Todo proceso de producción comprende un proceso productivo y otro circulatorio.
En la reciente entrega III introdujimos la fórmula de la composición del capital. Luego de señalar las ecuaciones macroeconómicas conducentes al equilibrio estable de una economía burguesa, arribamos a la siguiente:
“Esa inestabilidad queda resuelta así:
c v pl PP[5]
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200 50 62,50 = 312,50
100 50 37,5 = 187,5
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300 100 100 500,00
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Si observamos el dato de ese cuadro a la altura de la primera columna, segunda fila (100), nos daremos cuenta de que, si bien se estabiliza el sistema mediante una g’ común, en cambio se desequilibra ya que el sector productor de bienes de consumo no es capaz de cubrir toda la demanda del sector productor de medios de producción que expresada en precios de producción = 112,50, según los datos de la segunda y tercera columnas de la primera fila (50 + 62,50).
Finalmente, este desequilibrio se resuelve así:
c v pl PP.V [1]
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200 50 62,5 = 312,5
112,5 50 37,5 = 200
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Ahora, allí presentamos una situación de equilibrio estable para una economía cerrada o que no acumularía plusvalía.
Así queda resuelto también el imaginario “problema de la transformación” que los apologistas del capitalismo plantearon como arma teórica para negar el origen de la ganancia y de la fuente del valor que es finalmente uno de los objetivos de El Capital de Karl Marx.
Para comprender que los precios de producción son los mismos valores de la producción, basta con observar que el valor 200 del segundo sector se conserva mediante el sacrificio de pl que este sector sufre cuando compra el valor orgánico de su capital constante (100) al precio de producción = 112,5 con cargo al sacrifico de parte de su plusvalía. Por su parte, el primer sector recibe este precio de producción en valores de producción = 112,5 porque sus trabajadores reciben 50 y sus capitalistas reciben 62,5 en bienes de consumo por ese valor.
En resumen: en ese cuadro de ecuaciones macroeconómicas sólo aparecen datos expresados en valor trabajo como el representado por los precios de producción a los que el primer sector vende sus medios de producción al segundo sector = 112,5 (dato de la primera columna, segunda fila), un valor trabajo que, como precio de producción, satisface el segundo sector con cargo al sacrificio = 12,5 que sufre este sector en su plusvalía, ahora reducida a 37,5(dato de la tercera columna, segunda fila)[2].
La dificultosa compresión correcta de esta supuesta conversión de valores en precios de producción desaparece cuando recordamos que las mercancías tienen una doble valoración: una material, como valor de uso, y otra social, como valor de cambio.
Dicha conversión suele trastocarse sólo cuando perdemos de vista que el proceso de producción de las empresas es un asunto microeconómico, sólo si lo parecíamos como proceso productivo, pero también es un asunto macroeconómico cuando reconocemos que también es un proceso circulatorio, mediado por el dinero. Circula el capital en pleno, tanto el reproducido como el producido: el capital constante, el variable y la plusvalía, o sea, los medios de producción y los bienes de consumo final absorbidos por asalariados y capitalistas.