El anuncio presidencial no abordó el grave problema de fondo

Se abarata la contaminación con Pesticidas

           La contradicción fundamental en la actividad agropecuaria de nuestro país, radica la contaminación por pesticidas. Las demás contradicciones presentes en el agro, frente a aquella, son secundarias.

            ¿Por qué la contaminación por pesticidas es la contradicción fundamental? Porque dicha contaminación atenta contra la vida de los seres humanos; contra la vida de animales benéficos para la actividad agrícola, contra los suelos, contra las aguas, contra el ambiente.

            Antes de la nacionalización de Agroisleña, la contaminación era más cara, era más costosa en precio, era necesaria mayor inversión para alcanzar los altos niveles de contaminación que existen en el país por el uso de pesticidas.

            Si con los altos precios que regían, ya son tan graves, gravísimos, los daños a la salud de las personas, con secuelas terribles: diversos tipos de cáncer, enfermedades de la piel, enfermedades respiratorias y digestivas, cirrosis, deformaciones genéticas, labio leporino, niños que nacen con simples muñones, sin dedos ni manos. ¿Cuáles serán los niveles de contaminación que se alcanzarán con los bajos precios de los pesticidas que, con bombos y platillos, anuncia el gobierno nacional?

            Con sus anuncios el gobierno abarata la contaminación por pesticidas.

PROLIFERACIÓN DE ALMACENES

            En los últimos diez años se produjo la gran proliferación de almacenes dedicados a la venta de pesticidas. Una actividad que antes siempre fue muy restringida. En el Valle del Mocotíes, por ejemplo, hace quince años, había una sola venta de pesticidas. En la actualidad hay más de veinte y entre ellas, la más reciente, la apertura de una sucursal de Agroisleña (La Playa). ¿Quién autorizó esa proliferación de licencias de venta de pesticidas? ¿Qué controles existen? ¿Quién realiza los controles de esos almacenes en caso de que los haya? ¿Van a continuar funcionando esos almacenes, en su mayoría surtidos por Agroisleña? ¿O van a ser cerrados?

            Causa angustia ver, como, en el Aló Presidente del domingo 10 de octubre, en todo momento privó la actitud demagógica de los anuncios de abaratamiento de los costos de pesticidas, fertilizantes y semillas; pero, el problema central, el problema de la contaminación, que ha debido figurar en primer término, si acaso, tuvo una tímida alusión. El problema de la contaminación ha debido tratarse a fondo. Tanto el presidente Chávez como el Ministro Loyo, se regocijaban y sus rostros mostraban estupefacción y gran satisfacción por la comparación entre los precios que regían para Agroisleña y los anuncios de rebajas en los precios que serán aplicados a partir de esta semana. Es decir, regocijo por el abaratamiento de la contaminación por pesticidas.

PROLIFERACIÓN DEL VICIO Y DE OTRAS COSAS.         

            La proliferación de almacenes expendedores de pesticidas en los últimos diez años, es muy parecida a la proliferación de locales de venta de loterías; la proliferación en la apertura de casinos para los juegos de azar; la proliferación de venta de bebidas alcohólicas. Actividades detestables en una Revolución que se proclama socialista.

            Tovar, es una población de unos cuarenta mil habitantes. En Tovar había dos agencias autorizadas de venta de vehículos. En los últimos diez años, las agencias de venta de vehículo proliferaron de tal manera, que actualmente hay cuarenta y tres agencias, cada una tiene un parque automotor de, entre treinta y cuarenta vehículos (automóviles y camiones). Es decir, que en Tovar por cada mil habitantes hay una agencia de venta de vehículos (Con toda seguridad record Güines). En Bailadores y zona aledaña, que nunca hubo agencias de venta de vehículos, ya hay cinco. En Zea hay dos. Y en Santa Cruz del Mocotíes, que tampoco tenía agencia de venta de vehículos, ya hay varias. Todas establecidas en los últimos diez años.

            Al visitante del Valle del Mocotíes le causa admiración, extrañeza, ver tantas agencias de ventas de vehículos. Surge la inevitable pregunta ¿Por qué? Pero, es una pregunta que no recibe respuesta.

            Si esta es una Revolución, como se dice, socialista ¿Por qué prolifera el vicio, el consumismo, la contaminación del ambiente, sin que ninguna autoridad “revolucionaria” le `ponga el cascabel al gato?

            ¿Será verdad que ésta es una Revolución sin revolucionarios?

            Quienes durante cincuenta años hemos transitado el camino al lado del pueblo, sin importarnos la forma de lucha que nos haya correspondido elegir, comenzamos a estar cansados de la inoperancia de esta Revolución. Carente de autoridad para radicalizar el proceso, para consolidar los cambios que han venido beneficiando a las mayorías nacionales, pero, carecen de continuidad.

            El electoralismo es lo que medio hace funcionar el país. Si por un año, no hubiera elecciones, todo dejaría de funcionar, el país se paralizaría. El electorelismo es lo que mueve la economía, aumenta el salario mínimo, aplaca los reclamos sociales o atiende necesidades perentorias. Vemos como, durante los últimos quince días, tanto el gobierno como la oposición no han hecho sino hablar de resultados electorales, en una discusión bizantina que a nada conduce, que nada aclara y que enerva a la opinión publica nacional, por lo inocua e inútil.

LA PARADOJA DEL PSUV.       

            ¿Quién entiende la exaltación que los dirigentes del PSUV hacen de la alta militancia -  seis millones trescientos mil inscritos - y luego en las urnas electorales ni siqueira esos “votos seguros”, aparecen? ¿Hasta cuando nos vamos a tragar esa farsa? ¿Acaso vamos a permitir que la Revolución sea derrotada por la insidia de una dirigencia a todas luces incapaz de conducir el proceso revolucionario? Como en el decir popular ¿“Acaso vamos a llorar como inútiles, lo que no supimos defender como hombres”?

            ¡Todavía hay tiempo!

            De todas maneras, la contradicción fundamental que existe en la actividad agropecuaria es la contaminación por pesticidas. Lo demás es secundario.


leonmoraria@gmail.com
 



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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