Los llamados a la unidad tienen como argumento central el peligro real de perder las elecciones parlamentarias o un posible referéndum. De este argumento deducen que es necesaria la unidad (que entienden como cero crítica) para disipar esas nubes en el cielo de la Revolución.
Se desprende de lo anterior que los problemas de la Revolución y del gobierno se originan en la desunión y ésta se produce por la crítica. Argumento pobre que no ayuda a comprender la situación que atravesamos, y mucho menos a construir una vía de éxito, nos condena a seguir el camino al patíbulo. Veamos.
Hay algo percibido por todos, a pesar de las intenciones de ocultarlo: la Revolución, el gobierno, están en dificultades, en estos últimos meses el apoyo ha mermado a niveles de alarma. Y hay algo que es inocultable: las medidas clientelares, el circo, no ha mejorado la situación. Más allá de las declaraciones, de los espectáculos, emerge la realidad que conocen todos: estamos en dificultades serias, reales.
Frente a esta realidad, hay dos actitudes principales.
Unos actúan como niñitos malcriados y se resisten a aceptar la realidad; la niegan, y embisten contra todo lo que les diga lo contrario: las encuestas son amañadas, las pitas en los actos son escuálidos infiltrados, las opiniones en contrario son pagadas por la cia, el dólar alto es falacia, la escasez es parte de la guerra del enemigo fantasma, la pérdida de apoyo es invento. Insisten en seguir el camino que nos trajo hasta aquí, a esta miasma, así se hunden cada vez más en la arena movediza del extravío y acercan el fin del gobierno, del Socialismo, del sueño de Chávez.
Otro grupo escogió la conducta de decir, criticar, alertar, éstos son atacados como lo hacen los que no tienen argumentos, yendo a lo personal: el argumento más usado es la pertenencia a la cia, se les dice agente del enemigo, algunos bobos desempolvan el antitrotskismo.
Mientras tanto, frente a nuestras narices, el capitalismo se come la Esperanza Socialista: las "zonas económicas especiales" son pilares donde se apoya el capitalismo internacional para morder la soberanía y al Socialismo; las alianzas con los chinos, entiéndase, con las transnacionales capitalistas, afianzan la dependencia con el capital internacional, que dicho sea es uno sólo, el monstruo tiene un solo tronco. Con el engaño de cambiar capitalismo por "productivo" se estimula a las unidades económicas capturadoras de sudor y sangre de obreros; la plusvalía, la conciencia egoísta y el robo de la renta es la verdadera producción de estas unidades.
En lo político vamos viento en popa hacia el pacto burgués que Chávez derrotó el 4 de febrero. Puede que tenga otro nombre, pero puede ser que tengan la desfachatez de revivir el pacto directamente con ad, entonces dirán que ramos allup no es malo, se trata de la oposición democrática que tanto buscan.
Qué tendrá que pasar para que estos gobernantes se den cuenta de que el camino que transitan los lleva, nos lleva, al abismo (como dice Machuca). A cuánto tendrá que llegar el dólar, a cuánto tendrán que bajar las encuestas para que la dirección se reúna y deje la tontera de buscar culpables, de inventar para no rectificar. Qué tendrá que pasar para que los plumíferos ayuden al gobierno y dejen de justificar lo que la realidad desmiente. Ojalá ese día llegue antes de que la Revolución se desvanezca.