Esto de las redes y su velocidad para conseguir respuestas y además acertadas, creo que fue al Presidente Mao ante la pregunta ¿qué opina usted de la revolución francesa? El presidente contesto “demasiado pronto para saberlo” ya habían pasado casi doscientos años de ese hecho que había sacudido a Europa y que cambiaría el mundo para siempre bajo el horizonte y el discurso de “LIBERTE, EGALITE, FRATERNITE”.
Yo no soy parte del gabinete del Presidente de la Nación para saber quiénes son los seres humanos de confianza con los que podrá trabajar, claro existen detalles que saltan a la vista el petróleo es un “argumento político” y además lo tiene que ser, la diplomacia de los barriles es nuestro argumento de mayor peso a la hora de negociar, podremos tener razones jurídicas, sociales, políticas pero el argumento de la energía tiene su peso y junto a esto si el petróleo contribuye al mejoramiento de la calidad de vida adelante.
Volviendo a la lejana Francia hoy bastante alejada de su revolución y de la conquistas del pueblo francés. Napoleón palabras más palabras menos decía “la diplomacia es del calibre de sus cañones” lo cierto es que el petróleo y sus derivados son nuestro peso o nuestra ligereza en el campo de las naciones y el lenguaje de la energía siguen y seguirán teniendo peso. De ese punto Rafael Ramírez tendrá que manejar mucho lenguaje y forma para un mundo ávido de un recurso importante.
Me comentaba una maestra de cocina hace años en una visita a Italia “cocina son especias más tiempo” creo que lo que viene es esperar tiempo pero no demasiado para tener resultados el próximo año son elecciones parlamentaria y las colas no serán las mismas que para conseguir productos de primera necesidad.
Cuesta aun sacar conclusiones acerca de un enroque que se acaba de dar y la construcción de acuerdos entre el gobierno y el movimiento popular o los generadores de opinión pública serán necesarios desde ahora. Solo que el gobierno deberá esta vez dar el primer paso, la nación pide menos de lo que se imaginan, no pide estar en la nómina del gobierno, solo se pide que gobiernen.
Los días pasan y las semanas ya pasaron con demasiada rapidez el esperado “sacudón” no fue tal, fue un cambio d ministros y entre otras cosas dejar por fuera y por suerte a Francisco Armada y a Fleming que ambos separados son terribles pero juntos eran un coctel no recomendable para alguien decente.
Solo queda esperar y como esa maestra de cocina recuerdo que hablaba que “que se expone mucho tiempo sin preparar secar, cocer, congelar, aliñar, salar, hornear corre el riesgo de podrirse y no es nada apetitoso”.
Esperar pero no tanto tiempo, no asumir como parte de un estado laico aquella frase que siempre vemos en la calle y en los camino de la patria “cristo viene pronto” Diría Ali Primera “el pueblo es sabio y paciente” pero cuidado nada más fácil de perder que la justa calma y luego encontrarla no es tan amable como espera el que manda…