El contenido de este artículo, está cargado de reflexión, la metafísica acomodaticia filtrada con la ley del embudo, donde lo grueso siempre será para el imperio y lo delgado para los países del patio trasero, señala que no debemos pensar en lo malo, porque siempre atraeremos cosas malas. Y nos limitan sólo a pensar como mendigos, cuando en realidad podemos pensar a lo grande, como lo es planificar, pensar y actuar en colectivo, cargado de conciencia nacional, ya que la vida es como el juego de ajedrez, pensar la jugada a futuro, armar estrategias a futuro.
Es decir, en la vida debemos jugar posiciones adelantadas, nuestro Libertador Simón Bolívar jugó adelantándose a su presente; es decir, juega con nosotros en nuestro presente. Nosotros no podemos conformarnos con este presente, también debemos colectivamente jugar a futuro, para que los biznietos de nuestros biznietos, capten ese presente y se proyecten también hacia el futuro, siempre jugando posiciones adelantadas.
Pueblo y Militares juntos: Es tiempo de reflexión, pero no es tiempo de deponer nuestra voluntad en las armas de nuestra revolución: La pluma, la tinta, el papel, el debate de ideas y todo lo bailao: debemos aferrarnos a lo que hemos conquistado. Dicen que nadie nace para semilla, pero creo estamos viviendo en un semillero, que aún quizás no germina.
Lo cierto es, que no podemos permitirnos dejar pasar esta gran oportunidad de aprender más de nuestro máximo líder Hugo Chávez. No podemos esperar que se nos muera, para luego salir diciendo, tan bueno que era y no aprendimos nada de él.
La verdadera revolución radical, bolivariana y socialista, la impulsará el pueblo entero conjuntamente con nuestra FANB, cuando logremos adquirir plena conciencia nacional, que todos pensemos y actuemos como en un solo uno, con el todo por el todo.
Me explico, pensar y actuar, como piensa y actúa nuestro Presidente Chávez, cuyo pensamiento y actuación, es identifico a como piensa y actúa cualquier compatriota de nuestra Patria. No se trata de vivir con pensamiento único, sino tener pensamiento único para vivir el socialismo viviendo.
¡Ah! para pensar y actuar así, tenemos que seguir aprendiendo de nuestro propio Presidente, quien por excelencia, maneja a la perfección la estrategia y la táctica, sin demagogia. No es déspota, ni tampoco hipócrita.
¿Quién como Hugo Chávez? Ninguno, por eso es que sostenemos que ¡con Chávez todo, sin Chávez nada!; pero caemos en un grave error. Debemos decir y sostener que: “¡Con Chávez todo! ¿Y sin Chávez?: ¡Todos unidos con el Socialismo Bolivariano!”
No quiero ser un aguafiestas contra ese fuerte vínculo político entre el pueblo y Chávez, donde el amor se paga con amor. Y que quede bien claro, que si no queremos el retorno de la cuarta república, no basta con decir que no volverán, porque es mentira. Lo que quiero decir, que el pueblo debe hacer un pacto moral y espiritual con el Presidente Chávez, para no jugar camonina con los votos de la revolución. Porque después de Chávez, estaremos nosotros transitando el socialismo bolivariano.
Por eso la importancia vital que tiene la "formación ideológica" necesaria en los constructores del socialismo, no caerá del cielo, ni la introducirá nadie en las mentes de los bolivarianos. Sólo la alcanzará a tener cada uno de nosotros como resultado de la praxis revolucionaria en la construcción del socialismo, entendiendo dicha praxis como expresión de la conducta socialista en las numerosas tareas diarias en el estudio, en el trabajo y en la defensa de la Patria
Las cuales, vienen siendo las tres vertientes claves de la construcción del sistema socialista, el más avanzado de la humanidad, donde convergen todas las tareas revolucionarias, desde la organización de la producción y de los servicios para el pueblo, como de la organización del propio PSUV y de las instituciones bolivarianas, hasta el aprovechamiento de las jornadas recreativas de "puentes" y de vacaciones para la superación personal, de hijos y familiares, lo cual es altamente importante en la formación del futuro hombre nuevo.
Con el concepto "formación ideológica" se designa comúnmente un cierto nivel más complejo de ideología que posee un ser humano o un grupo social, en tanto ese nivel de la ideología va siendo factor decisivo en la construcción del nuevo sistema social, es decir, en la transformación del capitalismo en socialismo. No es casual que en momentos difíciles, algunos bolivarianos exclamen "¡Es que falta la formación ideológica!".
Toda esa gran parte de la sociedad venezolana, más de cinco millones de personas, que aspira a construir el socialismo tiene –sin dudas- un nivel de mayor complejidad o más elevado de formación ideológica socialista que los casi siete millones de abstencionistas del 2 de diciembre del 2006, algunos de los cuales están en un período aún de comprender las bases fundamentales de la ideología socialista, y sobre todo, de rechazar por dañino, para él y su familia, el sistema capitalista de explotación y dominación.
No obstante, aún sin una formación ideológica socialista, esos abstencionistas no optan por apoyar a las fuerzas capitalistas que a lo largo de los últimos diez años se ha estancado en los cuatro millones, para pesar de dichas fuerzas, ya que todos los años ingresan en la mayoría de edad más de doscientos mil venezolanos y las fuerzas capitalistas sólo han podido conquistar una insignificante parte de esos jóvenes, los más conservadores, los de origen oligarca y algunos aspirantes, por confusión, a ser capitalistas o a ser simples aduladores del imperio yanquis, como lo son los opositores diputaditos pitiyanquis.
Para quienes les resulta complicado entender esto de la "praxis revolucionaria" van estas líneas reflexivas. El PSUV deberá tener mucha responsabilidad y peso moral para impulsar intensamente y controlar moralmente la realización de todas las tareas de la Revolución que posibilitarán el avance de esa ansiada formación ideológica en los(as) jóvenes, los adultos(as) y los abuelos(as). Está bien que le metamos el pecho al asunto electoral, pero eso no es toda la revolución, la conciencia y transferencia del poder popular, es parte del socialismo bolivariano que todos queremos. Hasta la próxima.
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