Como lo veo lo escribo CLVIII Tres en uno

¿De cual socialismo hablamos?

Toda la vida había pensado, que cuando nos referíamos al socialismo se hacia en el sentido social, es decir, doctrina y conducta del “ser y el hacer” para obtener el titulo de buen ciudadano, con mas grandeza que el de Libertador, como lo expreso el mismo Simón Bolívar.

“Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque éste emana de la guerra y aquel emana de las leyes… Cambiadme, Señores, todos mis dictados por el de buen ciudadano”…

Y creo que seguiré toda la vida con la convicción de que es posible fundar una sociedad más equitativa que contribuya al progreso moral y material de la humanidad,  a pesar de que en el diccionario y en las mentes de muchos de nuestros dirigentes se expresa lo siguiente:

“El socialismo es un orden socioeconómico basado en la propiedad pública de los medios de producción, el control colectivo y planificado de la economía por parte de la sociedad como un entero.”

Definición tan fría y mercantilista, que nunca podría calar dentro de una nación donde los sentimientos y la pasión acompañan nuestras fibras. Solo los europeos han intentado llevarla adelante y hasta ahora han fracasado. El socialismo venezolano, sin duda alguna, se encuentra entre las ideas y  procederes de los próceres de la independencia, entre ellos Simón Bolívar. Civiles y militares que con su sangre le dieron vida a esta patria grande. ¿Porque buscar afuera, porque adoptar doctrinas foráneas?, si tenemos un decálogo  propio para formar al hombre nuevo. ¿Qué nos impide aceptar el Socialismo Bolivariano?

“Los manejadores de gente”

Quiero aclarar, que llamo así, a los que tienen el talento y la capacidad para proponer, dirigir y ejecutar su idea en el entorno de su comunidad. Ahora bien; si utiliza estas aptitudes para mal, al final caerá en desgracia; si al contrario las emplea  para el bien de la patria y su pueblo, perdurará para siempre. Ejemplos hay muchos como el de Bolívar, proeza que siempre esperamos se transmita, a la persona, que las circunstancias lleven a ser el máximo líder de Venezuela.

Sin embargo, los manejadores de gente pueden llevar a conductas como las siguientes:

A negar la virtud de la conciencia y la ética, al aconsejar  votar por el partido y no por quienes lo representan, no importa que este haya sido un fracaso en su gestión, no importa su incapacidad ni su ineficiencia, ni su caradurismo al no cumplir lo que haría un verdadero revolucionario; renunciar en bien del proceso y seguir la lucha donde sea bueno, y hasta rechazar un cargo para el que no se sienta competente, así sea el mismísimo Comandante quien se lo ofrezca.

O lo que  se esta viendo en las propagandas de unos y otros, donde los argumentos son por un lado la inseguridad y la corrupción en el chavismo y por el otro, que es el que más duele, unos compatriotas basando su campaña en lo que hicieron y seguirán haciendo los escuálidos de mente. ¿Y que pasó con los problemas que está sufriendo la patria? ¿La nueva Asamblea los resolverá o seguirá el tejemaneje entre “los manejadores de gente”?

Yo llamaría a votar por el Proceso Bolivariano, aclarándole a mi conciencia y a mi ética; que seguiré en mi lucha para que se corrija el rumbo y se cumplan verdaderamente los sueños de Bolívar, que siguen siendo los sueños de la mayoría de los venezolanos. Lo que pasa es que en algunos aflora a cada instante y en otros no ha despertado por que “los manejadores de gente” los tienen confundidos o sometidos con dadivas, promesas y hasta amenazas.
No sé si los primeros manejadores de gente se manifestaron cuando el pueblo judío prefirió libertar a Barrabas y condenar a Jesús de Nazaret, o se manifestó cuando los presentes en una plaza dijeron que no al Capitán Emparan. Lo que si sé es que como dijo Bolívar, debemos elegir “hombres virtuosos, patriotas e ilustrados para poder constituir Republica”, es decir, que aquellos que han caído en corrupción, han traicionado a la Patria o por desconocimiento, han sido incapaces o ineficientes en su cargo, no deberían ser elegidos para ningún cargo público.
 
Es una verdad, lo que señala el compatriota, Antonio Daza en su escrito titulado “No es votar por votar” publicado, en Aporrea el 06/09/10; y le hago llegar mi reconocimiento. “el de buen ciudadano”, por su actitud, que le debe servir de escudo contra cualquier ataque malsano, porque su intención es que se comience a tener “conciencia de pueblo con poder para ejercerlo”. Menos mal que yo no tengo ese problema, en mi circuito son caras nuevas, gente joven que cuentan con mi voto pero si van a la asamblea a solo para alzar la mano, que se olviden de mí para la siguiente y si piden un revocatorio, para sacarlo antes, que no cuenten con mi voto para defenderlos, aunque no votaría en contra, porque eso sería traición a los ideales, que unos cuantos no podrían cercenar jamás con su indolencia.

¡A tomar sus banderas!

La ausencia física del camarada Tascón, significó un duro golpe para los que creemos en el Socialismo Bolivariano; siempre respetuoso, sincero y humilde, así era García Ponce. No puedo olvidar aquella vez, en la Avenida Bolívar , ya medio vacía, después de una inmensa marcha, cuando me le acerqué y le presenté a mi hijo menor; hablamos poco yo sólo observaba como miraba hacia la tarima presidencial, pero hasta ahora no he podido descifrar esa mirada. Otro camarada, que como Ortega Díaz, nos deja el ejemplo de fidelidad a sus ideales socialistas y revolucionarios. Tomemos sus banderas y enarbolémosla bien en alto para hacerles reconocer a “los manejadores de gente” vengan de donde vengan, que no somos borregos de nadie. Que si alguien cae; será por su culpa por no comportarse a la altura con su pueblo y traicionar, de alguna forma, los sueños Bolivarianos.


luisdiaz152@yahoo.es



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Luis Díaz


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