Hugo
Chávez repite frecuentemente que “uno tiene varios nacimientos”. Es cierto. Hay
gente que luego de sufrir un grave accidente o superar alguna enfermedad, se
dice: “Volví a nacer”. También las personas que logran apartarse de un vicio
que les dominaba, exclaman con orgullo por la victoria alcanzada: “he comenzado
una nueva vida”.
En esto
casos donde lo personal predomina, se trata del agradecimiento con la
oportunidad de seguir viviendo o vivir mejor; aquí están presentes con mucha fuerza
valores de formación, religiosos o culturales, pero que constituyen un elemento
determinante del entrono moral existencial.
El
asunto con Chávez es que éste hace rato dejó de pertenecer al simple mundo de
lo personal. No basta siquiera que él diga ahora “voy a vivir más para mí”, que
va! en el caso de Hugo Chávez eso ya no es posible.
Al
entregarse al poderoso torbellino de la historia, el hombre entra en una
dimensión incontrolable por sí mismo. Su vida, en cierta forma, no le
pertenece. Un día y otro aparecerán acontecimientos independientes de su
voluntad que lo arrastrarán a estar allí donde las circunstancias obligan y no
donde el ser individual anhela.
Internamente
vivirá azotado por las contradicciones entre el deseo de vivir para el amor de
pareja, para el amor familiar, para el solaz, para los placeres de la
contemplación y la cotidianidad, para las inquietudes espirituales, para el
ansia del saber, para las creaciones particulares tan legítimas y ambicionadas;
pero todo ello quedará siempre relegado ante el insuperable imán de la
Revolución.
Esto no
es una perversión de la personalidad. Esto es una imposición histórica, una
construcción social inevitable.
García
Márquez lo expresa de esta manera en un pasaje de El Coronel no tiene quien
le escriba: “Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus
madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y
otra vez."
El ser
histórico que es Hugo Chávez, dejó de ser individuo para pasar a ser un hacedor
de historia. Estas personas no nacen así del vientre, a estas personas las hace
la vida con sus múltiples determinaciones, azares, conexiones vitales, y
razones.
Los enemigos de la Patria han acariciado con morbocidad
patológica la posibilidad de la muerte de Chavez. Han planificado e intentado
el magnicidio desde sus tiempo de candidato presidencial y siendo Presidente se
empeñaron aún más en ello.
Pero el Comandante ha superado múltiples traiciones,
atentados, golpes, reeréndum, sabotajes, paros y guarimbas, y ha ganado todas
las elecciones.
Los hermanos cubanos, cuando la derecha internacional
arreció con su campaña sobre la supuesta enfermedad fatal del Comandante en
Jefe y especularon insistentemente sobre su muerte, se burlaron del enemigo
diciendo que Fidel era como el caguairián, un árbol perenne de la flora
vernácula de la isla.
Podemos decir, parangonando la comparación, y en razón de
que en Sabaneta de Barinas cuentan con la presencia ancestral de un camoruco
gigante, inmortal, fuerte y frondoso, que nuestro Chávez es el camoruco
nacional.
Como ya el CNE fijó fecha para la próxima contienda
electoral, pués sin vacilar, digamos de una vez, a mi Camoruco voy. No pierde
con nadie.
Con Chávez en ristre y venciendo, por la gloria vivida y las victorias por venir.
*Presidente de la Comisión Nacional de Refugiados
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.
caciquenigale@yahoo.es