Chávez en la calle dejando de lado a la burocracia, convirtiendo edificios públicos en vivienda, vetando la Ley de Educación Superior, devolviendo la Ley Habilitante, comprometiéndose en asambleas de ciudadanos, está fortaleciendo el piso de la democracia participativa, pues de hecho ha dado un paso hacia el mandato imperativo. Debe irse completando con el compromiso que los ciudadanos vayan adquiriendo, pues deben ser parte de la solución participando en servicios públicos, y muy particularmente en procesos de autoconstrucción con respaldo del Estado, para crear viviendas e infraestructura física.
Es también un salto en la posibilidad de avanzar hacia un pueblo legislador como parte del proceso de empoderamiento de la gente.
De nuevo ha llamado a la oposición y al capital privado a que participen en las soluciones. Cuando el golpe de abril de 2002, Chávez restableció en sus cargos a la burocracia de Pdvsa, no solicitó abrir juicio a los medios de comunicación golpistas y llamó al diálogo. La oposición salió a organizar el paro petrolero. Si se equivocan de nuevo, el pueblo legislador-empoderado podría, con Fernando, tomar las decisiones necesarias.
Hay que cumplir con los compromisos y cubrir los pasivos sociales pendientes como la Ley del Trabajo, la vivienda, el perfeccionamiento de la salud, la educación, la seguridad, la inflación.
El desarrollo desde dentro debe avanzar hacia la creación de otros polos de desarrollo, otro modelo de ciudad, producir alimentos y otros bienes y servicios esenciales. La agricultura urbana, los huertos familiares y comunales, las cooperativas, la pequeña y la mediana producción, el desarrollo de la propiedad social, deben ser la base para que prosperen nuevos valores, para que el egoísmo y el mercado capitalista dejen de ser los ejes. Ello requiere transformar la burocracia pública y revolucionar al que revoluciona.
Viene otra crisis alimentaria mundial. Los precios de los alimentos crecieron 32% entre junio y diciembre del 2010. Los métodos de la burocracia pública y un sector privado que sólo persigue ganancias, no nos salvarán de la escasez y la inflación. No será suficiente con decir que hay un factor externo que condiciona los resultados. Las asambleas de ciudadanos nos reclamarán los compromisos adquiridos.
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