Como decía nuestro comandante supremo quien dijo que iba a ser fácil. Hoy muchos camaradas y otros no tanto comienzan a preguntarse si está en el lado equivocado, si está dispuesto a pagar el precio de atreverse a hacer una revolución socialista, unos porque no aguantan la presión de la guerra económica y prefieren la “estabilidad” y “calidad de vida” que ofrece la explotación y opresión del sistema capitalista, otros con la excusa de ser más revolucionarios que Chávez y poseedores de la verdad absoluta que prefieren distanciarse para no salir “embarrados” si se prende el “Verguero” y unos cuantos que nunca han pertenecido a este bando pero aprendieron a mimetizarse cual camaleón para “vivir” de la revolución, todos ellos con un elemento en común, huyen cuando las cosas se ponen feas.
Esto es normal en un proceso social tan amplio que pretende revertir la “cultura” capitalista de al menos quince mil años de gestación, pues en su inmenso movimiento arrastra a camaradas comprometidos con el cambio social, personas que simplemente hastiados por las dificultados buscan un cambio de situación sin importar un cambio estructural, individuos que ante la inminencia de los cambios se adaptan a las circunstancias y se dejan llevar por el huracán revolucionario mientras el tiempo sople a su favor y por supuesto por burgueses y pequeños burgueses que buscan sobrevivir a los cambios hasta alcanzar posiciones para contraatacar. Lamentablemente no faltan los camaradas comprometidos que por la fuerza de las circunstancias asumen una posición sectaria que los lleva a tomar caminos separados aunque eso nos empuje al debilitamiento del movimiento revolucionario.
Pero en términos reales no hay posibilidad alguna de hacer una revolución socialista que implica arrebatarle el poder a la clase que históricamente a usufructuado el trabajo y los recursos que pertenecen las mayorías, sin que pongan resistencia y utilicen todo su arsenal y todas las estructuras burguesas para defender sus intereses a toda costa sin más límites morales que su riqueza material. Peor aun en un país apetecido por intereses capitalistas internacionales por su inmensa riqueza petrolera ¿primera reserva del mundo?, recursos hídricos, biodiversidad, minerales de alta demanda como el coltran, el hierro y el oro.
Los que asumimos este peo como razón de vida en nada tenemos que “cagarnos” porque la “vaina” esta fea, porque la derecha “nos agarro el lado débil”, porque el estrés de las colas, la especulación, el acaparamiento, el bachaqueo y dólar “Tudey” ( in english: today) azotan nuestro presupuesto, pues estamos concientes que en esta lucha de clases no hay posibilidad de transición pacifica, la derecha no va a “renunciar” a sus privilegios, va a combatir con todas sus armas, que los gringos jamás dejaran de intentar recuperar la joya de la corona, que no hay empresarios “buena gente” cuando ven amenazada su “superioridad”, que para defender su “calidad de vida” se van a asociar hasta con el diablo para “reventarnos” por cualquier flanco débil que dejemos.
Que nadie venga a tratar de convencernos de que el gobierno se ha vuelto el enemigo a vencer, que sus errores son los que nos tienen jodidos, que la corrupción se apropió del socialismo, que la incapacidad y la ineficiencia del gobierno los hace “merecedores de traición”, claro que hay errores y debilidades que corregir, claro que hay corrupción, negligencia y burocratismo, quien creía que una revolución económica y política como la nuestra se hace en quince años, si eso fuese cierto, que algún revolucionario se declare libre de antivalores capitalistas. Ahora si no has podido cambiarte a ti mismo en un 100%, como pretendes cambiar una cultura económica milenaria en medio de una guerra a todo nivel en tan poco tiempo.
Después de tanto nadar, no moriremos en la orilla, nada buscar excusas, la revolución es para los valientes, para los hijos de Bolívar y Chávez, aprovechemos todos los espacios para hacer revolución, asumamos el rol protagónico que nos corresponde, cada consejo comunal, cada comuna, cada UBCH, CLP y todas las estructuras del partido debe ser asumida por los valientes, por los que nos atrevemos a confrontar las adversidades, por los que estamos dispuestos a secarnos la vida por construir un mundo de paz y armonía para las próximas generaciones sin más recompensa que la satisfacción de la tarea cumplida. Sigamos críticos a los errores del gobierno pero acompañando la crítica con acción revolucionaria, transformando todo lo que este a nuestro alcance, comenzando por uno mismo, por tu entorno social cercano, tu familia, tu barrio, tu colectivo de trabajo o de lucha hasta lograr destruir al capitalista que llevamos dentro de la revolución.
Si el 28 de junio decides no votar en las primarias eres un traidor a la revolución, si permites que los “vivos” de siempre te impongan líneas para que votes por “la maquinaria”, si “compran tu voto” con promesas de beneficios que ofrece la revolución, sigues siendo un traidor, pero si concientemente decides participar con tu voto para imponer los que tu consideras “l@s valientes” que necesitamos estás en el camino correcto. Si le compras a un bachaquero o te conviertes en uno, si le “pagas” a un Fiscal, policía u otro servidor público, si alcahueteas al bodeguero de la esquina, el panita del partido que hace cosas inmorales, si te callas por conveniencia, si te vuelves indiferente ante la injusticia también eres un traidor tan deplorable como las ratas que abandonan el barco cuando la cosa se pone fea.
Solo el pueblo salva al pueblo, organízate y lucha, cuando tengas la fuerza suficiente no necesitaras pedir a los “jefes” que cambien pues estos no tendrán mas alternativa que obedecerte, si te parece difícil solo piensa en los miles de millones de personas que han perdido su brevísima existencia maltratados, explotados, subyugados por la opresión de este modelo civilizatorio consumista y depredador de supervivencia del más apto y en los miles de millones que tendrán un mundo mejor gracias a tu sacrificio