Hoy los venezolanos deben dar gracias a Dios, que Trump ha revocado las licencias de extracción petrolera a la Chevrón, con repercusiones en Maurel & Prom, de Francia, Eni, de Italia y la española Repsol.
Sostengo este argumento en base al hecho que, todas estas corporaciones saquean el petróleo venezolano para sus propios intereses. Dejando a Venezuela, solo el hoyo del saqueo y el dato estadístico con el que se vanagloria el gobierno de los altos índices de producción petrolera de PDVSA.
Buscar que rectifique Trump, es miserablemente un acto de sumisión y cobardía, además se acrecienta la incapacidad de luchar por la soberanía energética, bastión de la lucha por la independencia venezolana sostenida por Chávez.
Tengan huevos y sean por fin listos. Aprovechen la coyuntura para volver a modificar las reglas que den autonomía al gobierno, a PDVSA y se beneficien los intereses legítimos de Venezuela, sobre el petróleo.
Ya no es de estar diciendo que Trump se pegó un tiro en el pie, que la producción del petróleo "venezolano" bajará críticamente, que se debe volver a las licencias y que Guyana va salir beneficiada.
Hoy se trata de no ser estúpidos, sino de rescatar por lo menos la intención de modificar las reglas de extracción que solo benefician a las corporaciones transnacionales, el petróleo que estos saqueadores se llevan, es venezolano.
