Cuando nos colocamos frente a hechos políticos militares como el de Libia, un pueblo otrora pacífico y progresista sumido ahora en un Estado fallido donde el crimen, el saqueo y el terror reinan en una guerra interminable. Siria, con ciudades destruidas, más de 2 millones de refugiados y con un gobierno fuerte que ha logrado poco a poco derrotar la invasión terrorista de los imperialistas y sus lacayos. Ucrania, siguiendo el patrón imperialista ha sido dividida y montada sobre una guerra contra lo más digno de la población que se resiste a aceptar a los fascistas. Todo parece, que la demolición de los países, el derrumbe de los gobiernos y el magnicidio, es el destino manifiesto que imponen los imperialistas a las naciones progresistas. Entonces pensamos que las experiencias frescas y ensangrentadas de Libia, Siria y Ucrania, son no solamente la expresión del terrorismo impulsado por los imperialistas, sino también, la muestra duramente humana del sacrificio y del compromiso moral que líderes y ciudadanos adoptaron frente a la agresión.
En esta última dirección, se ve que ha habido líderes y pueblos que sucumbieron luchando, otros que han triunfado luchando, también los hay quienes sucumbieron escondiéndose, renunciando al proyecto por el que se ha luchado o pasándose al lado de los invasores.
Dado que los resultados de esa política intervencionista siempre han sido el dolor y la destrucción para los pueblos. Vuelven a surgir los fantasmas de los héroes que cayeron luchando contra el imperialismo y se recargan sobre las espaldas de los responsables de conducir y mover los procesos de resistencia.
Los espectros de Simón Bolívar, Lumumba, Fabricio Ojeda, Moris Bishop, Omar Torrijos, Kadaffy, Hugo Chávez están ahora recorriendo las avenidas y el campo invitando a luchar.
¿Quiénes ven estos fantasmas?
¿Quiénes los escuchan?
¿Cuántos los siguen?
Por todo esto, se requiere poner atención a las declaraciones de ciudadanos venezolanos que expresan augurios amenazadores y desilusiones con el rumbo actual de las medidas económicas políticas asumidas por el gobierno.
¡Vamos Venezuela, carajo. La responsabilidad de luchar es también de los pueblos, la hora de salir combativamente a las calles a defender el socialismo, es ya!
Ahí caben los Samanes, Valderramas, Apontes, Beltres y Lanz Fuentes, Figueras, Flores, Ortegas, Albornoz….sindicatos, cooperativas campesinas y estudiantes.
Los venezolanos no son los “niñones” que todo lo tienen. Son boludos y antiimperialistas como Chávez.