Se ha hecho común hablar del modelo de Chávez, se postula abiertamente o con sordina que el modelo fracasó, unos dicen que debe cambiarse, que es necesario ajustarlo a las nuevas realidades, se plantea que con la salida de Giordani se abre camino para sustituirlo, fedecámaras y la banca internacional se alegran pensando que ya no hay obstáculos para la restauración, proponen sus proyectos propios. Sin embargo, pocos caracterizan el modelo de Chávez. La pregunta queda sobre la mesa, ¿cuál es el modelo de Chávez? Veamos.
El pensamiento del Comandante era un pensamiento en evolución, signado por profundos sentimientos de amor y una clara vocación social adquirida en su contacto con el cristianismo más auténtico, allá en su Sabaneta natal; la búsqueda del bien común guía toda su acción política. Podíamos decir que de la sabana de Barinas trajo el grito ¡Horror a las oligarquías!
No se puede entender el pensamiento del Comandante, su modelo, si lo privamos de su movimiento, si lo petrificamos en una etapa. De allí que lo correcto es preguntarse ¿cuál era el próximo paso, cuál la nueva fase en el modelo de Chávez, hacia dónde apuntaba? Para buscar la contestación debemos hacer historia.
Cuando Chávez llega al poder se le presenta el reto de convertir aquellos profundos sentimientos de amor en acción de gobierno. La primera etapa de su gobierno comienza realmente después de Abril y del sabotaje petrolero, cuando ya resuelta la ecuación de la relación con la derecha y con la burguesía -que podemos llamar tomando sus propias palabras como la “etapa boba”- se presenta la incógnita de qué hacer con la renta petrolera. La respuesta le viene presta: se trataba de pagar la deuda social acumulada por siglos de abandono de las mayorías. Y nacen las Misiones, que llevan en su seno una definición revolucionaria. Lo primero que se hace es traer a los desposeídos desde la prehistoria a la historia, alfabetizarlos, darle el instrumento para que eleven su conocimiento desde lo meramente sensible hasta el pensamiento abstracto, que estén en capacidad de beber de la sabiduría universal de la que habían sido privados por las clases dominantes.
Había que darles salud de verdad y nace Barrio Adentro, aquel ejercicio de unir la sanación con el amor, los médicos cubanos trajeron una nueva manera de relacionarse con los enfermos, quererlos como principal instrumento de cura. Después surgió lo que él llamó el hábitat, y de allí muchos otros ensayos para elevar la calidad de vida de los preteridos. Y se abrió el camino para la redención material y espiritual de los humildes.
En ese camino se cometieron errores, todos corregibles, todos guiados por la búsqueda del bien común.
Cuando Chávez es asesinado ya había pensado en la necesidad de dar un “Golpe de Timón”, entendía que la etapa del pago de la deuda había llegado a su límite, era necesario superarla, ir a otra fase. Y la diseñó en sus líneas maestras, el Plan de la Patria.
En el primer objetivo histórico, Chávez dice claramente:
“El primer gran objetivo histórico para el próximo periodo de Gobierno Bolivariano y socialista, será defender y consolidar el bien más preciado que hemos logrado: la Independencia política; reafirmar nuestra identidad nacional y nuestroamericana…”
Es decir, el primer deber es existir, tener Patria. Luego, en el segundo objetivo histórico, nos señala cuál es la manera de conseguir la existencia de la Patria:
“Continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del sigloXXI en Venezuela como alternativa al modelo salvaje del capitalismo y con ello asegurar la ‘mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo’.
En el año 2004 la Revolución Bolivariana proclamó su carácter antiimperialista y en el 2006 se definió como Socialista. La prédica de la Revolución ha sido continua: no queremos permanecer en el ámbito del capitalismo, es indispensable que en Venezuela encarne el socialismo como el ancho y abierto camino hacia la suprema felicidad social. Combatimos por una sociedad donde se realicen plenamente los grandes valores del cristianismo.
Vamos pues, en el próximo periodo a lograr el segundo gran objetivo histórico: seguir construyendo y cimentando las bases del socialismo bolivariano del siglo XXI para desmontar el inhumano, depredador y belicista sistema de acumulación capitalista y trascender la lógica de capital que lo sustenta.”
Pero faltaba precisar más el Socialismo, ponerle límites, separarlo, distinguirlo, del capitalismo. Y es en el “Golpe de Timón” donde el Comandante afina el concepto de Socialismo.
Habla el Comandante Chávez:
“También lo dice Giordani, en su libro ‘la transición venezolana al socialismo’, de nuestro querido ministro y amigo y maestro Jorge Giordani. Cuando habla Jorge ahí de unos factores que son determinantes en la transición: uno de ellos es la transformación de la base económica del país para hacerla esencial y sustancialmente democrática, porque la base económica de un país capitalista no es democrática, es antidemocrática, es excluyente y de allí la generación de riqueza y de grandes riquezas para una minoría, para una élite, las gran burguesía, los grandes monopolios, y de allí también la generación de la pobreza y la miseria para las grandes mayorías”.
“El problema económico, no se puede separar lo social de lo económico…”
“Todo eso lo hemos hecho en aras de la transición, pero no debemos perder de vista, compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábriacas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar”.
“Estamos tocando puntos clave de este proyecto, que si no lo entendemos bien y lo asumimos bien, pudiéramos estar haciendo cosas buenas, pero no exactamente lo necesario para ir dejando atrás de manera progresiva y firme el modelo de explotación capitalista y creando el nuevo modelo: el socialismo bolivariano del siglo XXI”.
El modelo de Chávez está muy claro en estos documentos, que son reafirmados en sus discursos.
Primero, es un pensamiento en evolución, se nutre de la experiencia.
Segundo, está dirigido por la búsqueda del bien común.
Tercero, es profundamente, claramente, antiimperialista y anticapitalista.
Cuarto, es radicalmente socialista.
Quinto, postula una nueva relación de propiedad de los medios de producción.
Sexto, postula una nueva conciencia de pertenencia a la sociedad.
Séptimo, es el rescate del humanismo y del naturalismo.
Aquí están siete mandamientos, podrían ser más, pero lo que no pueden ser es menos. Los mandamientos -que algunos llamarán dogmatismo- son brújula para el camino al Socialismo.
El modelo de Chávez tiene larga vida, no ha fracasado, al contrario, tiene más fuerza, es más necesario que nunca. Costó mucho llegar a este modelo: vidas, sangre, sudor, costó la vida del Comandante…La humanidad lo espera desde los tiempos de Cristo, es el mismo de Bolívar, de Fidel, del Che… nosotros lo defendemos.
¡Chávez es Socialismo, ocultarlo es traición!