Los vicios que infectan el proceso

Las elecciones internas del Partido Socialista Unido de Venezuela en el Estado Bolívar, abrieron heridas que tardarán en curarse sino se tratan a tiempo. Para esto se requiere que las autoridades nacionales de esa organización abran un proceso de averiguación a cerca de la intromisión de factores de poder en los diferentes ámbitos, a favor de los candidatos que vendían “ Como líneas presidenciales” para manipular a los incautos y a los empleados públicos al más clásico estilo de la IV República. Esto ha provocado una reacción sumamente preocupante en las bases y dirigentes de la tolda rectora del proceso revolucionario. La comidilla en cafetines, restaurantes y en cada esquina, es el supuesto ventajismo aplicado por parte de candidatos que contaron con el apoyo irrestricto de centros del poder lo cual constituye un lamentable precedente en este importante paso dado hacía la liberación definitiva del pueblo como soberano.

El malestar generado puede ser origen de posiciones drásticas, que pudieran perjudicar el proceso del 26S, que necesita estar fortalecido, blindado y libre de sospechas, porque nos estamos jugando el futuro de la revolución. Sería lamentable que por esas posiciones grupales y personales de quienes dicen estar con el proceso pero que no tienen ningún compromiso con el colectivo, pudiéramos perder escaños en el parlamento, lo cual beneficiaria a la oposición golpista y perjudicaría a todos los sectores populares, puesto que la reversión de los avances obtenidos hasta la fecha sería un golpe mortal a los más necesitados.

Como comunicadores sociales, no hacemos otra cosa que recoger la voz del pueblo, que como dice el Comandante Presidente Hugo Chávez, es la voz de Dios. Con esa voz de Dios, elevamos nuestra angustia hasta las instancias que puedan corregir estos vicios que sabemos son parte de todo proceso revolucionario, porque no hay escenario de este tipo donde no se coleen los “Zorros y Camaleones”. Solo que hace falta voluntad para enfrentarlos y no permitirles que se adueñen de los espacios conquistados con la sangre y sudor del pueblo.

Quedamos estupefactos, cuando oímos los testimonios de una joven dirigente, de quien tenemos la certeza es una auténtica revolucionaria, porque su voz se quebraba al tener que admitir , que hubo casos vergonzosos inclusos de presuntos amedrentamiento a electores, por parte de grupos violentos, que en la región todos conocemos sus frutos.

Amén de las presuntas presiones y manipulaciones contra gente sencilla, que es beneficiaria de las misiones educativas y sociales que ha lanzado el gobierno revolucionario, como medio para derrotar la exclusión y tratar de vencer la burocracia de las estructuras heredadas de la IV República, que entorpecen el avance de la revolución.

El acto del domingo apartando esas pifias tenemos que verlo como la continuación de aquella gesta de hace 200 años; el 19 de abril de 1810.

A la luz de este acontecimiento tenemos que juzgar el acto del domingo. Aquel 19 de abril, no todos los que estaban presentes eran afectos a la causa republicana. Muchos trataron de manipular incluso con la creación de la Junta para la defensa de los derechos de Don Fernando, Rey de España. Allí estuvo la jugada republicana, los líderes revolucionarios que estaban claros en sus objetivos, no abandonaron la sala, por el contrario auparon la iniciativa y desde la junta conservadora echaron las bases para crear la primera república libre en la América colonial, cuya fundación continúa en pleno de sarrollo, con la revolución bolivariana.

Ante este episodio, que si lo magnificamos viene a crear incertidumbre, desilusión y confusión, tenemos que templar la conciencia revolucionaria, fortalecer los consejos comunales, consejos obreros, consejos estudiantiles, consejos profesionales, para avanzar hacía las comunas y desde allí aupar el Estado Comunal, que es el verdadero gobierno del pueblo.

Solo nosotros con nuestra conciencia, con convicción, voluntad y fervor revolucionario, podemos enmendar los vicios, porque si fortalecemos la organización comunitaria al paso que lo exige el proceso, podemos revocar a quienes nos traicionen y en su lugar elegir a revolucionarios auténticos.

Por ahora vamos con todo a fortalecer la revolución sin darle el gusto a los provocadores. Vamos a invertir la pirámide del Poder con el Estado Comunal, donde el pueblo organizado va a ser el dueño del poder, con el Ejecutivo, como facilitador de los procesos. Es la única a vía para erradicar los vicios que infectan al proceso.

(*)Periodista

CNP 2414

cd2620@gmail.com

Cadiz 2021@yahoo.es


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Cástor Díaz(*)

Periodista CNP 2414

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