Parece que las cartas públicas están de moda, la de Giordani, Navarro, Osorio, entre otras, todos (as) desean publicar una misiva y hacerse famosos algunos, “la comidilla del mundo”, ahora, después de la explosión de opiniones en Aporrea respecto a la Carta de Giordani, viene la Carta de Aveledo, el coordinador (desde hace cinco años), de la MUD, especie de coalición de partidos de derecha, que se oponen al gobierno central en Venezuela, defensores del capitalismo. Me preocupa “el estilo, la forma como renuncia” para compararla con el exministro venezolano J. Giordani, dos figuras opuestas, una de derecha y otra de izquierda, Aveledo lo hace en un acto solemne del Consejo Municipal, a propósito del natalicio de Simón Bolívar, en cambio lo hace notorio y público, una especie de rendición de cuenta pública, uno vocero de la oposición y el otro un funcionario del gobierno, pero ambas tienen repercusiones sobre las militancias que le siguen, la primera creó dentro de la izquierda un cisma político, y en cambio, la renuncia de Aveledo, expresa una crisis política, un resultado final de una implosión política dentro de la MUD.
Ambos; Giordani y Aveledo renuncia a sus puestos, a sus responsabilidades, y expresan sus argumentos y razones, la pregunta es si en la renuncia los movieron la conciencia política, el reconocimiento de la situación, para Giordani, la renuncia respondió a las desavenencia con el ejecutivo, con el rumbo económico, en cambio para Aveledo, todo comienza por “el disparo del gobierno”, como dijo Maduro más o menos al triunfo de la batalla electoral el 14 de abril, que Aveledo como capitán de equipo debió haber renunciado por la derrota electoral, eso que Aveledo llama “el laboratorio del poder” y que terminó reconociendo la inmensa mayoría de la oposición, como Aveledo califica como “Lascivia e insensatez”. Entonces Giordani se va por disidencia, “por radical”, en cambio Aveledo se va por la insensatez de la oposición, lascivia de la derecha, mejor dicho por deshonestidad de “la lujuria” y la voluptuosidad a la que aspiran el resto de la MUD según Aveledo. Por eso acusa a “la mentira calculadamente sembrada en una sociedad angustiada y polarizada. Ni una sola de esas calumnias he respondido ni responderé”. Asimismo hizo Giordani, no respondió “a las calumnias” ni a las verdades, prefirió guardar silencio. Pero en el caso de Aveledo, “esas aguas están contaminadas” por la derecha y la ultraderecha, por “la angustiada polarizada” salida. Allí se quedó, en “la insensatez” de la guarimba, deambulando en la historia.
Por eso; pese al cisma político de Giordan,i en medio de la crisis económica y política inducida por la oposición, la guerra económica y sus consecuencias, la rendición de cuenta de Giordani era inoportuna, “el testimonio público”, porque entre amigos se dicen las verdades, aunque incomodas, bien lo expresa Aveledo: “Las políticas están sometidas al análisis y la crítica, por formación democrática y espíritu académico lo sé”. Claro Giordani lo intentó, aun cuando haya dicho: “lo que no puedo hacer es ser partícipe de otras circunstancias y decisiones en las cuales no se actuó de acuerdo a mi conciencia y a la de mis más profundas convicciones”. ¿Qué hizo Aveledo? Puesto que estaba en el centro de los extremismo de la coalición de derecha de la Mud, era imposible el “análisis y la crítica” democrática, insólito, la MUD se quedó sin democracia interna, ¿Cómo pretende en consiguiente enseñarle al pueblo lecciones de democracia? Claro para echarle leña al fuego, para no profundizar la crisis prefiere, no “ser el centro de una polémica entre nosotros”, cosa contraria se desató dentro de algunos chavistas en Aporrea, por lo que confirmó, “Ni una sola de esas calumnias he respondido ni responderé”, es decir al mejor estilo de Giordani, pese a que éste fue “blanco de los extremismos”.
