(De cómo los valores de las mercancías se transforman en Precios de Producción1)

El Problema de la Transformación, Segunda Edición

Las mercancías, o productos mercadeables por compraventa, y no por trueque, suelen valorarse en base a su particular capacidad utilitaria para satisfacer determinada necesidad ora fisiológica, ora artística, material o espiritual. Sobre esa connotación, hablamos de valores de uso, y a estos se les pone precio que connota otra cosa. Esos valores de uso tienen un determinado valor de cambio que le sirve a los productores y comerciantes para fijar los precios de venta, según el valor trabajo, cuya unidad de medida es el tiempo de trabajo socialmente necesario2.Las desviaciones de la ofertademanda (escasez) sólo son desajustes en la producción, pero no en los valores de las mercancías.

La tesis marxiana, acerca de la teoría del valor, y a manera de continuidad y perfeccionamiento de la introducida por los clásicos de la Economía Política (principalmente por el “naturalista” y librecambista3 Adam Smith, y por   el humanista David Ricardo), introdujo el concepto de: precios de producción, como el trasunto económico de los valores de cambio de las mercancías al salir al mercado para ser vendidas como productos de capital, y no como simples mercancías.4

    Se trata de una auténtica metamorfosis macroeconómica que da cuenta de las diferentes tasas de ganancia  con las que opera  microeconómicamente el universo  de productores, de tal manera que termine privando una tasa media satisfactoria para todos los coprotagonistas de la producción y venta de sus diferentes mercancías durante determinado periodo económico.

 Digamos que el proceso económico asalariado que parte de todos, se distribuye en alícuotas e individualidades estadísticamente conformes mediante mecanismos de apariencia mercantil microeconómica pero sobre una plataforma ineluctablemente macroproductiva.

   Estos valores de cambio han representado el principal escollo para los estudiosos de la fuente de la riqueza, entendida ésta en términos de bienes y servicios varios. Efectivamente, desde hace más de 100 años, teóricos y estudiosos de diferentes y hasta encontradas concepciones ideológicas no arriban a una solución única para el problema del valor de cambio de las mercancías, cuando ellas entran en competencia unas con otras sin importar sus diferencias como valores de uso, ni según salgan de la empresa A, B, o Che.

   El caso es que, mientras unos teóricos atribuyen al mercado la fuente de las ganancias industriales, el enfoque marxiano la finca en el propio proceso productivo y antes de su comercialización. En el siguiente juego de cuadros estadísticos ofrezco mi aporte teórico de cara a resolver dicho problema, y mediante el cual quedaría matemáticamente demostrado que toda ganancia procede en última instancia del trabajo impago que hace el patronato a sus asalariados.

   Se demostrará que las mercancías se venden a precios de producción, es decir: a unos precios que permiten que la “plusvalía” global y macroeconómicamente extraída se distribuya equitativamente entre todo el empresariado microeconómicamente atomizado en unos industriales por acá, otro por allá, aquí y acullá. Digamos que cada capitalista recibe ganancias relativas iguales a las de los demás capitalistas, según su capital personal invertido, y no según la plusvalía que le arranque a sus asalariados en su fábrica.

 Dichos precios de producción impiden    que algunos vendedores   retengan para sí el 100% de su plusvalía individual, y permiten que otros, aunque operen en peores condiciones de explotación y con mayor tecnología, reciban más de 100% del plusvalor que sus trabajadores particulares les hayan dejado en sus empresas e inventarios.5

La siguiente solución supone un régimen cerrado en equilibrio simple. Con ella se demuestra que los precios son expresiones ex post de los valores ex ante de las mercancías, o sea: que toda ganancia burguesa deriva del valor-trabajo excedente de los asalariados, al margen de las demás ganancias especulativas de mercado.i


Para: c = capital constante; v = c. variable, y p = plusvalor sectorial. Todas estas variables aparecen asignadas a los sectores productivos: I, de medios de producción constantes, y II, de bienes de consumo final.

En ese cuadro 1, por su forma y valor, el equilibrio simple respeta la condición básica: c2 = v1 + p1. Es como decir: el sector II termina trocando el valor de sus medios de producción, convertidos en bienes de consumo, (c2) por el valor del trabajo creado en el sector I (v1 + pl1), transformado en medios de producción.  


En ese Cuadro 2 se plasma un módulo numérico de equilibrio inestable, con tasas de ganancias   y composiciones orgánicas impares. Unos ganarían más y otros menos; tal situación es insostenible.



