Cangallo (hoy Presidente Perón) y Bartolomé Mitre. O sea al fondo de la Avenida, pues en ese tiempo concluía allí.

La idea fue de la Cámara Argentina del Libro, que presidía el benemérito Guillermo Kraft. Era gerente mi amigo Atilio García Mellid. Existió en sus organizadores un entusiasmo comunicativo. Los concurrentes conversaban llanamente con Kraft, Losada, Oriani y otros. Se promovió el amor al libro a partir de un cartel colocado en la entrada que sugería al comprador de un libro que evitase que se lo envolviesen: "Si usted adquiere un libro en la Feria, no permita que se lo envuelvan. Salga usted con él, orgulloso, porque debajo del brazo lleva algo precioso" " (2).

En " El libro en la escuela" , Pablo Medina recuerda a los editores inmigrantes:

" Sarmiento ejerció la presidencia de la nación entre los años 1868 y 1874 coincidentemente en este período se instalan en la Argentina los primeros editores. Pablo Emilio Coni, francés de origen, se instaló en Corrientes donde dirigió la imprenta oficial. Desde 1857 a 1864, se radica en Buenos Aires. Don Jacobo Peuser, emigrado alemán estableció su primera librería y editorial "Librería Nueva", en 1867. Proveniente de París, con una gran experiencia como editor llega el joven alemán Guillermo Kraft, ubicando su editorial en Buenos Aires en 1864" .

Se refiere a la labor de la Editorial Peuser a mediados del siglo XX: " Entre los años 1945 y 1955, durante el primer gobierno peronista, la instalación del libro recreativo y de entretenimiento e histórico en la cultura y educación de los niños es un acontecimiento único en la historia del libro escolar. Fue una tarea que se efectuó a través del Consejo Nacional de Educación, el Ministerio de Cultura y más tarde por la Fundación Eva Perón. Se crea la colección "Biblioteca Infantil General Perón", editada por editorial Peuser, en el año 1949. Está compuesto por doce títulos, entre otros: "Cuentos heroicos argentinos", "El niño en la Historia Argentina", "Cuentos del 17 de Octubre", "Historia de los Gobiernos Argentinos", "Una mujer argentina: Doña María Eva Duarte de Perón" y otros títulos (3).>>¡’`

En esa sucinta exégesis se omite una referencia pedagógica de ese editor, relativa a la serie “Enciclopedia Escolar” para Tercero y Cuarto Grados. Mi libro Cuarto, de Santiago Schnell, años 50, Buenos Aires.

En este libro se insertó la siguiente lección:

“EL PEÓN Y EL MECANÓGRAFO”, cuyo texto integro paso transcribirles:


Semejantes lecciones fueron la fuente educativa donde bebieron todos los políticos e intelectuales de la parte media del siglo pasado, muchos de los cuales llegaron a ocupar los cargos de mayor rango político, gubernamental y académico. De esa lectura se desprende un evidente desprecio burocrático por la educación pública que vaya más allá del simple empirismo de los oficios manuales propios de los ignaros e incivilizados de siempre.

Una lección que resulta además contradictoria para un estudiante que ya sabe leer, pero entonces queda claro que cuando se populariza la Educación Pública lo hizo más bien con fines mercantiles y sobre la base de una necesidad artificialmente inducida y vendida por los mismos gobiernos y mercaderes de la educación.

El libro en cuestión salió del mercado. Hoy nuestros textos y políticos se limitan a enseñar las técnicas y ciencias de moda, pero sin supervisión alguna para los burócratas metidos a docentes de “quince y último”, y forman una mayoría carentes de toda vocación. La vigilancia del Estado es sobre la militancia de sus “jefes de gobierno” mientras estos duren en el poder.






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Manuel C. Martínez M.


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