Hacer de tripas corazones: tarea compleja del pueblo para defender el socialismo

La burguesía y la pequeña burguesía se unen para castigar la radicalidad popular, porque este radicalismo verdaderamente pone en peligro su permanencia en el poder y anuncia la llegada de una nueva etapa en la revolución. Y esto es así porque, si no se da el salto a la revolución popular democrática, la tendencia social reformista se consolida en el poder y la tendencia izquierdista popular, no burguesa ni pequeña burguesa será derrotada.

De ahí que hablar de unidad de lo diverso, es estar unido bajo un mandato socialdemócrata. Mientras que, hablar de buscar en la diversidad, la unidad. Los puntos de convergencia, lo común, los acuerdos políticos tácticos, es otra cosa, esto es ¡hacer de tripas corazones! Esa es la compleja tarea que les toca ahora al pueblo y a los intelectuales revolucionarios no social reformistas frente a la ofensiva reaccionaria burguesa y pequeño burguesa. Mostrar el deseo sincero de conocer y conciliar todas las labores, voluntades y elementos que han de hacer posible la continuidad del socialismo y el goce de las libertades públicas.

Un poco de historia internacional

Rosa Luxemburgo, 1871-1919. La mujer cuya vida y obra nos inspira fue una de las grandes revolucionarias del siglo XX y una de las fundadoras de la corriente de pensamiento del socialismo democrático. Su pensamiento representaba a las opciones más radicales en el seno de la II Internacional. Gran teórica, realizó importantes contribuciones al desarrollo del marxismo. Veamos sus tesis fundamentales:

-Rosa Luxemburgo creía en una opción socialista internacional, esto es, alejada de particularismos y nacionalismos, en la que las masas obreras, solidariamente, tomaran el poder.

-Rosa Luxemburgo postulaba un menor dirigismo y una mayor integración de las bases en la dinámica partidista, y se oponía a la concepción del “centralismo democrático” de un partido de revolucionarios profesionales que defendía Lenin.

-Rosa Luxemburgo explicó las crisis cíclicas del capitalismo planteadas por Marx relacionando este hecho con el colonialismo, hallando que el crecimiento de las potencias capitalistas encontró una vía de expansión en las colonias, la cuales, al tiempo que procuraban materias primas a muy bajo costo, servían también de mercado donde colocar los productos manufacturados.

Sin embargo, las fuerzas radicales de izquierda no logran imponerse frente a la tendencia reformista del socialdemócrata Friedrich Ebert. Y el 15 de enero 1919, Rosa Luxemburg y su coideario Karl Liebknecht son asesinados en Berlín, bajo la socialdemocracia en el poder, por los soldados que reprimen el levantamiento. Sus cuerpos son arrojados a un canal. Estos asesinatos desatan una ola de protestas violentas en todo el país, que se extienden hasta mayo 1919, y cuya represión militar lleva a varios miles de muertos.

León Trotski

León Trotski es una destacada y controvertida personalidad del movimiento obrero comunista internacional, autor de la teoría de “la revolución permanente” y uno de los líderes de la Revolución bolchevique de 1917 en Rusia. Organizó el Ejército Rojo, que triunfó en la guerra civil rusa, y fundó la IV Internacional Comunista. Trotski fue el colaborador más cercano de Vladímir Lenin y debería haberle sucedido en los máximos puestos del Partido Bolchevique y del Gobierno soviético. Pero la historia, como a menudo sucede, tuvo otro desenlace y le deparó a Trotski un destino trágico.

Con la llegada de la paz el papel del Ejército Rojo disminuyó por lo que Trotski optó por nuevos campos de acción. Fue comisario del pueblo de Transporte pero, como siempre, prefería las palabras y discursos a las acciones reales. Mientras tanto, la situación política y económica en el país estaba cambiando con la llegada de una nueva generación de bolcheviques para los cuales la lealtad a las ideas puras revolucionarias ya no era tan importante como la preservación del poder en sus manos. Los rusos, además, cansados por las guerras y la miseria absoluta, exigían cambios positivos como la derogación de la política del comunismo de guerra.

Para Trotski el objetivo clave siempre fue la revolución mundial, mientras que la revolución en Rusia era tan solo el primer paso en esta dirección. La revolución socialista tenía que ser permanente y ramificarse a otras potencias europeas para que el proletariado de todos los países se uniera venciendo a las clases opositoras. El proletariado de Rusia debería inmolarse a favor del comunismo universal. Era la teoría de la “revolución permanente” de Trotski.