Pero mientras Giordani se resiste a ciertas “circunstancias y decisiones” y renuncia, Aveledo, cree que lo procedente es “hacerme a un lado, sin romper, desde luego, los lazos que a este proyecto me unen, porque son irrompibles”, se refiere a su compromiso con la democracia (capitalista) como también declara Giordani su “lealtad a la revolución” bolivariana., por eso ninguno se constituyen “en obstáculos para nadie”, Aveledo declara retirarse en la condición de militante de la Unidad (de la derecha venezolana) en cambio Giordani se retira continuando la lucha “por la independencia de Venezuela y la del continente latinoamericano y caribeño, con la misma constancia que lo he hecho desde que decidí empuñar las armas contra la dictadura oprobiosa de Trujillo, siendo aún estudiante de ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, en 1959, y en ese territorio donde nací, San Francisco de Macorís, lugar donde llegaron mis padres y mi hermano al salir de un campo de concentración en Francia, como exilados, luego de haber participado mi padre como digno miembro de la Brigada Internacional Garibaldi , allá en territorio ibérico defendiendo los ideales de la República Española”.
Así que ambos cambian sus puestos de lucha.
Pero al parecer a ambos los une la “situación del país”, …nos exige máxima eficiencia en aquello que se espera de nosotros” dice Aveledo, pero una cosa del asunto de la renuncia los distancia además, Aveledo dice “No quiero que mi nombre y la polémica que pueda suscitar, sigan siendo excusa para que se dispare por mampuesto a la Unidad”. En su caso, Giordani guardó silencio, se disparó contra la unidad del chavismo, creando fracturas mínimas en “los lazos del proyecto”, ganando en las discusiones creadas por el chavismo, entre ellos a Navarro, Osorio, entre otros. Sin embargo Aveledo no disputa cargos, se va sin escándalos, manifestando que “Dejo de ser el primero y paso a ser el último de la fila. Para servir a Venezuela, para ser útil a la Unidad, importa lo que uno haga y no la posición que uno ocupe”. Buena lección, aunque mal paguen, bien lo dice Aveledo: “Las políticas están sometidas al análisis y la crítica, por formación democrática y espíritu académico lo sé”.
Pero al final de su carta Aveledo dice: “Libre del compromiso de la coordinación, rescato mi derecho a la opinión y al aporte personal. Ofrezco mi colaboración a todo aquel partido o compañero que la necesite para mejor cumplir los fines comunes, y a la Unidad en su conjunto. Pueden contar conmigo. Es mi modo de agradecerles”. Al parecer, dos lecciones se desprenden, una que dentro de la MUD no tenía libertad de opinión, (dictadura de la MUD) estaba condicionada a la coordinación y cuando afirma que rescata el derecho a la opinión, muestra que en Venezuela hay una democracia que garantiza el régimen criticado por el mismo, en todo caso, esperemos que Giordani pueda hacer lo mismo. Aveledo dice., que se concentrará “principalmente en la tarea de políticas públicas, de apoyo a las gestiones regionales, locales y parlamentarias”, lo mismo al menos se espera de Giordani, rompa su silencio y milite por la causa del socialismo, pese a los sinsabores de la política siga Giordani como dijo: “colaborando en el gobierno, ….poniendo siempre por escrito a la dirección política del proceso, ….propuestas concretas” mediante su opiniones públicas en defensa de la revolución bolivariana.
Mientras para Ramón Guillermo Aveledo, “el modelo basado en la imposición ha colapsado”, ¿Cuál modelo, el capitalismo o el socialismo? ¿La democracia capitalista o la democracia socialista? Los votos no engañan puedan que no crean en el Consejo Nacional Electoral, pero es el árbitro, y mientras la Asamblea Nacional sea chavista, mientras el pueblo lo decida, en tanto que las misiones hagan socialismo, el petróleo sirva a sus accionistas el pueblo venezolano, no habrá cambio, tendrá que reflexionar la MUD entre si misma, el modelo capitalista no se impone, la salida antidemocrática no se impone, “el diálogo nos hace falta hoy, y más falta nos hará mañana”, termina diciendo Aveledo lapidariamente. ¿Qué me dirá ahora la oposición y sus acólitos, cuando hizo fiesta con la renuncia de Giordani?