Mis estimados lectores, desde hace tiempo vengo escuchando y leyendo reiteradamente que hay que rescatar el legado del Comandante Chávez; y esto lo dicen tirios y troyanos; a ese argumento se adhiere el señor Nicmer Evans y el señor Toby Valderrama y muchos otros que escriben en este portal. Aunque tengan posiciones encontradas todos tienen como referente al Comandante Chávez, el problema es que cada quien tiene una interpretación de dicho legado que se acomoda a su visión e intereses particulares. Los que defienden al Presidente Maduro se sienten los legítimos herederos del Comandante; sin embargo, quienes lo adversan, y lo tildan de traidor a los designios del líder de la revolución, también se sienten los legítimos sucesores y adherentes de aquel.
Frente a esto tenemos que preguntarnos ¿cuál es el legado real del Presidente Chávez? ¿Es el legado de este, tan nebuloso e impreciso que todo del mundo puede tomarlo como referente? Creo que estas preguntas son muy pertinentes.
En primer lugar, y simplemente apegándonos a los hechos sin hacer ningún tipo de valoración, debemos decir que algo que resalta del legado del Comandante Chávez es su última alocución al país, en que afirmó que no tenía la más mínima duda; y que era una verdad redonda como la luna llena que quien debía sucederle en el poder era Nicolás Maduro. Con miras a que no quedara ninguna duda también en esa alocución se encontraba el Presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello. Siguiendo un curso lógico de pensamiento, quien ponga en duda la capacidad del Presidente Maduro de dirigir los destinos del país, está yendo en contra de lo que pensó y decidió en su oportunidad el líder de la revolución. Quienes duden del liderazgo del actual presidente tendrán que reconocer que el máximo líder de la revolución se equivocó. Sin embargo, nadie quiere decirlo abiertamente por miedo a ser tildado de vendido a la oposición.
Hace ya algún tiempo escribí un artículo sobre la posibilidad de sobrevivencia del chavismo a la muerte de su líder que titulé “¿Chavismo sin Chávez, es eso posible?” (http://www.aporrea.org/actualidad/a158925.html). En ese artículo planteaba que:
En resumidas cuentas, quiero señalar que en el chavismo hay de todo, desde comunistas dogmáticos, otros quienes pudieran calificarse de socialdemócratas, otros de socialistas cristianos, otros que son o han sido militares, y por último, un grupo de oportunistas que se unieron al proceso para hacer negocios.
En virtud del carácter variopinto del chavismo es lógico pensar que cada grupo con su inclinación ideológica por delante, agarrará con pinzas dentro de las muchas cosas que dijo el Comandante Chávez lo que le conviene a su posición particular.
Hay que reconocer también que el legado del Comandante Chávez no es tan claro y definido como algunos tratan de hacer ver.
En el terreno ideológico - político podemos exponer la siguiente cita extraída del artículo mencionado:
Es lógico que primero tengamos que definir que es el chavismo. Cuando Chávez hace campaña para las elecciones de 1998 desde un punto de vista político no contaba con una clara definición más allá de ser un militar nacionalista, bolivariano (y esto es interpretativo) y que levantaba la bandera de la lucha contra la corrupción que carcomía a Venezuela y la sigue carcomiendo. Chávez contaba con un verbo encendido y un dejo campechano que llegaba a los sectores más humildes de la sociedad, pero que también encantaba a parte de la clase media, sobre todo les gustaba lo de la lucha contra la corrupción. A la mayoría le gustaba el hecho que era algo nuevo.
El Presidente Chávez tenía como dijimos un discurso nacionalista, bolivariano, que mezclaba con alusiones a Rousseau y Montesquieu, y por supuesto a Cristo. Durante algún tiempo coqueteó con la idea de la tercera vía de Tony Blair. Finalmente, después de mucha búsqueda intelectual, y después del intento de golpe de Estado del 2002 y el paro petrolero vino el acercamiento a Cuba y al socialismo. Entonces se comenzó a hablar del socialismo del siglo 21, sin que cuajara una definición clara de su significado, como dijera el ministro Giordani, para él, es el mismo socialismo de siempre pero en el siglo 21. Entonces podemos concluir que el chavismo como ideología no tuvo en sus inicios una clara definición, y sólo esta definición se ha conseguido adhiriéndose al socialismo. A partir de este momento, se comenzó a hablar de Lenin, de Mao, de Gramsci, de Rosa de Luxemburgo, de Trostky, todo esto, mezclado con referencias a Bolívar. Entonces el discurso se vuelve anticapitalista, antiimperialista y tercer mundista. Del nacionalismo pasamos al internacionalismo proletario. Como dijera en alguna ocasión el Presidente Chávez, la caída de la Unión Soviética fue una tragedia, sin reparar que la tragedia fue en realidad la existencia de la misma bajo un modelo autoritario y represivo, y en lo económico un desastre.