Efectivamente, en la lucha entre bastidores por el poder en la Rusia soviética, Trotski no fue tan fuerte como en las batallas ideológicas. Estaba convencido de su superioridad intelectual ante sus rivales políticos y por eso invirtió poco tiempo en la lucha abierta por la sucesión en la cúspide del poder. Además, uno de sus mayores fallos fue la subestimación de la figura de Iósif Stalin, su rival implícito. Lo despreciaba y lo tachaba de pueblerino inculto. En 1925, por decisión del Comité Central del partido, Trotski fue destituido del cargo de comisario militar. Solo entonces entendió lo frágil y efímero de su posición en la jerarquía bolchevique.

Trotski empezó a organizar la oposición dentro del Partido Comunista pero ya era demasiado tarde. En diciembre de 1925 en el XIV Congreso, la oposición liderada por Trotski, pese a contar en sus filas con prestigiosos bolcheviques de la “vieja guardia”, fracasó por completo. En octubre de 1926 Trotski fue “separado” del órgano superior del partido —el Buró Político— y al cabo de un año, expulsado también de su Comité Central.   

En agosto de 1936 en Moscú empezó el juicio abierto contra los trotskistas. Durante todo el proceso judicial Trotski fue la propia encarnación del mal. Fue acusado de “asesinato y homicidio en grado de tentativa de destacados bolcheviques”, al igual que de “mantener contactos con los servicios secretos extranjeros”. Fue condenado en rebeldía a la pena capital. Muy mala suerte corrieron sus familiares: su primera esposa, Alexandra Sokolóvskaya, dos hijos, Lev y Serguéi, su hija Zinaída, su cuñada, dos sobrinos y dos yernos fueron fusilados durante las purgas estalinistas en los años 1937-1938. En esta época desaparecieron tres nietos de Trotski

El Gobierno soviético junto con sus aliados comunistas-estalinistas mexicanos se había fijado el objetivo de “aniquilar” al antiguo líder revolucionario. Su nieto Esteban Volkov afirma que contra su abuelo fueron esgrimidos los mismos métodos que Stalin solía utilizar contra sus enemigos políticos en la Unión Soviética: primero desencadenar una campaña de calumnias y de desprestigio para después aniquilarlo físicamente. Los estalinistas mexicanos en los medios de información locales acusaron a Trotski de traición a la causa del comunismo y de conspiración contra la Unión Soviética. El ataque con difamaciones fue tan fuerte que un día Trotski afirmó: “Me parece que los periodistas están a punto de cambiar la pluma por una ametralladora”.

En febrero de 1940 Trotski redactó su testamento político, en el cual decía: “Durante 43 años de mi vida consciente fui revolucionario y durante 42 años luché bajo las banderas marxistas. Si tuviera que empezar desde cero, intentaría esquivar algún que otro error pero el rumbo principal de mi vida quedaría inalterado. Moriré siendo un revolucionario proletario, marxista, materialista dialéctico y, en consecuencia, ateo inconciliable. Mi fe en el futuro comunista de la humanidad ahora no es menos ferviente, sino más sólida que durante mi juventud”.

El veinte de agosto de 1940 durante una audiencia con el revolucionario en su despacho, Mercader le pidió que leyera un trabajo suyo sobre el trotskismo en los Estados Unidos. Bajo la capa guardaba su arma, un pico de alpinista recortado. Cuando Trotski, sentado a la mesa, se inclinó hacia el manuscrito, Mercader, de pie a su espalda, le asestó un golpe en la cabeza. Aunque el golpe resultó muy fuerte —la herida tenía una profundidad de siete centímetros— Trotski pudo oponer resistencia y hasta salir corriendo de la habitación, pidiendo socorro. Fue trasladado al hospital pero murió inconsciente al día siguiente. Una semana después fue incinerado y sus cenizas fueron sepultadas en el patio de su mansión en Coyoacán. Su esposa, Natalia Sedova, murió más de veinticinco años después y ahora yace a su lado. El asesino, Ramón Mercader, fue detenido por los guardaespaldas y condenado a veinte años de prisión por la justicia mexicana. Tras su liberación apareció en Moscú, donde recibió la máxima condecoración, título de Héroe de la Unión Soviética, y vivió hasta el año 1978 en Cuba. En el cementerio de Kúntsevskoye, en Moscú, en un rincón apartado yace Ramón Ivánovich López, en realidad, Ramón Mercader.

