Anatomía fisiológica de una ley orgánica cultura de salud social para la suspensión definitiva del actual derecho neoliberal.
Debe ser integralmente vinculada a todas las orgánicas leyes ya que una reforma paliativa desvinculada con los distintos sectores nacionales cultural es opuesta a la revolución, es anti socialismo puro de anti justicia social procesal amparada en un esquema de estructural e ideología institucional ilusoria que mantiene viva en la práctica el clientelar politiquero ineficaz y retardatario de las funciones progresistas productivos para los concretos intereses populares permutándolos por de los intereses sesgados clasistas burocráticos.
El “Estado de derecho” actual con sus iniciativas y principios jurídicos abstractos formales no sigue una doctrina de derecho socialista pleno, es pseudo-universal no ha podido encausar la concurrencia para resolver efectivamente un metabolismo cultural; ley orgánica para la cultura venezolana, de donde derivará la salud social psicológica materialista -con todo y haberse interesado un porcentaje significativo del pronunciamiento por parte del pueblo con sus cultores naturales - Ah.. .pero no es conveniente a los políticos ministeriales por diversas razones del aparato estatal cultural actual y, a la postre amenaza con disolver el todo colectivo que necesariamente en la administración de materia política socialista es anterior a las partes.
Más reformas privilegiadas representativas de un clan en nombre de otra “sociedad posible”; -creyendo que el poder popular es pendejo- esto es puro pragmatismo burócrata demagogo que prolonga el cese o suspensión definitiva del derecho capitalista actual que les beneficia ampliamente impidiendo la formal evolución de las distintas manifestaciones culturales como relaciones de real política administrada desde y en el poder de base popular, “pueblo sabio y paciente” el poder manifiesto culturalmente social a través de la ley anticuerpo contra las infecciones del capital explotador.
La ley integral orgánica de la cultura concebida como el conjunto de títulos y capítulos que expliquen cómo hacerlas programar, administrar, cumplir evaluar y sancionar, -medidas virtudes del Bien colectivo- una cultura eficaz de sistema de justicia socialista en las manifestaciones humanas y, en sintonía con la concepción de centros de investigación, producción e industria de conocimientos, “industrias culturales endógenas” para la ciencia y tecnología, -según Izarra, W. - sostendría e impulsaría las categorías de formación y difusión ideológica de la sustancia del socialismo, parafraseándolo. Tan importante en el intercambio psíquico conductual materialista productivo propio nacional con el patrimonio cultural de otras Naciones, de la Humanidad misma. Pero la malversación psicótico politiquera es grandemente interesada
La creación es libre. pero ajustada a las normas sociales de bien, cultura es todo, todo lo que una civilización efectúa o deja de hacer, son acciones de hecho inteligibles o de hechos tangibles, ejercicio cognitivo rodrígueano, colectivos e individuales inherentes a la condición del “Ser” de la humanidad y cuyo resultado es llamado Cultura. - ¿Pero, quién define la libertad? ¿El estado Cultural Socialista?¿ Es claro y evidente para todos que la libertad implica proporcionalmente mayor responsabilidad, y deberes?
En mi opinión, creo que ese contenido al que alude la libertad está abierto, indefinido y, a los efectos de la presente ley debe ser certeramente precisado filológicamente al detalle; pues de la adecuada y pertinente definición conceptual donde se asienten los principios fundamentales y definiciones para su aplicabilidad que es lo importante y real a su vez que coexisten dentro de la sociedad venezolana, será punto de partida asumido como enunciados categóricos universales afirmativos; determinantes de cuáles deben ser las coordenadas jurídicas de la acción para el ejercicio de derecho del Estado. Legislatura del poder popular.
Y esta acción, como acción del Estado hacia lo cultural en sus más variados sectores nacionales marcaría rutas, mapas conceptuales innovadores ejes fundamentales para viabilizar, fomentar, estimular, promover, garantizar y proteger la referida libertad de creación en paralelo con su organización administrativa como espíritu absoluto todo mismo, -el pueblo todo sin distinción,-- donde emerge y converge el desarrollo de la cultura nacional. La diferencia la confiere la voluntad particular
Por lo tanto, que la formación de una ética en contenidos de valores de bienestar, solidaridad, respeto a la vida, amor a la naturaleza, al prójimo, la patria entre otros, allanará la conciencia psicológica y religiosa humana, será revolucionaria materialismo dialéctico si se refleja concretamente en la práctica cotidiana “metafísica de las costumbres” será la comunión de la comunidad para con la exigencia interior de la experiencia comunitaria. La plena presencia de la comunidad espiritual, del pueblo y su Estado. La ostia socialista
Para así poder lograr difundir la metódica revolucionaria desde abajo hacia arriba, para democratizar con y, en la virtud de hechos, “cultura del empleo productivo y la vivienda familiar del estado docente” del bien colectivo. Alfabetización espiritual-ideológica para la conciencia de la necesaria y moderna ciudad estado, la Venezuela Socialista XXI.
La alianza de la referida ley orgánica es la plataforma, faro guía hermenéutico e iluminador, que le da sustentabilidad al constructo inteligible de la formación ideológica y, su conciencia política para el mundo de lo real y concreto, a través de la también ley orgánica de educación, trabajo, tierras, ecología y vivienda, y leyes especiales que juegan el rol de intermediación entre el estado y las comunidades, ahora erigidas como consejos comunales, gobierno puro y legitimo con sus respectivos voceros presentes en los consejos federales de gobierno.
Contribuyendo así con el poder del Estado para la defensa integral de la Nación, pues no se debe olvidar que la cultura es un asunto de seguridad de Estado.
Una ley integral orgánica de la cultura que estipule la trasferencia del poder a sus comunidades, confiriéndole al colectivo preparado, organizado y consciente de esta gestión su potestad cultural, su autodeterminación.
Abriendo con ello variadas y diversas instancias de poder, tradicional y actualmente apropiadas por las cuotas partidistas, y los intereses individuales, al propio y legitimo poder popular, la comuna. Cultura permutada por la cultura innovadora social justiciera.
Es aquí donde el imperativo categórico de la voluntad individual debe intervenir, se debe hacer efectivo-presente en la sociedad de su tiempo. Revolución y Hombre no unidimensional protagonistas de su ámbito en la exposición de necesidades-motivos que quiere normar en justa ley ecológica.
Y, el hombre en la posesión cierta del conocimiento para la acción debe ejercer esta voluntad ya que le es inherente a su condición humana, ahora como revolucionario cabal.
La virtud se hace virtud real en su práctica didáctica social; el conocimiento es poder para uso del bienestar común solo cuando el objeto que le estimula-mueve, es el “logos” o pensamiento humano, es la Voluntad por, desde y, para el Bien. Democracia Socialista. La ideología y su concreción real sin plena y cabal entendimiento y conciencia de ello no existe. No es práctica común y cotidiana.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 1999
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