Tal como se plantea en la cita anterior, el pensamiento político del Comandante Chávez no estaba bien definido cuando tomó el poder. Como alguien le recordó al señor Toby Valderrama, el Comandante Chávez en un momento se definió como socialdemócrata y cristiano. También, en una entrevista en los momentos que era candidato a la presidencia señaló que Cuba era una dictadura, con el tiempo cambió de parecer y llamó a Cuba “el mar de la felicidad”. Por lo tanto, en este peregrinar del pensamiento del Comandante Chávez podemos encontrar una base para que distintos sectores del chavismo que van del radicalismo marxista al pragmatismo, hasta la visión socialdemócrata, puedan sentir y expresar que ellos son los fieles seguidores del líder de la revolución.
Frente a la crisis económica que se está desarrollando con toda su intensidad, pero que según mi opinión, aún no ha llegado al clímax; los detractores del Presidente Maduro lo culpan de la misma, señalando que durante el gobierno del Presidente Chávez la situación distaba mucho de la actual. Quienes así piensan, no se dan cuenta o no quieren darse cuenta que en materia económica el actual gobierno no ha hecho nada diferente a aquel del fallecido presidente. El control de cambios se ha mantenido, el endeudamiento interno y externo se ha mantenido, el gasto público exacerbado se ha mantenido, así como también, el control de precios, el discurso en contra de la burguesía dueña de los medios de producción, la venta de petróleo a las naciones del Caribe en condiciones preferenciales, la devaluación como mecanismo de ajustar las cuentas del gobierno, la emisión desmesurada de circulante, las importaciones masivas de todo tipo de bienes, y por último, la corrupción.
Además, hay que recordar que el Presidente Chávez gobernó con precios muy altos del petróleo, lo que le permitió sacar esas divisas de las reservas internacionales para llevarlas a diferentes fondos (Fondo Miranda, Fondo Chino) que se dedicaron a incentivar el consumo de las clases populares. En la actualidad esos fondos están agotados y el ingreso de petrodólares reducido a la mitad.
Los detractores del Presidente Maduro, piensan que si el Comandante Chávez estuviera vivo las cosas serían muy distintas. Se han olvidado que en el 2008 el Presidente Chávez señaló que Venezuela estaba blindada frente a la crisis económica, sin embargo, después tuvo que admitir que la crisis si tocaría a Venezuela como efectivamente sucedió. Es mi visión muy particular, que el Presidente Chávez de estar vivo, tendría al igual que el actual presidente muy poco margen de maniobra, con la ventaja eso sí, que si tomara una decisión de sinceración de precios o cualquier otra medida que oliera a neoliberalismo, nadie se atrevería dentro del chavismo de acusarlo de traidor a los principios de la revolución, ventaja con la que no cuenta el Presidente Maduro.
Podemos decir que parte del legado del Comandante Chávez fue visibilizar a los pobres, la gran mayoría de Venezuela, además, les dio la esperanza de una vida mejor; y gracias a los altos precios del petróleo lo logró. Lamentablemente, lo hizo sobre una base endeble, la renta petrolera. No se puede negar que la renta petrolera llegó a los sectores populares en la forma de misiones (otrora llamados programas sociales). Sin embargo, no se tuvo la visión al igual que en la denostada IV república, que los ingresos petroleros fluctúan como cualquier materia prima, determinando épocas de vacas gordas y otras flacas.
Por lo tanto, los avances en materia de reducción de la pobreza no han sido irreversibles, en la medida, que los ingresos petroleros fluctúen a la baja, la pobreza se incrementará nuevamente ineludiblemente, exactamente lo que está sucediendo. Otra situación estaríamos viviendo si una buena parte de los ingresos percibidos del boom de los precios petroleros, se hubieran usado para crear una sólida base productiva, que por una parte, diera empleo estable y por la otra abasteciera de bienes nacionales el mercado interno, con la consecuente reducción de las importaciones.
Por desgracia, parte del legado del Comandante Chávez fue seguir con el modelo rentista petrolero heredado de la IV república, creo que este es un argumento irrefutable. Entonces, tuvimos un modelo de socialismo rentista petrolero, así como en la IV República tuvimos un modelo capitalista rentista petrolero.
