La soberanía del poder popular de Aragua, no percibió con buen gusto que los nuevos Diputados del Consejo Legislativo de Aragua conjuntamente con personeros representantes del poder popular también de Aragua, juramentaran a nuestro Gobernador Tareck El Aissami en el Hotel Maracay. Casi que hacen el acto en el terreno de golf donde funcionaba el country club de Maracay. Por cierto, saliéndome un poco del tema, en esas instalaciones ahora está un parque recreacional denominado Raúl Villanueva, donde ricos y pobres convergen y la pasan bien. Otra manera sana de hacer turismo interno. En efecto, el acceso al extinto Country Club está abierto a toda la comunidad aragüeña. El disfrute de las instalaciones será gratuito, a excepción de la piscina que tendrá un costo de BsF. 50 por adulto y 40 por niños. Las puertas del parque recreacional están francas desde el 19 de Junio de 2010, cuando fue reinaugurado por nuestro amigo Rafael Isea y quienes decidan visitar sus instalaciones tendrán otros servicios como clases de equino terapia para personas con discapacidad, clases de golf, entre otros.
La ruta de juramentación del gobernador de los pobres, arrancó por coropo jurisdicción del Municipio Francisco Linares Alcántara, donde por cierto, muchos de los asistentes, lloraron a moco suelto y no es para menos; yo también lloré y oré a la vez. Es un sentimiento muy conmovedor, tener a un gobernador carismático, solidario, humanitario, joven, que viene por la goma con mucha similitud a Hugo Chávez y juramentándose en nuestros barrios, pero a la vez todos con mucha tristeza por saber que nuestro Presidente Chávez está librando una batalla él solo contra la muerte y que nosotros no podamos ayudarlo, como lo ayudamos en el pasado con aquellos sucesos del 11 al 13 de abril de 2002. Quedan 17 municipios para que el poder popular siga juramentando a nuestro Gobernador Tareck en todos y cada uno de los municipios restantes y así iremos viviendo y venciendo y a la vez procesando nuestro propio diagnóstico, que aunados a los diagnósticos elaborados por los 18 observatorios municipales del PSUV, podremos tener en un primer trimestre un diagnóstico regional con las primeras iniciativas de arranque o de avanzada en procura de soluciones o por lo menos con la elaboración de anteproyectos sin burocracia.
Sin temor a equivocarme, al poder popular hay que orientarlo y capacitarlo para el trabajo que la revolución desea. En efecto, ya tenemos la mala experiencia de las cooperativas y de algunos consejos comunales, ahora tenemos que unirlos en comunas, donde convergen todas las misiones sociales, y que arranquen con el primer diagnóstico referente a como atacar inteligentemente a la inseguridad. Todos tenemos que ponerle el cascabel al gato. En nuestras comunidades, todos sabemos quién es quién. Las autoridades también lo saben y además todos sabemos, que dentro de las instituciones hay jefes que son jefes de bandas, pero a todos nos embarga el temor y nos convierte en víctimas y por décadas las circunstancias de modo, tiempo y lugar, nos han arrinconados, marginados a vivir en complicidad tacita, lo que nos lleva a convivir en una sociedad de cómplices. Este sistema de cosas, no es nuevo, lleva más de 40 años. Y con el exceso de democracia, este sistema de cosas, ha ganado más terreno, por ejemplo la corrupción se ha institucionalizado. Se habla mucho, que no amerita un ataque frontal con represión, sino crear conciencia para humanizar. Es una labor dificilísima, pero no imposible. Hasta la próxima entrega.
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