La renta petrolera no es mala para ningún país, sobre todo para el país dueño de los yacimientos y su explotación. La mercancía más consumida del planeta sigue siendo el petróleo, la que más ingreso genera en la actualidad Es el mejor negocio del mundo que benéfica a aquellos que lo tienen, lo administran, lo refinan y para los que lo controlan geopolíticamente.
La energía proveniente del petróleo aún sigue siendo clave para el comercio global. Aún no han fabricado un avión que no use petróleo, que cargue 400 pasajeros, varias toneladas de mercancías y lo transporte en pocas horas de un país a otro. Por tanto, tardará mucho tiempo hasta que inventen y masifiquen aviones comerciales que usen otras fuentes energéticas proveniente del agua, la eólica o la fusión nuclear para transporte gente y mercancías de un país a otro.
En ese sentido, ¡LA RENTA PETROLERA NO ES MALA! Ni para el Estado o las empresas transnacionales que controlan los proceso de producción y comercialización del petróleo. Lo malo es cuando ese capital financiero importante se inyecta o distribuye en la economía y se destina para el derroche, para gastarlo y no para invertirlo o multiplicarlo. Valga decir, si se inyecta 100 debe esperarse un retorno de ese capital con el beneficio correspondiente, reflejándose en las cuentas personales, empresariales y nacionales. Es la única forma que se refleje de manera positiva en los niveles de crecimiento del Producto Interno Bruto.
Cabe señalar, que cuando se habla de invertir para hacer multiplicar la renta petrolera se refiere al impulso del emprendimiento y conformación de empresas productivas, fortalecer los tejidos empresariales internos, diversificar y abrirse a nuevos mercados y trabajar por ser competitivos a nivel nacional e internacional. También se refiere al estímulo de inversiones en el mercado de valores, tecnologías o en materias primas.
En ese proceso de inversión, se incluyen las infraestructuras de servicios públicos y sociales como educación, salud y vivienda, que al final se destina para mejorar la calidad de vida de la población, que también incide en el crecimiento económico. Porque cuando se construyen más colegios y hospitales, se recuperan o equipan, se invierte en generar empleos y en mejorar la calidad de vida. Porque cuando los maestros, enfermeros y obreros de la construcción tienen buenos ingresos, ellos también hacen crecer el consumo de bienes y servicios que impacta el PIB por el lado de la Demanda Agregada Interna.
LO MALO DE LA RENTA PETROLERA, es cuando la gente que le corresponde administrarla, planificarla y distribuirla de manera eficiente y honesta, NO INVIERTE EN EDUCAR A LA POBLACIÓN PARA MULTIPLICAR ESE CAPITAL COMÚN DE MANERA COLECTIVA O INDIVIDUAL, SINO MAS BIEN, LA DISTRIBUYEN SIN CRITERIOS FINANCIEROS, PARA DERROCHARLA, DE FORMA CLIENTELAR, PARA VIVIR CONSUMIENDO LO IMPORTADO, CONCENTRARLA EN POCAS MANOS Y HASTA FUGARLA DEL PAÍS.
En ese sentido, no se ha invertido el capital financiero que aporta la renta petrolera para aprender a emprender, ser empresarios, trabajarlo, hacer crecer la riqueza y el capital social.
¡NO PERDAMOS EL FOCO! La lucha histórica de la izquierda siempre ha sido y será contra los corruptos y los gobiernos que no planifican la multiplicación del capital entrante de la venta del petróleo.
No dudo que en el caso de Venezuela, el Estado debe seguir interviniendo y planificando la distribución de los ingresos fiscales petroleros, porque es el patrimonio común de todos los venezolanos, no de grupos de elites. Pero ese patrimonio, necesariamente tiene que multiplicarse en manos de la mayoría con criterios financieros, para ayudar realmente a salir del subdesarrollo y mejorar su nivel de vida.
Es por eso que vengo insistiendo en la EDUCACIÓN FINANCIERA desde el liceo, para que cuando los jóvenes se gradúen sepan que el dinero no puede malgastarse, debe aprenderse a ahorrar en tiempos crisis y de bonanzas, y sobre todo, a multiplicarlo para que sean independientes, aumenten las empresas, aumente el empleo, la competitividad, la producción, el ingreso, haya crecimiento económico continuo y de la riqueza nacional.
*¡Cuidadito!*