Finalmente se toma la acertada decisión de eliminar las vendidas multas por consumo de “exceso” de energía eléctrica.
Desde el año pasado se venía anunciando la realización de un estudio para aumentar las tarifas eléctricas a nivel nacional, situación que consideramos sana para sincerar el costo del servicio subsidiado por el gobierno nacional desde hace muchos años, lo que entre otras cosas provocó la falta de mantenimiento de la red eléctrica nacional por las distintas compañías privadas encargadas de ello.
La pasada semana el Ministro de Energía Eléctrica Jesse Chacón nos dio la buena nueva, anunciando eliminar las multas, buscando implementar un sistema de facturación que lleve planes tarifarios adaptados a cada región, y poder mejorar el servicio.
Los consumidores teníamos una gran incógnita porque la mayoría no dejamos de satisfacer nuestras necesidades y la de nuestros hijos, ante los inclementes calores que se han presentado y preferíamos no disminuir la calidad de vida, pero estábamos a la expectativa cada mes esperando cuanto seria el golpe de la factura de electricidad. Esa incertidumbre y preocupación ha terminado, a partir de ahora pagaremos la tarifa establecida para el consumo. Estamos de acuerdo se incremente, ahora sabremos con exactitud cuánto estamos consumiendo y cuanto debemos pagar mensualmente. A su vez estaremos contribuyendo a sufragar parte de las grandes inversiones que se debe realizar para mejorar el servicio a escala nacional.
Dentro del esquema propuesto se plantea la aplicación de planes tarifarios adaptados a cada región, situación que beneficiará a los residentes en el Estado Nueva Esparta, porque sabemos que en temporada alta el consumo se incrementa en los hogares por la visita de amigos y familiares, en ese caso si consumimos mas debemos ser cónsonos y cancelar en consecuencia lo que corresponda.
Con el nuevo esquema se incluye una resolución que exhorta a las empresas a reducir en al menos 10 por ciento su consumo mensual, de lo contrario serán sancionadas. Esta situación hay que verla con cuidado y analizar si no afectará significativamente los costos de producción de las empresas, pero a su vez ser vigilantes que no traten de transferir los mayores costos al consumidor de los servicios o bienes producidos.
