Trabajadores oportunistas denuncian a Quevedo desde las sombras

Luego que Maduro se hace responsable de PDVSA y muchos aborrecieran de Ramírez, incluyendo algunos que se dijeron aliados a su gestión, la masa de empleados y obreros fue sometida a una “tensa calma” con la promesa de que todo iría mejor que antes, sin corruptos, con Asdrúbal que según ellos era mejor que su primo Chávez, y no fue así, se impuso una persecución y una razia venida de la alcaldía de caracas y se plantó La corrupción, al viejo estilo adeco: sin mando, sin jefes, sin control.

En esos seis años de “calma” se borró la memoria de Chávez y Ramírez. Y de la mente de muchos gerentes, empleados y obreros, se borró el trabajo y todas las dificultades por la que pasó PDVSA y el MenPet en esos años del golpe petrolero y los que siguieron. La defensa de PDVSA en La Campiña; la reestructuración de los cuadros internos plagados de gente de derecha e infiltrados; la avalancha de oportunistas queriendo sacar provecho de la nueva gestión, mercachifles, tramposos, estafadores desde cantantes, cineastas, hasta fundaciones para ancianos; el trabajo de emulación socialista; la apertura de los espacios hacia el pueblo llano con actividades culturales y políticas; el albergue y cuidado de los damnificados: pareciera que todo eso, para mucho de ellos solo fue el paso por una gestión más, un estilo de gestión y nada más, sin darse cuenta que detrás de lo que se hizo estuvo la mano de Chávez y una revolución.

Sin embargo ahora, los que le dieron la espalda a Ramírez y a Chávez, ahora sueltan libelos anónimos denunciando a Quevedo y su gestión de corrupción, han cantado ¡corrupción! ¿Por qué ahora? ¿Por qué ahora salen a denunciar a Quevedo y a cuanto bicho de uña andaba con él robando, cuando saben que el general va para afuera? ¿Qué pasó con la decencia, cuando sacaron a Ramírez y persiguieron a su equipo hasta desaparecerlo, dónde estuvieron para denunciar a Asdrúbal Chávez y a los sátrapas de la alcaldía de Caracas?: ¡Estaban ahí, medrando del poder!

El efecto que causa el poder en estos bobos es casi de encantamiento. Ahora estos cerditos encantados vuelven a recobrar la conciencia, justo cuando Quevedo está de salida. Hacen ver que el problema ha sido siempre la corrupción. Al salir Ramírez del ministerio y de pdvsa nadie dio un centavo por la inocencia del ministro ante las acusaciones del fiscal, pero lo dieron todo por la bondad de Maduro: a rey muerto rey puesto, el poder los cautiva. Cae Quevedo y aparecen los libelos, los correos, los mensajes denunciando toda la corrupción del mundo. Para la próxima, ¡una revolución no necesita de estas lampreas, cobardes, asolapados, peligrosos aprovechadores, lumpen sindicaleros o lumpen proletarios, como prefieran!

En la empresa se luchó duro por cambios revolucionarios, los que ahora protestan desde la sombra, que piensan que el problema siempre ha sido la corrupción desde la óptica de la rivalidad o el odio y se olvidan del manejo eficiente de una empresa bajo el fuego de la envidia y de la derecha corrompida, sin importarles nada del esfuerzo que se hizo por administrar la corporación, minimizar la corrupción, moral y de la otra, y a la vez ocuparse de todos los programas sociales y responsabilidades que se les asignó, de todo tipo, políticas y administrativas, y de la cantidad de gente valiosa que se involucró en ellas peleando contra la indiferencia y la mentalidad pequeñoburguesa del funcionario.

Un tal Einstein Millán es un ejemplo claro de oportunismo. Un funcionario gris que ahora condena a Ramírez porque desde la sombra se abroga el conocimiento de saber cómo manejar una empresa de esa dimensión e importancia estratégica. Lo más probable es que el señor esté pensando en asesorar a maduro, “pescar en río revuelto”. Sin tener las más mínima idea de qué es hacer cambios políticos en el país y en el mundo, de revolución socialista, de cambios al sistema capitalista; porque el señor es “apolítico”; que de ésto no sabe y ésto no le interesa, cree tener la suficiente entereza moral para juzgar a Ramírez. Es el carácter o falta de carácter que actúa al asecho de oportunidades. Por lo menos éste lo hace público y lo firma, sin embargo hay muchos “cazando güire” dentro de la empresa y el ministerio, irritados porque ahora no hay dinero para ellos ni oportunidades.

Pues, a nosotros sí nos importa la política, a Chávez también le importó la política, y estoy seguro que a Ramírez también. Queríamos cambiar la industria petrolera y ponerla al servicio de la revolución socialista, de la sociedad, pero maduro se opuso, por envidia, por razones realmente miserables, y la cagó.

Nadie puede esperar que una empresa como PDVSA no adolezca de fallas en su administración y de robos, pero, a pesar de ir contra corriente a la mentalidad pequeñoburguesa y de aprovechadores oportunistas (casi toda la empresa) y de los errores cometidos, con Ramírez y su equipo, y mucha gente valiosa dentro de sus trabajadores y empleados, estuvo más de diez años sosteniendo todos los programas sociales del país, asumiendo sus compromisos y los cambios fundaménteles del paisaje económico y laboral, vistas hacia el socialismo. Fue un centro político y económico fundamental para la revolución de Chávez (por ejemplo, se promovió el trabajo voluntario dentro de la empresa, en la calle y en la construcción de viviendas, como en ninguna otra institución del Estado)

No obstante para maduro, PDVSA fue un objetivo personal, y por bruto y mezquino la quebró. La llenó de los mismos oportunistas que no se pudieron enseñorear de ella en tiempos de Chávez, gracias al equipo político de Ramírez, al cual hoy acusan ahora de vivir como reyes en el exterior: ¡Necios! ¡Ignorantes!, los revolucionarios no nos vamos del país así tan fácil…

Son estos mismo los que ahora destapan la corrupción de Quevedo, de forma anónima, los mismos que antes condenaron a Ramírez, persiguieron a su gente, esperanzados con los favores de Maduro y maduro no los quiso. La revolución no cuenta con pusilánimes, con chismosos, deberían sentir vergüenza de ser tan volubles, tan fementidos. ¡Volvamos a Chávez! ¡Rescatemos a PDVSA de maduro y el madurismo!


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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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