En cambio, de ese Cuadro 3 inferimos:

Las mercancías salen de sus empresas con valores originalmente creados según la fuerza de trabajo usada durante tiempos socialmente necesarios, que luego, debido a migraciones competitivas, terminan convertidos en precios de producción. Se forma así una tasa uniforme de ganancia (15,4%), o tasa media para ambos sectores del ejemplo, y tasa que satisface por igual a todo el empresariado, indistintamente del rubro económico al que destine sus inversiones lo cual le imprime estabilidad a la economía en general.

Obsérvese que en el Cuadro 3 hemos colocado las Demanda y Oferta del Sector I en una sola línea, y las Oferta y Demanda del Sector II en la segunda línea. Tales valores para esas demandas y ofertas las hemos hecho corresponder recíprocamente y sus datos representan los valores tanto ofrecidos como demandados , y viceversa, en el sentido de que representan los precios de producción en que quedan transformados los valores de la Cuadro 2, precios de producción que están dispuestos a reconocerse entre sí los dos sectores involucrados.

Así, el Sector ofrece en pago bienes de consumo cuyo valor es 84,6 (columna “c” izquierda), a cambio de un valor de 80 (col. “c”, derecha) que es el valor de su demanda en medios de producción procedentes del Sector I, demanda que satisface este Sector I al precio de 84,6 (columnas “v” y “g” izquierda); tal es el precio de producción que funciona para el Sector I.

Esta transacción, desventajosa para el sector II, que entrega más valor que el que recibe, va con cargo al sacrificio parcial de su plusvalor particular, pues, en vez de consumir un valor de 20 en bienes de consumo (Cuadro 2, columna “g” ), apenas consume su plusvalor reducido al valor de 15,4 (Cuadro 3, columna “p y g” derecha). Ekl valor de plusvalor que sacrifica el Sector II va con cargo al sobreprecio o precio de producción que este sector paga por un valor de medios de producción cuyo valor es igual a 80 (columnas “v” y “p y g”-I).

Una mejor comprensión de esta transformación, con un nivel de concreción de segundo orden, es la siguiente:

Del Cuadro 3, compárese el valor de la oferta del valor “cv2”-II, izquierda, con la que II paga su demanda = 80, con la oferta [“vv I” + “gv1”- I (80) derecha]. También compárese: Cuadro 2, columna “g”- II (20), con Cuadro 3, columna “g”- II (15,4).

Tal es el proceso de transformación de los valores de las mercancías en precios de producción, y que demuestra cuantitativamente el indubitable origen laboral de toda ganancia.

P: D.: Este trabajo lo presenté como “paper” en la XL Convención de AsoVac, 1990, y también como Trabajo de ascenso para Profesor Asociado en la UPEL, Maracay.


1Los “precios de producción” son la medida social o macroeconómica del valor promedio de toda la producción al que deben salir de las fábricas al mercado las mercancías producidas globalmente con capitales individuales que normalmente difieren en sus “composiciones orgánicas”, es decir, producidas por capitales con diferentes tasas de ganancia, a pesar de operar y explotar a sus asalariados con igual tasa de plusvalía. Se trata de un segundo nivel de concreción al que Marx se eleva a partir del valor trabajo, abstracto o común para todas las mercancía, precios de p. ajustados competitivamente en mercados libres capitalistas, alrededor de los cuales se formarían los precios de mercado cuando el juego de la ofertademanda así los determine en un segundo momento. En el Libro I, El Capital, se trata el valor de las mercancías como expresión del contenido de trabajo realizado por los asalariados, un valor socialmente estimado y medido por el tiempo de trabajo empleado, y valor al se venderían las mercancías como tales y no como productos de capitales que aspiran iguales tasas de ganancia, independientemente de su composición orgánica e independiente también de las tasas de ganancia individuales con que operen los capitalistas individuales. . El valor, pues, rige en la economía simple, y los precios de producción son los valores medios de toda la producción donde interviene toda la masa de capital empleado en la explotación de todos los aslaraidos, según lo recogió Marx en El Capital, Libro Tercero, Sección II, Cap. IX.


2Carlos Marx, Ob. cit, Libro Primero, Sección Primera, Cap. I.


3Economista, de origen escocés, introdujo y abogó por la política del librecambio, hoy reeditada como neoliberalismo.


4Ver la nota 1.


5Carlos Marx, El Capital, Libro Tercero, Sección Segunda, Cap. X


i En el Cuadro 1 aparece una un superíndice “3/” que se refiere a las siglas SPG = Producto Social Global, tomadas del inglés.




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Manuel C. Martínez M.


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