1. El código “genético” de la transición
La historia está pariendo a marchas forzadas la nueva sociedad global postcapitalista. En sus dolores de parto ---el colapso del Socialismo del Siglo XX, el despertar árabe, la magistral emergencia de China y las luchas democrático-anticorporativas de América Latina, Europa y Estados Unidos--- nos revela el programa de evolución futura de la humanidad. La capacidad de los sujetos sociales de: a) descifrar esos códigos de transición (evolución) postcapitalista y, b) convertirlos en programas de lucha táctica y estratégica, decidirá quiénes serán los vencedores y quiénes los vencidos, en esta crisis mundial de la civilización burguesa.
2. La bandera de lucha
La bandera de lucha de Occupy Wall Street ---Nosotros somos el 99%! Tú eres la Revolución! - We are the 99%! You are the Revolution!--- capta de una manera maravillosamente sintética y dialéctica el aspecto de praxis política de ese “genoma” de la transición postcapitalista. Acierta, en términos proféticos bíblicos, con suma precisión el papel humano encriptado en ese “Libro de Revelaciones”, que es la crisis civilizatoria burguesa actual e identifica, expresado en el lenguaje técnico de las ciencias sociales, el principal código semiológico (meme) de la liberación humana.
3. Las tres tareas de la bandera
La misión que plantea la bandera de lucha del movimiento global requiere convertir una mayoría absoluta de la población nacional en una fuerza de transformación antisistémica. Tal conversión requiere tres elementos catalizadores: 1. Líderes y cuadros de diferente nivel; 2. Una serie de valores objetivos de la lucha (un programa); 3. Una serie de valores subjetivos de la lucha (una ética, un ethos). Los restrictores de esos tres elementos requieren un debate más extenso, pero su esencia no abarca ningún misterio.
4. Líderes y transición
Un siglo y medio antes de la aparición formal de las ciencias de la complejidad Karl Marx definió con gran certeza (carta a L. Kugelman, 1871) a los líderes como una parte del azar, que opera dentro de las condiciones objetivas de la lucha. En el lenguaje científico de hoy, los definiría como productos de la constitución probabilística (determinista-aleatorio) del universo, cuya aparición y sobrevivencia influye de manera importante en los grandes procesos de transición sociales.
5. El programa de transición
El programa de transición a la sociedad postcapitalista, basada en la economía de equivalencia sustentable, orientada en los valores de trabajo (time inputs) y regida por la democracia participativa en las cuatro relaciones sociales básicas del ser humano (económica, política, cultural, militar), fue presentado en su primera versión estadística-empírica científica para la República Federal de Alemania, el 28 de octubre en la Casa de la Unión Europea en Berlin. Explicaré ese programa, que ya está disponible mundialmente en el formato electrónico Kindle, en la entrega del lunes, 19. de diciembre, en los portales progresistas de la red.
6. Los valores subjetivos de la transición
El gran revolucionario Karl Liebknecht, asesinado junto con Rosa Luxemburg el 15 de enero de 1919, en Berlin, ha formulado de manera ejemplar los valores individuales que deben guiar la praxis de las fuerzas éticas del cambio social.
Por supuesto, solo el entusiasmo (pasión) Freilich, nur Begeisterung
Puede lograr grandes obras. Kann grosse Werke vollbringen.
Convicción y confianza son necesarias. Ueberzeugung und Vertrauen ist noetig.
Claridad sobre el camino y la meta. Klarheit ueber Weg und Ziel.
Entusiasmo, convicción y confianza existen en grandes partes del movimiento mundial de cambio y, no pocas páginas de heroísmo se han escrito con la sangre de los mártires en los últimos años. Donde sí “cojea” el Movimiento Mundial de Cambio (MMC), es en la última determinación de Liebknecht: la claridad sobre el camino y la meta. Una profunda acotación de un oficial de la policía prusiana sobre el revolucionario Karl Marx ilustra este problema.
7. Soñar y pensar
Los indignados europeos formularon en su lucha una muy hermosa consigna, reminiscente del espíritu del 68: Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir. El oficial prusiano que seguía el caso de Karl Marx, apuntó en su momento con profunda inteligencia dialéctica: “Marx es peligroso, porque es un soñador que piensa y un pensador que sueña.” La ciencia crítica en simbiosis con la creatividad práctica de individuos y masas. Esa es la praxis social que debe catalizar el proceso de liberación de la humanidad que la gran partera del futuro nos está ofreciendo.