En octubre del 2013, el Presidente Maduro nos sorprendía con algunas cifras alarmantes: Durante ese año 2013, se había asignado al sector privado más de 33 mil millones de dólares, mientras el estado cubría sus necesidades con 6 mil millones. Sólo la General Motors recibió más de 6 mil millones de dólares y en el país no se conseguían ni repuestos, ni vehículos en concesionarios. La conclusión era indignante: ante la ausencia de medicinas, alimentos, bienes de consumo, inversiones tecnológicas, entre otros, quedaba claro que la burguesía una vez más robaba los dólares de todos los venezolanos.
Es así, la burguesía es ladrona, siempre lo ha sido, esa es su naturaleza. Actúa sin pudor, captura los dólares para sus cuentas internacionales, trayendo a cambio chatarras y productos inflados 1000% que aseguran la captación. Tiene suficiente recursos para comprar voluntades, para pasar desapercibido, disfrutar del beneficio de la miopía política y económica, de esta manera nunca aparece como la causante del hambre, la responsable de la guerra económica. Con su aparato mediático inculpa al gobierno y la codicia corrupta del pueblo como responsables de la miseria, la exclusión y el atraso.
Hoy la guerra económica es el instrumento de gobierno de los poderosos burgueses: devalúan la moneda a discreción con DolarToday, desaparecen los productos que anuncian como regulados hasta que pasa la efusividad de los anuncios, y colocan mercancía más allá de las fronteras con objetivos políticos y económicos. Sin importar el sufrimiento de los oprimidos, ni la suerte de la economía nacional, utilizan la crisis provocada por ellos para derrocar el gobierno. Atacan al Estado-Nación, lo califican de incapaz para administrar empresas, manejar recursos y solucionar los problemas del pueblo. Brincan como el buitre a la carroña cuando ven a una revolución debilitarse.
Como lo hemos sostenido antes, la nueva PDVSA Roja Rojita de Chávez es un bastión ético y moral de la Revolución. Su clase trabajadora fue protagonista de la derrota de un golpe de estado imperial y un apátrida sabotaje petrolero. No es cualquier cosa, no es cualquier empresa petrolera del mundo, ni la de cualquier país petrolero: es la PDVSA que administra el yacimiento de hidrocarburos más grande del planeta y que se resteó con Chávez para ser recuperada de las garras expoliadoras del imperio. Acabar con la PDVSA heroica, la de una masa combativa de trabajadores, moral y éticamente capacitada para dar respuestas sociales, técnicas y políticas a la revolución, acabar con la PDVSA Roja Rojita de Chávez, es objetivo fundamental del imperialismo.
De manera que, la satanización pública de hombres y mujeres de la industria, y el linchamiento moral internacional de PDVSA, sólo favorecen los intereses neocoloniales del imperio y sus transnacionales. La burguesía parásita sólo predica el coro del señalamiento oficial, con el uso de sus medios de comunicación, para acumular saldo político en medio de la crisis provocada. En este contexto no nos llamamos a engaños: reconocemos que la corrupción es hija del capitalismo y que nuestra revolución está imbuida en la más feroz lucha de clases por el poder político que Chávez conquistó para el pueblo venezolano. Razón por la cual, desde el Frente de Trabajadoras y Trabajadores Socialista de PDVSA Intevep exhortamos a los funcionarios del alto gobierno y líderes de la revolución a: 1) Cesar todo el señalamiento público, las condenas sin juicio y las difundidas capturas de trabajadores petroleros, mientras se avanza con los procesos de investigación sobre presuntos hechos de corrupción en PDVSA. Que sea sólo entre revolucionarios, sin la canalla mediática desmoralizando al pueblo revolucionario, donde se aborden y resuelvan las contradicciones dentro de nuestras empresas y ministerios, entendiendo que sólo en revolución se acaba con la corrupción, que todo capitalista es ladrón y que corrupto no es chavista; 2) Impulsar un proceso público de captura y enjuiciamiento a los representantes de la burguesía que han robado al pueblo venezolano mediante la captación de divisas asignadas, que se publiquen las listas de los hombres y mujeres que han recibido dólares y se investigue el destino de todos los dólares asignados, que se investiguen propiedades e inversiones nacionales e internacionales, así como cualquier vínculo con el mercado negro y el macabro instrumento que hoy representa DolarToday. De esta manera estaríamos mostrando al pueblo de Chávez y Bolívar quién realmente es el enemigo, combatiendo sus actores directos (hombres y mujeres de la burguesía) y su ideología egoísta (la corrupción) que atenta contra la consolidación del Estado Socialista.
¡Patria Socialista!
¡Venceremos!
04/12/2017
Por el Frente de trabajadoras y Trabajadores Socialistas de Pdvsa Intevep