En el paisaje político se muestra una idea que merece ser discutida: que necesitamos producción, así a secas, sin importar más nada. Este concepto autoriza a cualquier alianza, a cualquier medida, y este supuesto aumento de la producción se muestra como un paso hacia el Socialismo. De esta manera se consigue dar la pirueta teórica de mostrar a los capitalistas, a mendoza, a cisneros, como paladines del socialismo. Es importante estudiar este aspecto de la economía, de la construcción del Socialismo. Veamos.
En una sociedad la clase dueña de la producción, la que se apropie del trabajo ajeno, será dueña de la espiritualidad, de la cultura que consagra ese robo. Podríamos decir que los medios de producción en el capitalismo son también medios de explotación, de generación de conciencia capitalista, de robo, de control de la sociedad, están al servicio de la oligarburguesía.
No hay que ir muy lejos, aquí, ahora, los capitalistas dueños de la producción de harina e intermediarios en la importación de bienes, obligaron a la Revolución a conversar, es decir, usaron sus medios de manipulación, su cultura, el egoísmo sembrado en la sociedad, y así influyeron decisivamente en el rumbo político.
Antes, en situación similar los habíamos enfrentado, de ese combate nació PDVAL y MERCAL. Quizá después no supimos producir, o expropiar lo que se debía, quizá sutilmente nos sabotearon la producción y no supimos explicar a la masa las nuevas condiciones del consumo. Todo eso es posible, pero seguro olvidamos que en la economía entran muchos factores, el principal de ellos es la conciencia, la cultura. Seguro donde estamos fallando es en la creación de conciencia revolucionaria, estamos educando un pueblo malcriado, incapaz de los menores sacrificios, de superar la mínima dificultad.
Un pueblo, y unos dirigentes conscientes de su papel histórico, con razones sagradas por las cuales luchar y vivir, es un pueblo invencible. No pueden venir los oligarcas a manipularlos con esconder la harina o el papel tualé, resuelve como lo hizo en abril y en el sabotaje petrolero. La historia está llena de esta situación, pensemos en la heroica Cuba, ejemplo para el mundo, en la gesta de la Independencia, en el Libertador cruzando Los Andes.
Los dirigentes revolucionarios deben convocar al pueblo de Chávez, de Bolívar. Que retumbe la Diana Carabobo, que se oiga en todos los rincones el himno de Zamora. Explíquese la situación, corrijamos lo que haya que corregir, avancemos. El pueblo debe responder, ese es el reto, hacer que el pueblo responda con el alma, es así, esa es la única manera de hacer Revolución. La otra, considerar sólo lo material, es el camino al fracaso. Pertinente recordar las palabras que el inmenso Fidel le dirige a Correa: Dure lo que dure la azarosa historia de nuestra especie, nadie podrá demostrar nunca que los burdos intereses materiales serán capaces de crear ciudadanos más honestos y virtuosos. Y añadimos nosotros, nadie podrá demostrar que esos intereses serán capaces de hacer Revolución.
¡Irreverencia y Lealtad!