El concepto de "Guerra económica", que guía el grueso de la actividad del gobierno, merece revisión, de no hacerlo quedaremos como aquel que quiso vaciar una piscina con un colador: mucha actividad, mucho movimiento, pero "cuando despertó" la piscina "aún estaba allí". Revisemos.
Primero precisemos, definamos, al capitalismo, nuestro enemigo estratégico. El capitalismo es, definido por los clásicos, como la guerra de todos contra todos, transforma al hombre en lobo del hombre. La sociedad capitalista significa el último eslabón de la etapa egoísta de la humanidad, que comenzó allá en lo profundo de los tiempos con el aparecimiento de la propiedad privada de los medios de producción, que posibilitó la explotación de unos hombres por otros hombres. Este sistema no puede mantenerse sin una alta dosis de egoísmo, y sin una hipoteca total de la voluntad humana al demonio del mercado y del capital. Si alguien quisiera resumir en pocas palabras al capitalismo podría decir que es egoísmo más enajenación, o podría decir ¡demencia!
Esta demencia de la humanidad la ha conducido, además de a una existencia miserable, a las orillas de la extinción. Tal como lo dijo Fidel: Hay una especie en peligro de extinción, la especie humana.
Ya el teatro bélico está definido: la guerra de hoy, la guerra que las incluye a todas, es la Gran Guerra Patria Humanista contra el virus, el flagelo, del capitalismo, la batalla por el Socialismo. El Comandante Chávez nos dejó esa misión, fue su última voluntad, su último discurso, allí resumía todo su pensamiento.
A este objetivo histórico deben estar dirigidos todos los esfuerzos militares y todos los esfuerzos civiles, todos los comandos estratégicos, los militares y los civiles. Sólo así estarán justificados los esfuerzos tácticos. De otra manera, la guerra se convertirá en una ironía, en una lucha contra espejismos que dejaría al monstruo intacto, de ese modo no habrá victoria posible.
El Comandante Chávez, el Chávez estratega, el bolivariano, supo instaurar una nueva doctrina que, más que militar, es una doctrina global independentista. Aprendió con Bolívar que no es posible la acción militar liberadora triunfante, que no es posible enfrentarse a un imperio, a un sistema, sin acabar con la dicotomía de pueblo civil y ejército, había que unirlos en una sola voluntad y eso sólo es posible dotando a la nación de un gran tarea histórica. En la época de Bolívar fue acabar con la colonia, con el sistema monárquico, y ahora es derrotar a las neocolonias, con el sistema capitalista, con el imperio capitalista mundial en cualquiera de sus manifestaciones. Hoy la responsabilidad de este pueblo de Bolívar y Chávez es, tal como en 1810, servir de faro para la liberación de la Patria Humanista, ser ejemplo, señalar rumbos, demostrar que el Socialismo es posible, ahora.
Es así, la doctrina militar chavista se compone de dos pilares: uno, la unión de todo el pueblo; el otro, pilar de la causa sagrada, el Socialismo, que los une. Abandonar uno de los pilares significa condenar la doctrina a ser un simple cascarón, a que se mencione sólo en los actos protocolares, una ineficiencia. De esta manera entenderemos la guerra a la que estamos sometidos. Por ejemplo, capturar el contrabando de gasolina es un éxito militar nuestro, de la Revolución, así mismo lo es la ofensiva contra las colas... pero convocar a más de 1200 empresas capitalistas del Conglomerado Nacional Industrial Petrolero es una derrota de gran magnitud, estratégica, que anula las victorias parciales, y lesiona la moral del campo revolucionario, lo confunde, lo extravía. Esto nos pasa por no entender la naturaleza de la guerra, su objetivo.
Hoy, cuando el capitalismo se opone a la marcha al Socialismo, cuando se disfraza de engaño, o se oculta en palabrerío vacio, el deber de los chavistas, de sus dirigentes, de los comandos político-militares, del pueblo unido, es enfrentarlo de la única manera que garantiza el triunfo: con más Socialismo, nunca haciendo concesiones al enemigo capitalista; definiendo muy bien el rumbo, el objetivo, y al enemigo.
¡La doctrina de Chávez es el Socialismo verdadero!