Un amigo internauta,
ingeniero eléctrico, me escribe para decirme que estamos viviendo una
grave crisis eléctrica. Mi respuesta fue la siguiente:
¡Crisis
eléctrica! Ojalá fuera eso solamente., compañero En Venezuela en
estos momentos no hay nada que no esté en crisis. Empezando por el
buen juicio y el sentido común. Y a estas grandes deficiencias les
siguen la falta de honestidad, la falta de escrúpulos y, sobre todo,
la falta de capacidad e inteligencia para administrar sensatamente los
fabulosos recursos que han ingresado y están ingresando a la nación.
El solo hecho de haberse aprobado un endeudamiento de 4.800 millones
de bolívares fuertes y que para ser invertidos en los hospitales, es
la confesión más paladina de que estos establecimientos se encuentran
completamente desmantelados, pues en los 12 años que lleva este gobierno
no se ha hecho absolutamente nada para mejorar estas instalaciones
de salud. Lo mismo está ocurriendo con el problema de la vivienda.
Arman un escándalo porque ya se han inscripto en esa misión más de
un millón de familias. No se están dando cuenta los muy idiotas, en
primer lugar, de que eso no significa otra cosa que jamás se le prestó
la más mínima atención a un problema de la envergadura como esa,
y en segundo término, que para resolver ese problema, si no ocurre
nada excepcional que lo obstaculice o impida y trabajando a todo vapor,
se tardarían 20 años como mínimo. Y a pesar de esto, se le está
creando a la gente las falsas expectativas en el sentido de que muy pronto
obtendrán una vivienda digna. Habría que pensar que sucedería con
esta gente cuando vean pasar el tiempo sin que se les haya otorgado
las casas prometidas.
En relación
con este grave problema, es necesario consignar que el actual gobierno
recibió como una maldita herencia del gobierno de Caldera un déficit
habitacional de 1.500.000 viviendas. El cuestionamiento que habría
que hacerle al actual Presidente es que él tampoco le concedió al
problema la prioridad que merecía. Se prefirió importar espejitos
tecnológicos que, como las computadoras Canaima, atentan contra el
sano hábito de la lectura, que atender con la urgencia del caso el
problema de un techo seguro para la familia venezolana. Y no ha sido
sino hasta hoy, cuando las papas queman, que se ha decidido meterle
el pecho a la calamidad, pero lamentablemente a nuestro juicio, demasiado
tarde. Aunque, también es vedad que por ahí hay un dicho que dice
que nunca es tarde cuando la dicha llega”.
En líneas
anteriores expresé la palabra “deshonestidad” para referirme a
la corrupción que según de algunos altos dirigentes del PSUV está
minando gravemente los fundamentos éticos del Proceso. Pero también
me refería a la forma engañosa como los garúes económicos del gobierno
manejan y publican las estadísticas. Por ejemplo, a raíz de la compensaciones
salariales por inflación, que no aumentos, estos señores, con un despliegue
publicitario, digno de mejor causa, exhibieron por televisión unas
láminas en las que aparecía la curva relacionada con los aumentos
de sueldos decretados por el gobierno en los últimos años. Era
una curva que, como saliendo del subsuelo, se disparaba como un cohetes
hacia la estratósfera. En relación con esta forma tan acomodaticia
de manejar las estadísticas, yo quisiera preguntarle a esto señores,
tanto al presidente del Banco Central como a Guiordani, ministro de
planificación, y a Elías Elyuri, por qué junto con esa curva no se
presentó también la correspondiente a los aumentos de los precios
registrados durante el mismo período analizado. Eso hubiera sido lo
más honesto y no lo que hicieron con el ánimo de manipular a la gente.
Por otra
parte, refiriéndome a estos mismos personajes quiero decir lo siguiente:
como se sabe, la dependencia de nuestra economía en relación con los
precios del petróleo es total y absoluta. Claro, esto no es nuevo,
esto es así desde que en nuestro país apareció esa maldita sustancia
que nos ha convertido en un codiciado objetivo del no menos maldito
imperialismo yanqui, y que los gobiernos anteriores se encargaron de
remachar hasta lo indecible. Pero no es de esto de lo que quiero hablar.
A lo que me quiero referir, a lo que iba es que cuando los precios del
crudo se caen, también lo hace el producto interno bruto (pib). Pero
cuando es al revés, es decir, cuando los precios aumentan, también
aumenta el PIB. Esto es así para todo el mundo, menos para estos señores.
Para ellos, cuando los precios del petróleo se deprimen y entramos
en un proceso recesivo, no pierden tiempo y salen apresurados a la televisión
para explicar las causas del descalabro económico. Pero cuando las
cotizaciones del petróleo se incrementan y se recupera la economía,
entonces no es porque los precios se recuperaron sino por las bondades
intrínsecas de la política economía del gobierno.
Unas de
las características de un régimen medianamente serio y más si es
revolucionario, es que jamás le oculta nada a la población, sea bueno
o sea malo. Porque entiende que la población es la principal accionista
de la empresa nacional y que, por consiguiente, tiene todo el derecho
de saber todo cuanto ocurra en su propiedad.
Los actuales
gobernadores y alcaldes, así como los parlamentarios del PSUV
que en estos momentos ocupan unas curules en la Asamblea Nacional,
fueron designados candidatos para el desempeño de esos cargos por las
bases del Partido. Sin embargo, ante las próximas elecciones que dentro
de dos años se realizarán para la elección de los nuevos mandatarios
regionales se ha cambiado el método y, en su sustitución, se ha vuelto
al anterior que, por antidemocrático y abusivo, tantos rechazos y cuestionamientos
provocó en las filas del chavismo. Me refiero al todo poderoso dedo
del Gran Elector, que sin tomar en cuenta la voluntad de la militancia,
es más despreciando esa voluntad, como ha sido su costumbre, ha impuesto
a Arias Cárdenas, un sujeto al que Rodrígo Cabeza demandó por ante
los Tribunales de Salvaguarda por ladrón; a un sujeto que él mismo
reconoció en una declaraciones dadas a Panorama que había utilizado
unos recursos de la gobernación para dárselos a Copey, cosa que fue
reconocido públicamente por los dirigentes de ese Partido.
Esta cuestión
del cambio del método para designar los candidatos del Partido tiene
una importancia excepcional porque revela una de dos cosas, ambas extremadamente
graves: o que no hay estatutos y lo que rige es aquello de “los estatutos
soy yo”, o que se están violando los mismos. Tan sencillo como eso.
Esta enfermedad provocada
por la bacteria e-coli, no tiene remedio. El motivo es que no existen
medicamentos para combatirla. Lo única alternativa que hay es sustituir
toda la sangre del paciente, toda.