Varios asuntos se discuten con insistencia dentro de la Revolución Bolivariana : el papel del Estado, la propiedad, las clases sociales, todos de mucho interés.
Aquí nos referiremos a uno que creemos crucial, se trata del papel de la clase media o pequeña burguesía en la Revolución. ¿Dirige o es dirigida? De la respuesta depende el rumbo de la Revolución. Veamos.
Lo primero que debemos precisar es que las ideologías migran. Esto significa que la ideología de una clase puede ser adoptada por otra clase. Es así, la clase hegemónica coloniza las almas de las clases dominadas, este es el fundamento de la dominación. De esta manera una clase minoritaria puede conducir a toda la sociedad.
Siendo así, lo importante en el análisis es la ideología que conduce el proceso, más que el número de la clase que dirige. Lo importante no es el origen de clase de los dirigentes, sino la ideología que los impregna. Recordemos que ortega el golpista era un obrero, y Gustavo Machado, el gran líder revolucionario, era un burgués, Engels era un dueño de fábricas y Bolívar… mantuano.
Confundir clase con ideología de esa clase, conduce a serios errores.
Entonces, no se puede concluir que esta Revolución la dirige la clase media, la pequeña burguesía, porque numerosos cuadros del gobierno vengan de esa clase.
Lo correcto, lo beneficioso para el avance revolucionario es dilucidar qué ideología dirige y cuál tiene posibilidades de conducirnos hacia el Socialismo. O para ser más precisos, cuáles ideologías disputan la hegemonía de esta Revolución. Dilucidemos.
Son dos las ideologías que se disputan la hegemonía de una Revolución: la ideología capitalista y la ideología Socialista, y toda manifestación ideológica se inscribe en alguna de ellas.
La ideología de la pequeña burguesía es una variante de la ideología capitalista, caracterizada por ser vergonzante y defender siempre al capitalismo: unas veces de manera clara, cuando está a la derecha, y otras de manera oblicua, cuando funge de revolucionaria.
Es una ideología pusilánime que oscila entre el deseo de elevarse a la clase burguesa que imita, el temor a no poder lograrlo, y en el intento, descender a los infiernos de la pobreza. Esta ideología medrosa, en funciones de Revolución, oscila entre una retórica revolucionaria, de denuncia de los males del capitalismo, y una práctica capitalista.
Sus propuestas en todos los campos sociales son fragmentadoras. Así, al Poder Popular, a la organización política, a la economía, a todo, lo convierten en un sarcasmo de Revolución.
Esta ideología pequeño burguesa, de la clase media ¡no puede dirigir a una Revolución! Sólo puede organizar su funeral.
La única ideología capaz de hacer Revolución es la Ideología del Proletariado. Esta puede encarnar en otros sectores sociales y dirigir el proceso, pero en algún momento debe encontrarse con su clase, los obreros, hacerlos conscientes y colocarlos a la vanguardia de la Revolución.
La clase media, la pequeña burguesía, debe integrarse a estos procesos revolucionarios, adoptar la ideología revolucionaria. Lo demás es pirotecnia ideológica.
¡Con Chávez resteaos!