He revisado la prensa buscando información sobre las medidas presidenciales por los anuncios y decisiones aparentemente no consultadas por los subalternos. Del Pino, el Presidente de PDVSA, pareciera haberse salido del redil y hasta dogma, que como tal no está en la constitución ni en Plan de la Patria, como ese que todo debe ser estatizado, y que por cierto no habla de un "socialismo" sin música ni calor humano como ese del "prevalecer, preponderancia del capitalismo de Estado, como si fuese socialismo", y sí, darle espacio y respaldo a la pequeña y mediana iniciativa privada; un socialismo transicional con nada de atarse a carteles y monopolios, mientras se crean formas y relaciones de producción socialistas. Además, la privatización existe y por alguna razón importante por ahora no está prevista su desaparición, pese haya mentes obnubiladas que creen eso posible y de inmediato. Los cubanos, con Raúl Castro al frente, han reconocido que si bien el bloqueo afectó la economía cubana, no fue todo eso. Admite que cometieron errores, como ese de querer privatizar todo y por eso hoy tratan de estimular el desarrollo de relaciones de verdad socialistas y de lo que ellos llaman, con la típica simpatía caribeña, y un dejo de simulación, el "cuentapropismo".
He leído que Del Pino anunció volver al uso de empresarios privados que hagan servicios de mantenimiento. Eso, no necesariamente alude a monopolios y grandes empresas. Piensa uno que la experiencia de la estatización de esos servicios pudo haber resultado desventajosa; nadie mejor que él para pronunciarse sobre eso. Cuando uno acude al recuerdo de centenares de empresas estatizadas, por una razón u otra, ahora cerradas y hasta abandonadas, como dice el propio Diosdado Cabello, "por culpa de las personas que hemos puesto al frente", concluye que la experiencia obliga a rectificaciones. Algo anda mal. Uno de los factores podría ser el mencionado por Cabello. Pero resulta que cambian, recambian funcionarios y lo cosa no marcha. Lo que significa que debe haber otras razones. Pero debo advertir, que en todo caso, no hablamos de empresas socializadas sino estatizadas que es otra cosa; lo que es "pior", como hubiese dicho Joselo.
Lo cierto es que Del Pino dijo lo que dijo; Elías Jaua le recordó el "Plan de la Patria", el cual no creo contenga el dogma que toda empresa debe ser estatizada y mantenerla así aunque no retoñe. Tampoco creo que en "El Plan de la Patria", se abjure de la iniciativa privada, eso que los cubanos, de mucha audiencia en el oficialismo nacional y más allá, llaman "cuentapropismo", lo que no necesariamente habla de lo minúsculo, sin hacer mención a los contratos de diversa índole que allá y aquí se firman con el capital privado externo. Entonces, recogiendo la rienda, el Presidente de PDVSA dijo lo que dijo y todavía está allí. Pero pase lo que pase, me quedará la duda que eso, como dice el Chapulín Colorado, "se le chisporroteó" a él solito, un tipo con tantas millas de recorrido.
CANTV anunció desde varios días atrás, aumentaría tarifas en todos sus servicios. Las relativas a Internet, convertirían el servicio sólo exclusivo de las élites. Después de hacer correr la noticia que impactó y de las que todo el mundo hablaba, mientras leían que Macri estaba acribillando a los argentinos con medidas como esa, a la que se unieron Movilnet, Movistar, Digitel y las cableras, la empresa telefónica estatal sacó un costoso aviso a color, por lo menos en "Últimas Noticias", donde daba detalles de los terroríficos aumentos que entrarían en vigencia a partir del primer día de agosto.
Por esto me pregunto: ¿CANTV y Movilnet se le alzaron al gobierno? Digo esto porque el presidente anteayer mismo echó para atrás esas decisiones y hasta dijo algo más o menos parecido a esto: si los empresarios de empresas de comunicación no pueden con ellas "entonces véndanselas al gobierno". Pero resulta que las privadas hicieron sus anuncios después de la estatal. ¿Qué motivo a Cantv y Movilnet? ¿Olvidaron que dependen de la más alta jefatura nacional?
Ante este cuadro uno ve primero, como lo más minúsculo, que al hablar de empresa privada, sin importar su magnitud y peso en la vida nacional o sentido estratégico, pareciera que estuviéramos reviviendo un fantasma que la constitución vigente pareció despejar, al admitir varias formas de propiedad. Y volvemos a la idea que es pecaminoso tener una empresa privada, sólo por eso o tener que privatizar una no estratégica, pero que como quiso decir Diosdado, no encontramos a quien poner para que funcione. Es como si los dogmáticos tuviesen mucho peso en el gobierno o quienes no lo han sido buscan apoyo en aquéllos para mantener equilibrio en la línea de flotación.
Pero también, por las manifestaciones, los anuncios de Del Pino, CANTV y Movilnet, uno percibe dos cosas, o la gente quiere hacer lo que le parezca, el gobierno pierde autoridad y control o este está lanzando bambalinas o "potes de humo", para medir la reacción de la gente.
Lo curioso de todo esto, es que a raíz de los poderes dados a Padrino López, se opta por destituir a Pérez Abad del manejo de la economía, nombramiento que dentro del chavismo produjo incomodidades. Es claro que al pequeño empresario oriental, recién nombrado, dejaron más rápido que inmediatamente, sin piso porque "pa´ luego, es tarde". Quizás, de un momento a otro, para dar imagen de coherencia, que pudiera faltar, salgan de sus cargos Del Pino y quienes comandan Movilnet y CANTV. Es natural, viendo la reacción gubernamental, lo que incluye lo decidido con Pérez Abad, que en esas empresas el gobierno haya descubierto de repente un cierto "tufillo capitalista". Aunque esas empresas nunca han dejado de serlo. Pero hay que complacer a los muertos los días de difuntos.