En Junio de 2003, con la Gran Asamblea Petrolera de Maracay,
culminó la serie de Asambleas que, bajo el lema de "Constituyente
Petrolera" se iniciara en Guaraguao (Anzoátegui) y siguiera en
Cabimas (Costa Oriental) y Yagua (Carabobo).
Tal serie de Asambleas de trabajadores petroleros, comunidades,
movimientos sociales y personalidades revolucionarias con reconocida
trayectoria en nuestra problemática petrolera, fue preponderantemente
promovida por "PDVSA por Dentro" (Grupo Soberanía) y contó con el
apoyo y presencia (salvo en Maracay) del Señor General Raul Isaías
Baduel y otros pilares del "Proceso", tanto militares como civiles.
La "Nueva PDVSA" que, según el lema de su planta mediática, "ahora es de
todos", pero en la burda realidad - en gra medida al amparo de sus
políticas y ProPieTales misiones - es ahora mas "caja negra" que nunca lo
fue en los tiempos más oscuros de Giusti y asociados, al sentirse acorralada
por el ímpetu del Movimiento Petrolero Constituyentista re-nacionalizador y
re-moralizador, arremetió contra nosotros y los principales factores
internos (de PDVSA) que nos apoyaban con toda la fuerza de sus enormes
recursos mediáticos, politiqueros y de coacción. Quienes desde la industria
o desde el poder mostraron simpatía hacia nuestro movimiento, sufrieron las
consecuencias de su consecuencia y solidaridad; no sólo los militares,
también destacados militantes sindicales como Helena Pino.
Ya sin "control social" organizado que pueda enfrentarlos, los mandos
integrados de PDVSA y el MEM - salvo excepciones encomiables como
Petro-Caribe -, nos conducen al desastre mediante una grosera política de
"hechos consumados" que se burlan de la letra y el espíritu de la CBRV y de
sus propuestas (obligaciones constitucionales) de participación y
protagonismo social: el recientemente anunciado "Plan Estratégico" de PDVSA
es la culminación de una burla que hace tiempo que dejó de serle acepable al
PUEBLO SOBERANO, el que, no obstante, para no hacerle daño a su "Proceso",
sigue haciendo esfuerzos para no criticarlo abiertamente y, con ello,
favorecer a la oposición oligárquica e imperialista. Pero el pueblo
soberano se está obstinando del abuso que el poder viene haciendo de tal
argumento con el que el "poder constituido" viene encubriendo sus enormes y
ofensivos desaguisados; la gente, con razón, se está arrechando, hay una
"Rebelión en Proceso" a punto de dejar de ser silenciosa.
(En una reunión - bien nutrida - de Promotores del Poder Popular en la USR
de El Valle hace unos días, en presencia de la Rectora, varios activistas
sociales respetados expresaron la necesidad de "echarle un parao" a Chavez).
Obviamente, el problema no es Chavez, sino su "dejar hacer" y su política
interna equilibrista en beneficio de los mejores payasos del circo nacional,
todos anti-imperialistas aunque - los más avispados - logren tal hazaña
titiritera con uniforme azul... contrasentido revolucionario del uso de los
colores; contrasentido de la estética revolucionaria que debiera delatarlos;
contrasentido estético coincidente con su ética observable..., pero siguen
"tan campantes"..., en PDVSA y prácticamente en todas las instituciones y
empresas públicas de la Nación.
(El azul, como color político, es sinónimo de la "reacción" - fue el color
de la Falange en España -; su uso político hoy y aquí por un partido socio
de una revolución, constituye un mensaje de alternativa amiga para los
poderes imperiales que asolan nuestro planeta y que tratan - por todos los
medios, magnicidio incluido - de acabar con nuestro "Proceso").