La pugna por el poder ha llegado a niveles decisivos, esto caracteriza a la crisis, ya tan profunda, que la lucha por el poder es a cielo abierto. Siendo así, no podremos entender el momento sin establecer las corrientes ideológicas que se mueven en este escenario. Ya la superficie, lo aparente, el simple comportamiento de los actores, sus apetencias personales, son insuficientes para explicar el movimiento social. Por tanto, es necesario ir al "móvil de los móviles", a las fuerzas económicas e ideológicas internacionales y nacionales, que dinamizan la política. Veamos.
La disputa del poder irrumpió en la escena, es suficiente revisar los titulares de la prensa oligarca, el nacional titula en primera página: "Nos mantendremos en la calle hasta el final del gobierno". Cita una declaración de un líder estudiantil que delata toda la estrategia de las manifestaciones estudiantiles.
La mud apoya la marcha del 12, es obligada por la fuerza a brindar un apoyo importante a la preparación del intento de golpe que ya es confesión de parte.
Desde el gobierno se denuncian los planes de golpe y se llama a estar preparados, se activó el comando antigolpe. Aquí cabe la pregunta, ¿cuáles intereses, cuáles ideologías forcejean?
En lo internacional, y con los ojos puestos en la energía, el oro, las riquezas del país, aparecen grandes corrientes. Los gringos, que defienden su patio trasero de la intervención de otros bloques económicos, y por otro lado, los chinos, penetrando estos mercados y con grandes inversiones en el área. Estas fuerzas internacionales consideran a Venezuela pieza clave de su geopolítica.
En lo nacional aparecen dos proyectos: el Socialista y el capitalista.
El Socialista se encuentra en un peligroso estancamiento, seducido por la lógica del capital, la medida material del éxito, por el abandono de la conciencia y del alma popular.
Y el proyecto capitalista, con sus múltiples variantes, desde el capitalismo franco, neoliberal, apegado a los gringos y sus aliados europeos, hasta los reformistas que están a ambos lados de la talanquera.
En la práctica política, el primer grupo capitalista, el neoliberal gringo, es el que toma el camino de la insurgencia ya, la revolución de colores. Obedece a los halcones del norte, que quieren acabar de raíz con el chavismo, sabe que el ejemplo debe ser aplastado para que no retoñe. Propugna terapia de choque, transición fascista tipo pinochet.
El otro grupo, los reformistas de lado y lado, plantean un acercamiento, un encuentro, un diálogo en el centro, aislar al Socialismo, reducirlo sólo a retórica, a una caricatura. De esta manera, por la vía del desencanto, desacreditarlo, reducirlo a sarcasmo, a un sueño estafado sin fuerza para ser ejemplo. A los chinos les puede simpatizar esta salida, no pone en peligro sus intereses, al contrario, imita su traición al Socialismo.
En este cuadro podremos ubicar a los diferentes factores políticos, sus acciones. Entenderemos la necesidad de que el Socialismo entre en combate, con sus armas espirituales, con la fuerza de plantear un nuevo mundo, con fe en su “buena nueva”, con coherencia entre el discurso y la práctica. Es necesario que el Socialismo sea una esperanza concreta, que vaya más allá de ser un recurso retorico.
¡Viva Chávez y su legado original: el Socialismo!
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