Muy a pesar de que el presidente Nicolás Maduro ha insistido en un acuerdo por la paz en nuestro país y en fortalecer el “Plan Patria Segura”; como lo ratificó el pasado miércoles 15 de enero ante la Asamblea Nacional en la presentación de su informe anual. Allí también dijo: “no se olviden que yo tampoco me chupo el dedo”.
La oposición venezolana ante el llamado al diálogo, el cual siempre ha estado presente, sobre todo en los períodos del Comandante Supremo Hugo Chávez cuando en momentos difíciles y con crucifijo en la mano, llamaba a la conciliación del país; esta oposición desquiciada, con un puñal escondido detrás de la espalda, respondía con una jugada trapera, intentos de golpes de Estado, “guarímbas” y otras maniobras callejeras.
No muy lejos está la reciente contienda electoral del pasado 8 de diciembre del 2013, donde en un alto porcentaje las fuerzas del Psuv y el GPP obtuvo la mayoría en las alcaldías del país, pero también se observó que en algunas de ellas, la oposición obtuvo relevantes victorias, las cuales en su mayoría se debieron; no por su liderazgo, sino por los errores cometidos por las propias fuerzas revolucionarías en cada una de dichas alcaldías.
Es por eso, que ha llegado la hora de que el Gobierno socialista y los líderes de la Revolución Bolivariana, ya no le echemos la culpa a la IV República, sino que comencemos a tomar conciencia de nuestra propia responsabilidad por cumplir ahora con los retos del Plan de la Patria; porque ya no tenemos excusa para el fracaso.
En este sentido y ante el nuevo mapa político, actualmente en luna de miel, vale la pena estar preparados por aquello de “si quieres la guerra, prepárate para la paz”. Aquí vale la pena recordar una tesis ya olvidada, pero no por ello de cuidado, como la esgrimida en Bolivia cuando la llamada “media luna”.
En nuestro caso, a pesar de los esfuerzos de la derecha asesorada por el Imperio, desde afuera, no se lograron sus planes pero si a medias conquistaron algunos espacios que debemos observar con cuidado, ante el desarrollo de los próximos pasos y la ejecución de políticas en pro del pueblo, en el marco de una “guerra económica” que tiene sus promotores y ejecutores en las filas de la oposición.
Es por ello por ejemplo, que ante el resultado electoral a favor de la derecha en importantes alcaldías del país, debemos estar atentos con su accionar y comportamiento contra las políticas revolucionarias del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, el hijo de Chávez.
Son los casos de las alcaldías de Mérida ganada por Carlos García de PJ; la de Maracaibo por Eveling Trejo de NT; la de Barinas por José Luis Machín Machín de la MUD; la de Valencia por Miguel Cocchiola de la MUD; la de San Cristóbal por Daniel Ceballos de PJ; la de Puerto Ayacucho por Adriana González de la MUD; la de Maturín por Warner Jiménez de PJ y la Alcaldía Metropolitana en manos de Antonio Ledezma, entre otras.
Como podemos observar, muchas de estas alcaldías, en el eje fronterizo, representan lo que se ha dado en llamar “un cuarto de luna”, afortunadamente controlado por gobernadores revolucionarios, quienes deben estar ojo avizor y no bajar la guardia, ante cualquier intento descabellado de esta oposición sin brújula, pero que en la mayoría de los casos encuentra su dirección en el Norte, gracias al papel lacayo de la burguesía parasitaria, que siempre es leal a sus órdenes como un perrito faldero…
Es por ello que en esta nueva etapa de la Revolución Bolivariana, debemos estar alerta ante cualquier reaccionar de la oposición a través de este “cuarto de luna venezolano”, porque todo es posible en la dimensión desconocida. ¡Amanecerá y veremos!