Una de las formas en que la política pueda servir al pueblo es que los candidatos y gobernantes representen adecuada y directamente a sus electores, caso contrario, una de las maneras más efectiva de matar la democracia es con gobernantes y candidatos impuestos, ya que responden solo a los intereses que los eligieron. Prácticamente da a lo mismo votar por alguien que ha sido impuesto por una élite partidista que un gobernante advenido al poder de facto. Al respecto, prontamente vienen las elecciones para los diputados a la Asamblea Nacional, un Poder Público de gran importancia, probablemente el que más. Su función no es solo la vital encomienda de hacer leyes, sino la medular acción de controlar la gestión de la administración pública, además de ser el centro del debate político de Venezuela.
Así pues, los venezolanos deseosos de cambio, de futuro promisorio, de superación de nuestros endémicos problemas de corrupción e ineficiencia, no debemos aceptar nada distinto a una elecciones primarias a fin de escoger a los hombres y mujeres que mejor representen a la ciudadanía, aceptar otro mecanismo de selección de candidatos es sencillamente ahondar la crisis. Asimismo, es importante advertir que las elecciones de segundo y tercer grado por igual resultan un ardid, pues quienes salgan electos por esta vía (elegidos de entre los elegidos) finalmente se desvinculan de las bases que los escogieron dando lugar a las conveniencias personales, grupusculares y a furtivos pactos.
Una de las principales herramientas que contribuye favorablemente a las gestiones públicas es la conectividad y compromiso directo entre los gobernantes con sus electores, esa conexión se pierde totalmente cuando se usan mecanismos de elecciones de segundo y tercer grado. Así pues, las elecciones primarias no deben ser una concesión, es un deber de quienes conducen la política en Venezuela y un derecho para todos nosotros, dicho sea de paso, funge como un mecanismos depurador que se sobrepone al intrincado mundo interno de las organizaciones políticas, pues sí es transparente el proceso, termina beneficiando a quienes las bases conceden razón mayoritariamente.
Hoy día Venezuela atraviesa una coyuntura en extremo delicada, reflejada en un vertiginoso deterioro de la calidad de vida donde como guinda de torta el racionamiento de alimentos y demás productos nos debe obligar a reflexionar hacia dónde estamos y vamos, nos debe obligar darle un viraje profundo a la dirección que lleva el país en los actuales momentos, la elección de candidatos identificados con estas exigencias populares resulta un antídoto contra la Venezuela de hoy insegura, inflacionaria, caotizada, por tal motivo se revaloriza mucho más la elección de candidatos por primarias, otros mecanismos de imposición o acuerdos a espaldas del pueblo solo nos empeorará día a día.
@leandrotango