Las dificultades que atraviesa un proceso tienen diferentes orígenes: pueden obedecer a fallas en los hombres, obstáculos materiales, defectos en la planificación, errores en la apreciación de la realidad, o pueden tener su causa en la incapacidad de la ideología que guía las acciones.
La solución de las dificultades depende del correcto diagnóstico de las causas que las producen. Si erramos en este diagnóstico, en lugar de superar los problemas los agravaremos.
Pero, no todas las causas que originan problemas tienen el mismo peso. Es la ideología el pilar fundamental de un proceso. Los extravíos en la ideología afectan todo el proceso y condicionan las medidas que se apliquen para su solución, es decir, un error en la ideología genera adversidades y simultáneamente impide soluciones.
Lo anterior es cierto para cualquier proceso, pero es cien veces más cierto si de Revolución se trata. La Revolución es un proceso que se desarrolla en situación de conflicto permanente, donde un enemigo está al acecho de cualquier debilidad para afincar allí su ataque.
Por eso debemos siempre preguntarnos si las dificultades de la revolución se deben a fallas de la ideología. Esta es la pregunta crucial en la marcha de la Revolución. La permanencia de una Revolución reside en su capacidad de ajustar la ideología.
De aquí que la Revolución debe estar siempre evaluando, tensando, perfeccionando, su ideología. Sólo así se construirá el piso teórico sobre el cual camine la Revolución.
En este proceso de evaluación debemos tener honestidad en el análisis, no hay mejor ayuda que la sinceridad, y no hay mayor daño a la Revolución que ocultar la realidad que nos es adversa, o dilatar los triunfos.
Siendo así, es oportuno, en esta Revolución nuestra, plantearnos un estudio crítico de la ideología que nos guía, este tipo de análisis debe ser rutinario, así nos fortaleceremos.
Este balance debe nacer en la alta dirección de la Revolución y de allí irradiarse a todos los capilares de la sociedad. Y sus discusiones deben regresar, desde los capilares hasta la alta dirección de la Revolución.
El estudio debe comenzar por analizar las ideas fundamentales de la Revolución , las que sustentan la acción. Algunas de ellas serían:
La relación entre propiedad y conciencia.
La relación entre conciencia y Socialismo.
Los estímulos materiales y los estímulos morales.
Las armas de la dominación capitalista, cómo combatirlas.
Las relaciones con el capitalismo existente.
La formas de organización de la sociedad.
Las formas de organización política de la sociedad.
La participación de la sociedad en la solución de sus problemas.
La información como educación.
La batalla cultural como instauradora de valores Socialistas.
La planificación de la producción.
Las relaciones internacionales, con gobiernos y pueblos.
Debemos estudiar en cuáles de estas ideas hemos fallado y en cuáles acertado, dónde surgen las ideas que conducen a otras realidades diferentes al Socialismo y, por el contrario, dónde surgen las ideas que conducen al Socialismo.
¡Con Chávez siempre!
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