Asesinato de Dalton y Pancho

Poemas Clandestinos" fue el último libro que escribiera Roque Dalton en la clandestinidad. Fue también el texto que salvara Lil Milagros Ramírez y que entregara una copia a la familia Dalton. Fue también "prueba" de las acusaciones que le hicieran quienes ordenaran asesinarle. "¿Vos has escrito estos poemas de mierda?", le interrogaba el seco Vladirmir Rogel, al mismo tiempo que lo golpeaba con patadas en el suelo...

"En mayo de 1977 se cumplieron dos años del cobarde asesinato de ROQUE DALTON y PANCHO; sus asesinos pretendieron justificar tan abominable crimen acusando al compañero Dalton de ser un “agente del enemigo”. Al asesinato de Pancho, un fiel soldado de la revolución, no pudieron siquiera fabricarle un pretexto.

Los ecos de la indignación mundial, lejos de apagarse, han crecido conforme pasa el tiempo a tal punto que si en los primeros días hubo confusión ahora ya no queda en absoluto ninguna duda sobre la catadura moral de los asesinos, y sobre la límpida trayectoria revolucionaria de dos grandes combatientes caídos en aras de la lucha ideológica", dice el texto introductorio a este poemario, suscrito por la dirección de la Resistencia Nacional (RN). Fuente:Roque Dalton/Archivo Digital.

Como recoge Roque Dalton, en: “Un libro rojo para Lenin”: “Las fuerzas intelectuales de los obreros y campesinos crecen y se robustecen en la lucha por el derrocamiento de la burguesía, de sus cómplices, los intelectualillos lacayos del capital, que se creen el cerebro de la nación. En realidad no son cerebro, sino mierda”.- Lenin, carta a Gorki del 15 de Septiembre de 1919.

Referir las ideas de Lenin en su cumpleaños 142 es como encontrar contra quienes va dirigido el libro “Que hacer” como dice Dalton: el libro va dirigido “contra los radicales pasivos y los portaestandartes de la espera, contra los que se pasan con armas y bagajes al oportunismo, contra los que van a buscar sus armas y bagajes en el oportunismo, contra quienes no usan sus armas y bagajes contra el oportunismo”. Dalton vuelve increpando a los flojos y amando a los luchadores que han asumido el compromiso de la lucha por el socialismo…

Sobre nuestra moral poética

No confundir, somos poetas que escribimos

desde la clandestinidad en que vivimos.

No somos, pues, cómodos e impunes anonimistas:

de cara estamos contra el enemigo

y cabalgamos muy cerca de él, en la misma pista.

Y al sistema y a los hombres

que atacamos desde nuestra poesía

con nuestra vida les damos la oportunidad de que se cobren,

día tras día.

Los culpables

Si Uds., queridos padres del Colegio

Doctores de la Facultad Señores Magistrados, Ministros

Papá y Mamá 

Tenientes-Coroneles

Hubieran ingresado en su tiempo

Al Partido Comunista

(Y quedádose ahí)

Yo aún estaría 

En algo así como el Partido Demócrata Cristiano.

Pero ahora no tengo más remedio.

Y no niego que me hace en ocasiones temblar

Esta inmensa responsabilidad.

Os conocí tan puntillosos, serios ...

Este parafraseado es para recordar las ideas de Dalton que llenan de pánico a los capitalistas, a los imperialistas y a los izquierdistas oficializados…(Fuente: aporrea.org/artigamanuel@yahoo.com.mx)

En la historia de la revolución popular hay muchas experiencias que se tienen que tomar en cuenta para apoyar la lucha y no cometer los mismos errores. Si las fuerzas socialistas populares no logran imponerse frente a las adversidades, la persecución, la crisis económica, la corrupción y el terror estatal que impulsan la tendencia social reformista; si los izquierdistas populares no logran constreñir el corazón y los odios para seguir adelante, serán derrotados. Ahí están los testimonios referidos. En Venezuela, Serra y Odreman son las víctimas de los últimos días…

¿Qué somos? Los servidores heroicos y modestos de una idea que nos calienta el corazón, los amigos leales de un pueblo en desventura”. Aunque para ello se nos vaya la vida. ¿O, los aliados lacayos de la burguesía y el imperialismo?.



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Memo Fernández


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