Seguir pretendiendo compartir con el enemigo, esperando que él nos entienda es el supuesto que muchos y muchas mejilluos pretenden. Ecuador es el ejemplo palpable de lo único que nos espera, así se den las concesiones que se pretendan dar a quien su misión es desaparecernos.
Nuestra revolución con la mira puesta en el socialismo humanista, como bien debe ser, es imposible cristalizarla mientras las armas siempre a tiro del capitalismo estén aceitadas y compartiendo el mismo armario.
Es imposible nuestro camino a esa forma política que el mundo espera, mientras los medios contrarrevolucionarios de la prensa local e internacional cuentan con la tecnología de punta más avanzada, mercenarios de la información bien pagados, laboratorios de prensa altamente asesorados y con oficinas legales en nuestro propio territorio, y los más asombroso, la permisividad para que organismo proimperialistas ya identificados financien esas guaridas de hienas.
Es imposible, porque no se puede construir ética social y humanista siempre y cuando, el funcionario público, desde la labor más humilde hasta la más encumbrada, tenga la tentación de meter mano al erario público. ¿Por qué? Porque una camisa o cualquier prenda de vestir se exhibe en las vitrinas de almacenes y centros comerciales capitalistas como artículos de “marca” y de moda, y son “mejores” que los productos nacionales; es imposible, mientras la fachada de mi casa y los electrodomésticos y otras tuercas que se requiera para hacerla digna cuesten un realero; es imposible mientras el carro tenga que ser “importado” y del año, para competir con el del vecino y si no alcanza pál carro, no me subo al bus o al Metro porque el taxi con aire está en la esquina a la orden. Y todo lo descrito antes, cuesta dinero o sea, capital.
Así como vamos es imposible, porque todos los gastos de un hogar, sostener una pequeña finca o empresa, o darnos un momento de recreación en cualquiera de las “clases sociales” que estratifica nuestro socialismo de 12 años, requieren de productos y consumo básico que oferta un micro-mercado socialista improvisado, sin alicientes y publicidad adecuada, y que también oferta un macro-mercado bien organizado para el engaño y una publicidad llena de todos los subterfugios.
Es imposible, porque mientras el Gobierno Nacional o estadal inaugura o refacciona escuelas y hospitales todos los días, hace carreteras y pavimenta calles, y nuestros medios hacen un noticia de uno o dos minutos, los medios de la canalla, hacen un documental de media hora sobre la escuelita o el dispensario médico o de los huecos de una vía de cualquier rincón del territorio Nacional que esté en mal estado.
Es imposible, porque los innumerables logros de la revolución bolivariana en cuestiones de salud, ambiente, seguridad, laboral, y en general socioeconómicos en todas las provincias del país, pasan desapercibidos para el resto de la nación y el mundo, porque los medios alternativos de la provincia no son financiados adecuadamente para que puedan hacer su trabajo como Dios manda; mientras, los medios contrarrevolucionarios de la provincia que sobrepasan los cien, en cuanto a prensa escrita, se encargan a diestra y siniestra de tapar esa labor socioeconómica que desarrolla el Gobierno. Y en cuanto a esto, si algo está haciendo daño a nuestro proceso, es la prensa regional en todas sus expresiones. Olvida el Gobierno central que la pelea más encarnizada que tiene el mundo normal, es contra la locura de los medios de la canalla. Haciendo el correspondiente llamado a los programas televisivos y radiales de la revolución con este fin, para que también mencionen las mentiras de los medios de la derecha regionales.
Es imposible, mientras sigamos haciendo política cuarta- republicana, regalando licuadoras, cocinas y cuanta bagatela se acostumbra dar para dizque comprar conciencias. ¿No hace lo mismo la canalla oligarquía desde que el mundo es mundo?
Es imposible el desarrollo socialista, porque la macrodemocracia que ejercemos, ese natural enemigo nunca la aceptará. Esta macrodemocracia que pisotea quien entiende más que todos los socialistas del mundo, brinda al mismo tiempo, una macro- libertad que en ningún país del mundo se permite. Dormir con el enemigo sabiendo sus oscuras pesadillas, es darle el tiempo necesario para que sonámbulo despierto nos corte el guargüero.
Es imposible, porque mientras la prensa de la derecha tiene medios especializados en noticias y opinión, nuestra revolución desperdicia a Tves con una programación que no llama la atención debida. ¿No puede Tves convertirse en un medio de noticias 24 horas y retransmitir programas como los de Alberto Nolia y traer y llevar documentales que denuncian la mentira de la canalla mundial? ¿Y será muy difícil que VTV le haga publicidad con su nueva programación a su hermana Tves? Seguirá siendo imposible nuestro camino al socialismo, si no hacemos lo imposible aunque parezca imposible.
hernando2048@gmail.com
*Periodista
¡Patria Socialista o muerte!
¡Chávez es socialismo!
¡Viva Piedad Córdoba!
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