El triunfo de la clase obrera es la contrucción

Si algo quedó muy claro con las elecciones de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, Gas y Similares de Venezuela (FUTPV), celebrada el pasado 01 de octubre de 2009, fue la reafirmación de un ejercicio patriótico y revolucionario, cuyos resultados, por vez primera, fueron avalados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), cuya instrumentación y estrategia electoral le ha merecido el reconocimiento de la Comunidad Internacional en los numerosos procesos electorales que en el ultimo decenio se han realizados en nuestro país.

En efecto, los resultados electorales que otorgaron el triunfo a la Plancha Nº 7 de la Vanguardia Obrera Socialista (VOS) con más del 54 % de los votos escrutados, fue una clara demostración de ejercicio de democracia revolucionaria, puesto que con ello se pone en evidencia que una clase obrera, con conciencia de sí misma, está asumiendo su papel de vanguardia para apropiarse de su realidad y transformarla. Estos resultados, muestran igualmente, que en el seno de la Nueva Pdvsa existe un movimiento de trabajadores socialistas fortalecidos que, en lo adelante, en su condición de lideres de la clase obrera petrolera velarán y acompañarán la construcción de un nuevo Sindicato Petrolero cuya racionalidad se corresponda con los principios y valores del Socialismo. Por supuesto, todo ello pasa indudablemente por la consolidación de la Política de Plena Soberanía Energética, que exitosamente viene llevando a cabo el Gobierno Bolivariano.

Para el nuevo sindicato petrolero la mayor reivindicación es la construcción del socialismo:

No hay dudas en que los problemas de las y los trabajadores y en fin del pueblo en su conjunto, no tienen, ni tendrá solución en el marco de la sociedad capitalista. De allí que la mayoría de los asalariados lideren el bloque histórico de la revolución venezolana, dado el protagonismo de la clase trabajadora en la lucha contra la dominación imperialista y también por el triunfo del socialismo.

Ciertamente, el socialismo nos brinda la única posibilidad de romper verdaderamente con el sistema explotador y, por ende, abre paso al establecimiento de nuevas relaciones sociales de producción, en la cual privará el valor de uso sobre el valor de cambio, y, en fin, en donde el trabajo sea libre, sin alienación, con el fin de establecer la distribución justa y equitativa de la riqueza, el desarrollo sostenido de las fuerzas productivas, la promoción, el desarrollo y la consolidación de la propiedad social, la formación de una ética y una conciencia humanista, de clase, hasta suprimir toda forma de explotación del capital sobre el trabajo y satisfacer, en consecuencia las necesidades materiales y espirituales de todo el pueblo.

Por estas razones, es necesario recordar que la historia ha demostrado que la lucha de clase como acción política, es la fuerza motriz para gestar y consolidar los cambios revolucionarios. Sin embargo, tal reto supone en primer lugar la unidad de los trabajadores y trabajadoras en Venezuela, pero eso si, bajo principios clasistas que son las prerrogativas para alcanzar el triunfo en la construcción del socialismo. Ya señalaba Carlos Marx que “la única fuerza social de los obreros está en su número. Pero la fuerza numérica se reduce a la nada por la desunión”.

Este es uno de los grandes retos que tiene que asumir el nuevo Sindicalismo y más propiamente la Vanguardia Obrera Socialista (VOS) dentro de la Industria, si de verdad, verdad, aspiramos a la construcción del socialismo en el siglo XXI. Ese debe ser nuestro papel y nuestra misión histórica como clase asalariada.

Igualmente exige, de nuestro concurso, desarrollar un proceso permanente de formación y capacitación de los trabajadores y trabajadoras, para dotarlos de destrezas en el ejercicio de la gestión productiva y administrativa en los centros de trabajo y formarlos en la teoría y práctica del socialismo.

Desde luego, el triunfo de la Vanguardia Obrera Socialista (VOS), vivifica esta posibilidad, ya incluso se viene hablando de una Constituyente Petrolera para modificar los estatutos de la FUTPV, a fin de otorgarle protagonismo y plena participación a los trabajadores en las tomas de decisiones. Atrás deben quedar los sindicatos de maletines y demás organizaciones cuyas prácticas entreguistas terminaron atomizando el movimiento de los trabajadores venezolanos.

De manera que, las reivindicaciones del nuevo sindicalismo petrolero no pueden, como en otros tiempos, reducirse a las mejoras salariales, claro esta sin desconocer la importancia de estas, necesaria es la liberación plena, económica y política respecto del imperialismo, sólo así el pueblo venezolano y sus trabajadores y trabajadoras podrán lograr la gran victoria: El Socialismo en el Siglo XXI.

A trabajar sin treguas por la consolidación de un movimiento de trabajadores, unidos, conscientes y organizados, que permita a nuestra clase asumir el papel de sujeto histórico de la revolución venezolana.


(*) Sociólogo (Summa Culaudem), autor de los libros: Los Retos de la OPEP en el Siglo XXI –Un análisis al calor de la Política petrolera venezolana-; y Petróleo y Socialismo en el Siglo XXI.

eleazarmujica14@yahoo.com


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Eleazar Mujica Sánchez (*)


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