Querida compatriota, no puedes imaginar como me han dolido esas tus palabras tuyas, con las que comienzas la estrofa Sr. Requena.
Te estoy contestando conforme voy leyendo.
Cuando dos personas son amigas de verdad, amigos y panas .tienen el derecho a criticarse mutuamente, sino ¿dónde queda la democracia, la libertad de pensamiento?, la diferencia de opiniones sobre un mismo enfoque. Yo te lo doy esa libertad, de ser metiche en mis asuntos que no es ser metiche yo así no lo entiendo, sino buen amigo, buena amiga, y eso es lo que eres para mí y sigues siendo por siempre.
Eres como la patria que uno siempre ama.
Claro además eres entrépita. Sí señora eres entrépita cuando escribes, cualquiera no lo hace con el valor, la elegancia y maestría que tu despliegas en tus escritos de Aporrea y Ciudad de Caracas.
Perdóname, te sigo tratando de tu, yo te considero mi amiga, con esa apertura y franqueza que tenemos los venezolanos. Tú, tú y tú, nada de señora de mi parte
Una entreguista, jamás escribe como tú.
Tenemos nuestras diferencias de opinión es natural a veces uno hasta conversando con Dios las tiene.
Recuerda, los humanos todos somos imperfectos.
Hasta nuestro querido y amado comandante al que yo considero un ángel, Bolívar reencarnado, por eso se nos fue tan pronto, ¡era Bolívar!
Tu escrito me sorprendió hoy en la mañana. Hasta ahora, no se lo que me ha hecho ser merecedor de toda tu rabia, pero no importa para eso están los amigos (Sigo la lectura).
Si es por lo que recibes en tu Facebook te diré que me retiré yo mismo del Comando Mediático Anti golpe. Que borre a Roberto de mi lista de Facebook. Antes de leer estas tus líneas.
Nunca te he llamado -ni se me ocurre, miedosa- todo lo contrario y tu misma lo sabes. ¿Cierto? Eres una periodista muy valiosa, de la que he aprendido muchas lecciones, una guerrillera de las letras.
En la vida privada de nadie me meto, allá cada cual con su conciencia.
Eso es por lo referente a CNN, Atlanta, Panamá, La Orchila, Colombia, Álvaro Uribe (El Señor de las Sombras). Ese no es mi estilo (Creo yo).
Supieras como me ha dolido por venir de ti, a quien aprecio de veras eso de “Ayyy chaito no eres rescatable”.
Si me dolió panita. El ser incomprendido.
Eso es lo hermoso de la verdadera amistad que a pesar de estar en la misma lucha, en la misma trinchera, en la misma barricada. Defendiendo ahora al presidente Maduro, como antes fuimos hombres y mujeres de Chávez, nosotros, los que supimos ser fieles y consecuentes con su último mandato, gracias a nosotros, él presidente Maduro está hoy de (presidente obrero, de hijo de Chávez). Y lo seguiremos defendiendo, hasta con la vida de ser necesario. -Y puede que lo sea en un futuro cercano-.
A pesar de la amistad por ser humanos imperfectos y no iguales tenemos nuestras divergencias y nuestros diferentes puntos de vista.
Acuérdate lo que Chávez dijo:
Irreverencia en la discusión y fieles en la acción. Y mantener la capacidad crítica y autocritica para señalar los errores del proceso.
Quizá la Revolución, sea su propio verdugo.
No soy rescatable amiga mía, sepúltame entonces en el séptimo círculo del infierno dantesco.
Nada de eso dejar pasar, dejar hacer, seguimos y seguiremos siendo amigos, panas, una amistad no se puede romper como el frío hielo.
Sigo con la mística revolucionaria, me acompañará siempre hasta el final, quizá esa ha sido mi perdición. Ser siempre fiel a mi sentir, a mi corazón y expresar libremente lo que siento.
Recuerda, otra palabra del maestro Hugo: La crítica es el látigo de la Revolución.
Yo agrego: Sin Crítica no hay revolución
¡Sin revolucionarios tampoco!.
Que es eso hermana de las letras. Ahora si que estas arrecha conmigo y no quiero. He leído esas palabras que me suenan a despedida eterna.
(No sabrás mucho de mí)
¿Qué pasa?
Sabes que me importas más de lo que tú crees.
Conmigo sí, es cierto tienes una deuda, y esa no se paga sino con la amistad.
Dos amigos verdaderos nunca se despiden ni se dicen adiós, sino hasta luego. Hay nos vemos.
Sino, ¿Cómo crees que yo pude escribirte aquel poema?
Sabes la razón, porque te admiro y te sigo admirando, a pesar de nuestras diferencias de opinión en algunas cosas o temas.
Opiniones y escritos de los cuales siempre he admitido que puedo estar equivocado.
Feliz mañana y
¡Hasta la Victoria Siempre!
Tu amigo Siempre.
José Juan R