INTRODUCCIÓN

Trece años después de la primera nacionalización del petróleo en el mundo, ocurrido el 18 de marzo de 1938 en México, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940), Irán se atrevió a nacionalizar el petróleo (20/03/1951) durante el gobierno de Mohammad Mossadegh.

A continuación una breve historia de lo ocurrido en ese país en un contexto nacionalizador, que sirve de ejemplo de la necesidad de tener diputados patriotas en el Parlamento Nacional, como garantía para defender los intereses nacionales ante las exigencias de las potencias económicas que ven a los países petroleros como una fuente segura del suministro energético bajo su dominio.

CONSECIONES PETROLERAS IRANÍ

La industria petrolera de Irán comenzó en 1901, cuando el empresario británico William D´Arcy (especulador bursátil) recibió una concesión de Irán para explotar y desarrollar los recursos petrolíferos en el sur del país. Sería en el año 1908, cuando se descubre el primer yacimiento fructífero de petróleo y gas en la Provincia de Juzestán, al sudoeste del país, frontera con Irák, y se conformó en 1909 la compañía Anglo-Persian Oil Compañy (APOC) con sede en Londres. En 1914 el Gobierno británico compró la mayor parte de las acciones de esta compañía, obteniendo el control directo de la industria petrolera iraní.

En 1933, el gobierno de Irán renovaría la concesión por 60 años más por medio del Tratado Gas-Golshayan), donde se establecía un pago fijo a Irán de cuatro libras esterlinas por cada tonelada de petróleo crudo exportada, negando cualquier derecho a Irán de controlas exportaciones petroleras. En 1935, la compañía pasaría a llamarse Anglo-Iranian Oil Company (AIOC).

LOS 50, DÉCADA DEL DESPERTAR NACIONALISTA ÁRABE

Hasta la década de los 50 del siglo XX, los árabes comenzaron a liberarse del largo yugo del imperio otomano que duró casi cinco siglos. Era una especie de búsqueda de identidad: ¿Quiénes somos? ¿Qué estamos haciendo? Y surgió el nacionalismo árabe, emergiendo una conciencia nacionalista sobre el petróleo. Esos países se dieron cuenta que habían sido engañados y robados por medio de los acuerdos de concesiones firmados por los gobiernos y las compañías petroleras entre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Eso fue también lo que le paso a Irán.

En 1951, el primer ministro Mahammad Sa´ed decidió aprobarle a Gran Bretaña un anexo al Tratado del Petróleo de 1933, y lo sometió para su aprobación ante el XV Parlamento iraní negándose a ratificarlo porque las clausulas afectaban los intereses nacionales. El pueblo se enteró de esa propuesta leonina y comenzó una revuelta popular obligando al primer ministro Sa´ed a renunciar. Lo sucedió Ali Mansur, que corrió con la misma suerte al insistir en la ratificación del Tratado. Luego, asumió como primer ministro el Jefe del Ejército, Haj Ali Razmara, que presionado por los ingleses volvió a insistirle al XVI Parlamento que ratificara la extensión petrolera.

En esa dinámica, el Doctor Mohammad Mossadegh, presidente de la Comisión del Petróleo del Parlamento, declaró a la prensa que los tratados de D´Arcy de 1933 y el Anexo presentado eran nulos y comienza el camino hacia la nacionalización del petróleo iraní liderado por él.

Gran Bretaña reaccionó buscando asfixiar económicamente a Irán, amenazó con impulsar la independencia de la Provincia petrolera de Juzestán, cerró dos bancos británicos, exigió la devolución de una deuda de un millón de libras y los créditos otorgados a los comerciantes, la petrolera británica sacó todo su capital del país.

El primer ministro Razmara fue asesinado en un atentado terrorista ejecutado por Jalil Tahmasbi, de la organización Fedayines del Islam, y comenzó una insurrección contra la influencia británica. En ese ínterin asumiría el poder el Sha Mohammad Reza Pahlavi. No obstante, el Tratado de Gas-Golshayan sería derogado y Mossadegh elegido por el parlamente como primer ministro, dándole un golpe de Estado al sha.

Una de las primeras medidas fue decretar la nacionalización de la Anglo-Iranian Oil Company el 20 de marzo de 1951, siendo ratificado por la cámara del senado cuatro meses después. Se cumpliría el sueño revolucionario de revertir el control transnacional petrolero que tan sólo reportaba a la nación menos de un 20% de los beneficios. Como vemos, no se trataba solo de una cuestión económica, sino de orgullo nacional, de defender los intereses comunes y de terminar con la injerencia de un Imperio británico muy debilitado tras dos guerras mundiales.

CHINA Y LA UNIÓN SOVIÉTICA AYUDARON A IRÁN EN LA ONU

Mossadegh visitó la sede de la ONU en Nueva York, ese mismo año 1951, donde consiguió que China y la Unión Soviética vetaran las sanciones a Irán, algo histórico al lograrse que un estado pobre y subdesarrollado torciera la mano del imperio todopoderoso británico.

