Caída la dictadura perezjimenista a los jóvenes de aquellas épocas (siglo XX, década de los sesenta) nos dio por abrazarnos en forma mayoritaria a los movimientos revolucionarios radicales donde los trabajadores eran el sol de la esperanza para construir un mundo mejor. El ejemplo de la Revolución Cubana había puesto el acento hacia la lucha armada más que la búsqueda pacifica del Poder .Nos organizamos. Uno estaba obligado a la lectura y análisis de los clásicos del pensamiento transformador donde Marx, Engels y Lenin daban un saber necesario para escalar posiciones en el movimiento juvenil. Sin teoría revolucionaria, no hay practica revolucionaria nos decían. Nos hicimos filosofos, economistas científicos de una nueva era donde seriamos los ingenieros del progreso a través del socialismo científico caracterizado por una conducta para la honestidad, la producción, la creación y la cultura.
Teníamos un pensamiento artillado ante la presencia del adversario idealista, capitalista y religioso. Hicimos una resistencia total contra un sistema poderoso eficiente y represivo pero cubiertos de valor no dimos tregua y solo la desesperanza y los errores trasmitidos desde los centros del Poder externos nos obligaron a pasar al plano de la aceptación de una forma de gobernar ajena a las necesidades primarias del pueblo. Llego posteriormente como tormenta en día soleado un grupo de militares usando todas estas experiencias para usurpar todo cuanto existió en algún instante como producto de la sangre, el sudor y las lagrimas de muchos revolucionarios para convertirlo en un asalto a la razón transformando las ideas marxistas en un mezclote de marramuncias políticas para engañar y mantener se en el Poder .Patearon el marxismo embarrándolo con el opio del pueblo tratando de crear una religión para endiosar a un líder el cual al final cumpliendo con la verdad científica de la vida se convirtió en difunto.
No contentos con la farsa orquestada han tratado de convertir al ídolo militarista en Santo para ganar devotos en la ignorancia popular. Esto no es marxismo, ni revolucionario, es superchería. Todo es un desastre Político Económico sin futuro. Reivindicar el Marxismo es hoy tarea revolucionaria. Hasta la victoria siempre. ¡No al malandrismo del siglo XXI¡ ¡Viva la revolución¡
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