El Estado y la ley jurídica

Lo que no deseo, es que el pueblo venezolano no se sienta en confusión o engañado ante una economía cerrada y cercada por la globalización, un programa norteamericano para colonizar a las naciones. Hay intereses personales para desestimular la inversión y la industrialización, con el fin de estimular el desempleo para acosar al gobierno de ineficaz, prefieren la informalidad en el comercio y obligar al gobierno presidido por el presidente Nicolás Maduro, recortar los programas de acción social.

El Proyecto Bolivariano no debe pertenecer a una política de reparaciones de índole financiero. El trabajo debe ser de estructuras, buscar la manera de generar riquezas y gravar lo que se debe de gravar. Ir al marco jurídico y accionar lo político, tenemos que acercarnos más al Estado Socialista y Democrático que ideo, Hugo Rafael Chávez Frías. Lo importante es sancionar el delito económico y bursátil.

Todo delito debe ser aclarado por una contraloría social, los culpables deben recibir su castigo, decirle no a la impunidad es un deber y expulsar de sus cargos a quienes incumplen su responsabilidad. Algunos líderes por apoyar fuerzas oscuras y entorpecer sus testimonios, cayeron y hoy, lucen olvidados.

Acepto la libertad de las relaciones, aunque no sea populista. El interés es informar a las personas de sus deberes y la ley debe marcar sus límites, debemos ser fieles en quien creemos y nunca violentar este vínculo. La amistad navega los mares de la libertad, y los amigos no tienen otra responsabilidad que cumplir con ese pacto no escrito, el Estado debe vigilar el cumplimiento de la ley para beneficio de todos, es un acto de solaridad.

Los nacimientos, matrimonios, separaciones, divorcios, constitución y quiebra de empresas, compras de bienes, crímenes, robos, corrupción y desfalco y demás están regulados por códigos civiles, penales, de comercio y tantos más, para la tranquilidad, peculio y solaz de abogados y jueces. Están, además, los policías, los notarios, los registradores, inspectores y superintendentes. Es decir, toda la maraña de cargos y controles que tratan de regir nuestras vidas. Son vitales para ordenar la sociedad.


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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