No queremos que nuestro proceso revolucionario se convierta en esas historias de cualquier hogar que ido el Padre y fallecida la madre comienzan los hijos herederos a pelear por lo suyo. Estamos confrontando uno de los más acérrimos ataques de la contrarrevolución tomando como política la mentira, la confusión y como fuerza de choque al fascismo.
Un año y cuatro meses ha sido duro el ataque como si todo se hubiera unido; por un lado la ultraderecha que busca acabar con el proceso revolucionario, por el otro toda la maldad y corruptela de parte de muchos comerciantes y empresarios que no quiere que el pobre deje de serlo al hacerles aguas los aumentos de salarios y beneficios que por derecho le corresponde gracias a las riquezas que el Estado produce.
También tenemos los inoperantes, corruptos y vividores dentro de nuestras instituciones públicas y partidos que piensan que donde los pongan mientras les den es más que suficiente, y no dejemos de hablar de los que han accesado al poder como legado dentro de nuestras organizaciones comunales que siempre están moviendo la brasa económica y de beneficios solo para sus entorno familiar y allegados.
Todo eso golpea la revolución, la socaba, la acorrala como si no nos diéramos cuenta de que si Maduro violentamente sale del poder o por perdida electoral lo que se nos avecinaría sería el caos mayor que llevará a esta nación a un atraso más allá de lo que fue el período de Pérez Jiménez cuando la oligarquía internacional tiene que asegurar el petróleo y nuestras riquezas, acabando de fondo con la revolución y los que la impulsan y de que aquí no vuelva a surgir por 200 años cualquier movimiento y líder político que se atreva a desafiar y cambiar las estructuras que se impongan de parte de las transnacionales y oligarquía criolla.
Chávez nos advirtió de esto, nos dejó a Maduro porque él tenía plena confianza en este presidente obrero que es como los de abajo, que nos entiende, nos comprende y late con el pueblo. Ahora si usted no está deacuerdo entonces pues, tumbemos a Maduro a ver si esa fórmula políticamente loca va a ser beneficiosa para todos. Nicolás Maduro es un hombre que no ha cesado de trabajar a pesar de toda la guerra levantada contra él que es lo mismo contra usted mismo.
Véase en el espejo del Medio Oriente de cómo con la bandera de la libertad y la democracia han destruidos naciones, acabado con pueblo enteros. Harían lo mismo aquí y esto encendería toda la pradera en un sin fin de guerras que no pararían y como siempre somos los pobres, los de abajo, los que no se deja ser clase media los que sufriríamos.
Respeto a Giordani, http://www.aporrea.org/ideologia/a190011.html no voy hacer leña del árbol caído, yo veo más allá de eso, lo que está detrás de todo este conflicto permanente es las empresas multinacionales que solo quieren apoderarse económicamente de Venezuela, porque a Maduro se le quiere asesinar físicamente y ahora políticamente, que descaro pero no lo permitiremos porque mientras aquí los que lleguen a cargos públicos por el voto, saldremos millones a votar por nuestra gente y nuestro proceso.
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