Mossadegh aprovechó su visita en Estados Unidos para solicitar una reunión y contar con el apoyo del Gobierno de Harry Truman (12/04/1945 – 20/01/1953), planteando que no pretendía cerrar el grifo del petróleo ni perjudicar sus intereses. Ambos se reunieron e hicieron pública su acuerdo. Pero la avenencia duró poco.

El gobierno británico condicionó el apoyo dado a Washington en la guerra de Corea, siempre y cuando le ayudase a recuperar sus intereses energéticos en Irán. Truman rechazó de manera pública apartar a Mossadegh del poder porque consideraba que tenía mucho apoyo popular. Sin embargo, el presidente norteamericano fue reemplazado el 20 de enero de 1953, por Dwight Eisenhower, sumándose a la conspiración contra el gobierno Iraní, que poco a poco disminuía su apoyo popular debido a la guerra económica y bloqueo imperial británico.

LAS REPRESALÍAS IMPERIALES POR LA NACIONALIZACIÓN PETROLERA

Luego de la asunción de Mossaddeq, Londres tomaría la decisión de tomar represalias y organizó un boicot total contra el petróleo iraní declarándolo "subversivo", que llevó la economía del país hasta la ruina. Aprovechándose la situación, la agencia de inteligencia británica (MI6) apoyados por la CIA y clérigos influyentes, financiaron el golpe de Estado que lo derrocó. Hecho que ocurrió en agosto de 1953, y se establecería una dictadura monárquica liderada por el sha Mohammad Reza Pahlavi hasta 1978.

Entre los clérigos que apoyaron la conspiración se encontraban los ayatolas Jansarí y Kashaní, éste último presidente del Parlamento durante la nacionalización de la AIOC y garante de la asunción de Mosadded como primer ministro, que veían en él una supuesta tendencia comunista y un viraje autoritario debido a la tensión popular lacerada por las sanciones imperiales. Eran elementos que les generaron temores a los clérigos.

El jefe local de la CIA, nieto del presidente Theodore Roosevelt (1858-1919), Kermit "Kim" Roosevelt, fue un factor importante, dirigió la operación Ajax, entró en tierras iraníes con maletines llenos de dinero para comprar voluntades, contrató a turbas de maleantes para tomar las calles e infiltró agentes provocadores entre las filas del gobierno iraní acusándolo de comunista.

En un clima de hostilidad creciente, el caos se apoderó de Teherán, se alzaron unos militares comprados por la CIA y sacaron sus tropas a la calle. Mossadegh cayó, fue capturado, condenado, encarcelado, incomunicado por tres años y duró 10 años bajo arresto domiciliario. En 1967, murió de cáncer con 84 años en la pequeña aldea de Ahmadabad.

El golpe contra Mossadegh dejó muchas heridas en Irán, pero permitió a Estados Unidos evitar en esa oportunidad la influencia soviética en la región. Luego el agente Roosevelt, sería el intermediario de las grandes compañías en Irán, se hizo con el tiempo multimillonario con los contratos petroleros a costa de los cientos de muertos que quedaron en las calles de Teherán en agosto de 1953.

Ese hecho fue una demostración más del juego sucio de Washington contra los países petroleros antiimperialistas que siempre son acusados de comunistas. Fue una amarga lección para los países árabes petroleros y más todavía cuando los árabes comenzaban a despertarse de un largo sueño de dominación imperial sobre sus recursos.

Tuvo que pasar 25 años para que entre 1978-1979, se desarrollara la Revolución islámica encabezada por el Ayatolá Jomeiní, que derrocó al Sha Reza Pahlavi, que estuvo todo ese tiempo en el poder garantizándoles a los británicos y estadounidenses petróleo liviano y mediano iraní a bajo precio y en beneficio de los intereses extranjeros. El 16 de enero de 1979 el último rey de Irán abandonaría el país en dirección a Egipto.

MÁXIMAS PARA LOS POLÍTICOS VENEZOLANOS

• El Parlamento Nacional debe estar en manos de diputados nacionalistas y patriotas y no de aliados a potencias extranjeras.

• No hay que firmar tratados que comprometan nuestros recursos estratégicos con ningún tipo de país potencia del mundo. Siempre te tendrán chantajeados para mejorar las condiciones de dichos tratados.

• No hay que recibir créditos de potencias extranjeras, te cobraran con sangre, sudor y lágrimas, por las buenas o por las malas.

• Como el imperio estadounidense y sus aliados europeos consideran que el gobierno de Nicolás Maduro no es aliado y no entrega sus recursos petroleros en función de los intereses transnacionales, por eso le han declarado un boicot y una guerra económica para poner a padecer a la población venezolana hasta que ocurra una revuelta social y un golpe de Estado contrarrevolucionario.

• Una negociación con el imperio estadounidense y británico viene aunada de una conspiración encubierta a la vez. Al imperio ni un tantico, decía el Ché.

• Un parlamento con mayoría a favor del gobierno es garantía de la coordinación nacional necesaria para impulsar un proyecto de desarrollo económico y social común basado en nuestros recursos estratégicos.