Bueno, llegó el Presidente. No llega totalmente restablecido, pero sin duda en franco proceso de recuperación, lo que termina con la mortificante incertidumbre que desde su partida había embargado a muchos sectores del país.
Ya sobre la conveniencia de que el jefe de estado regresara y continuara lo que faltara de tratamiento lo hiciera en el país, habíamos escrito unas líneas a un preocupado corresponsal español. Líneas que fueron publicadas en la sección “Deja un comentario” de la página digital del diario Últimas Noticas.
En ese mensaje le decía al amigo, entre otras consideraciones, que una vez realizado el acto quirúrgico y salido del post-operatorio, lo más conveniente era que el tratamiento relacionado con la enfermedad original, lo hiciera en Caracas. Y le explicaba que con ello lle levaría un poco de tranquilidad sus preocupados seguidores y, al mismo tiempo, acallaría la grita canalla de la oposición. Menos mal que así se hizo. Albricias.
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