El Camarada Presidente Maduro, se realizó las mismas preguntas que se hace el pueblo venezolano, los trabajadores y las trabajadoras que desean con su esfuerzo adquirir un carrito para pasear la familia, para viajar, para salir en caso de una emergencia, para llevar o traer los chamos de las clases, para trabajar en el campo, en fin para tenerlo. No estamos hablando de un Porsche, un Mercedes Benz, una Range Rover, no nada de eso. Nos referimos a los pequeños sedan de de 1,3 a 1,6 litros, la camionetas de 4 cilindros y de 2.0 litros, tanto de las ensambladoras mas famosas como los promovidos por el gobierno. El Camarada Maduro, manifestó: “…Nosotros nos preguntamos compatriotas ¿Cómo puede ser que si tenemos un Estado revolucionario, si tenemos un pueblo revolucionario a nuestro pueblo lo estén robando todos los días con la especulación de los vehículos? ¿Por qué lo hemos permitido?...” Y loa respuesta indudablemente la tiene el Gobierno Revolucionario.
Nuestro siempre presente Camarada Comandante Hugo Chávez de manera reiterada solicitó, no solo promulgar una ley para controlar y judicializar estos desafueros que se realizan de la manera mas descarada posible, sino ordenó a los organismos de inteligencia, investigación y sanción hacer el trabajo que les corresponde y que no lo hacen. Existen denuncias no solo en contra de los dueños de los concesionarios, de sus vendedores, de los que “enfrían” los vehículos, sino de “servidores y servidoras públicas” que deberían velar porque esta mafia de los automotores no siga operando. A estos públicos y notorios personajes, se les debe aplicar todo el peso de la ley y el escarnio moral por su actuar contrarrevolucionario. Lo peor del caso es que cuando algún ciudadano o alguna ciudadana acude ha realizar una denuncia a los órganos competentes de investigación, estos elementos que lo conforman son “amigos” de los otros. Es decir, es todo un entramado de complicidades y corrupción y al final el que queda señalado peligrosamente es el denunciante.
Ojalá Camarada Nicolás, que en esta suma responsabilidad de conducir los destinos de gobierno revolucionario de nuestra patria que le encomendó el Camarada Comandante Chávez se pueda aplastar este infame proceder, que no solo se da en el sector automotriz, sino atacar también aquellos despreciables que juegan con la salud y el alimento del pueblo, con el acaparamiento, la usura, el desabastecimiento, el contrabando de extracción y que siguen amparados por miserables camuflajeados en la revolución. A estos últimos hay que darles donde mas les duele, confiscándoles los bienes mal habidos antes de meterlos no en calabozos privilegiados, sino de presos comunes, de bandidos de la peor calaña. Y estos míseros son tan fáciles de detectar y localizar sin realizar una un elaborado trabajo de inteligencia o de comando, pero lo lamentable no es que el cochino dinero no compre conciencia, sino que son malvivientes sin conciencia. Estos no llegan ni a escoria como lo decía nuestro buen amigo Giordani y son los que pactan con la derecha depredadora capitalista los dólares con que se deberían importar los bienes que amerita el pueblo. Ejemplos de ellos los tenemos en las notarías, en INDEPABIS, en las oficinas de Transitó Terrestre, de identificación, en la banca nacional, en las alcabalas y en gran parte del estamento publico. Y los más sensibles dirán, que no son todos, que no son la mayoría, esta bien, pero son muchos y muchas. Lo mas lamentable, no es que existan, sino son es una lacra carga heredada de los gobiernos de la cuarta república y que no se ha podido eliminar y eso lamentable.
Como colofón dejo parte de un escrito de mi recordado hermano Bernardo Filiaggi “El capitalismo produce indefectiblemente, aberraciones sociales como el desempleo, la miseria, la corrupción, la inseguridad y muchos más que los venezolanos conocemos muy de cerca, pero la impunidad ante estas perversiones, potencia todos estos vicios”
Y de ñapa este video: http://www.youtube.com/watch?v=wDyWLK67MTA
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