Ese señor Heinz Dieterich -mejor conocido en el bajo mundo de la CIA como “el bien pagado”- viene haciendo, desde hace cierto tiempo, un trabajito no muy discreto contra la revolución bolivariana pero, ese agente ha de saber que el cambur verde mancha. Esta vez, arremetió contra Diosdado Cabello y contra la unidad del PSUV.
Aunque se oculte, el Sol nunca deja de alumbrar; Venezuela sabe discernir el grano de la piedra, sabe a lo que atenerse y ese manido guion del que el “bien pagado” señor agente Heinz -huele a comida- hace gala, ya es cansón por lo poco creativo y por cálculos algunos de Perogrullo y otros jalados de los pelos.
Somos una generación que se extingue, verdad de Perogrullo; matemáticos estúpidos no hacen falta para venir a decirnos a los venezolanos cual ha de ser el paso siguiente ni como llevarlo a cabo, cada vez que cualquiera de nosotros desaparezca.
Venezuela, patria maravillosa, pueblo grande y bonito, es tan sabio que hasta en lo oscuro sabe atinar el camino y actualmente, anda más unido que nunca antes; así que el claro propósito de la CIA para dividirnos, nos resbala y nos sabe a mierda.
Da tristeza que con tantos problemas en México, el referido señor pierda su tiempo ocupándose de hablar baboserías de acá, de nosotros, y no voltear sus ojos hacia allá. Debería darle pena ser tan bolsa.
No es la primera vez que la CIA se entiende con dirigentes comunistas, ahí está el emblemático caso de Bolivia cuando el Ché.
Ché era demasiado hombre y su proyecto era demasiado proyecto para el partido comunista boliviano que lo traicionó, de otra forma quizá el Ché no habría sido emboscado vilmente.
Poco extraña que ahora el partido comunista de Venezuela sea punta de lanza de la CIA contra la revolución bolivariana; viene el señor Heinz a loar al PCV como la esperanza norteamericana de minar al PSUV pero esa bola es vieja acá; no puedo afirmar que la CIA le unte coima en las manos a Figuera, el mandamás del PCV, pero de que él está al servicio del enemigo no cabe duda.
Y no sólo en Bolivia -como acá en Venezuela- sino en Uruguay y en otras latitudes, lamentablemente muchos dirigentes de la clase obrera y que se hacían pasar de comunistas no siéndolo verdaderamente, transaban y así transan con los patronos, para vender la causa.
A muchos les faltaron bolas para soportar la tortura y se entregaron, de eso se trata; y, de ahí que cite al Ché impecable, ese si era comunista. Una cosa es ser comunista y otra muy distinta es ser farsante, el señor Heinz pretende meternos gato por liebre pero se equivoca de cabo a rabo.
El señor Heinz está salado, ya Adriana Azzi se le adelantó. Es poco creativo, debería repensar sus baboserías.
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