El Comandante Chávez llenó de esperanzas al pueblo en el sentido de que este podía efectivamente acceder al poder. En este sentido, se crearon los consejos comunales, sin embargo, esto se realizó bajo un esquema paternalista y a la sombra del Estado y la renta petrolera. La creación de consejos comunales en las comunidades pobres estuvo influida por la promesa de dotarlos de recursos para el desarrollo de proyectos diversos en las mencionadas comunidades. En algunos casos los recursos llegaron, en otros no, lo que implicó el desmantelamiento de muchos de estos consejos y la pérdida de interés de los habitantes de esos sectores. Nunca hemos sabido si los recursos que se hizo llegar a los consejos comunales fueron bien administrados y se concretaron en proyectos culminados y cuál fue el impacto social generado, o si bien, esos recursos fueron dilapidados.
No podemos olvidar la molestia del Presidente Chávez con el Ministerio de las Comunas, llegando a expresar que si no daba resultados concretos sería capaz de eliminar dicho ministerio.
Por lo anterior, podemos señalar que la buena intención del Presidente Chávez de empoderar al pueblo en la práctica no se dio. Muy por el contrario, una pesada burocracia se enquistó en el proceso bolivariano, una burocracia que decidió lo que era bueno o malo para el pueblo. Es decir, asistimos a una reedición del socialismo de arriba hacia abajo muy propio de la experiencia soviética.
No debemos olvidar que en un principio al Presidente Chávez le pareció que habían demasiados ministerios y que era necesario reducir dicho número. La práctica fue otra, se crearon muchos más, y ha habido un constante cambio de nombre de los existentes, sin reparar en los costos asociados a este tipo de decisión. En todos estos años de revolución se ha visto un constante crecimiento del personal empleado en el sector público, sin que se haya visto un funcionamiento más eficaz y eficiente.
Como podemos ver, analizar el legado del Comandante Chávez es una tarea compleja porque no podemos decir que el mismo haya sido totalmente positivo para el país. Mi opinión particular, es que en el campo económico su legado es lo que vemos hoy en día una economía basada en la renta petrolera que cada día es menor, un control de cambios que ha distorsionado la economía, un gobierno que no tuvo la previsión de ahorrar cuando podía para enfrentar el momento en que los precios de los hidrocarburos cayeran en picada, una moneda devaluada, hiperinflación y escasez. No olvidemos que el ministro favorito y su principal asesor en materia económica fue Giordani, quien ahora quiere lavarse las manos de este desaguisado que tenemos.
En el terreno social, sin duda alguna, la población humilde se vio beneficiada por innumerables programas sociales llamados misiones que efectivamente elevaron el nivel de vida de los más humildes, por fin, fueron objeto de la atención del Estado y pudieron acceder al disfrute de la renta petrolera. Sin embargo, como dije anteriormente, este proceso no se hizo irreversible y con toda seguridad en esta época de crisis económica, el avance logrado se retrotraerá, y volveremos a niveles de pobreza de la IV República.
En el terreno político, el legado del Presidente Chávez fue la construcción de un partido político aluvional con muy poca claridad ideológica, al cual muchos se adhirieron por oportunismo. Hay que recordar que el señor Muller Rojas habló en algún momento de un nido de alacranes. Un partido cuya unidad dependía totalmente de la presencia del líder de la revolución, pero que al carecer de procesos internos de debate ideológico tiene una clara tendencia a la entropía.
Como se dijera en un encuentro de intelectuales en la que participó el famoso Monederos, el proceso revolucionario mostró una clara presencia del fenómeno del hiper- liderazgo del Presidente Chávez, algo que cayó muy mal al gobierno. La verdad es que el Comandante se acostumbró a mandar, nada raro por su formación militar, y el pueblo, en particular sus allegados se acostumbraron a obedecer obsecuentemente. Sin embargo, muchos se arrastraron servilmente ante la figura del Comandante, pero a sus espaldas hicieron negocios multimillonarios obteniendo el título de boliburgueses.
El Presidente Chávez llegó al poder gracias a un discurso que nucleó a buena parte de la clase media y los pobres, ese discurso hizo de la lucha contra la corrupción la piedra angular, por desgracia, en la práctica esto quedó en letra muerta; y es por eso, que hoy se habla de una fuga de capitales del orden de 250 mil millones de dólares.
¿Yo me pregunto cuántos de esos que hoy se rasgan las vestiduras por el legado del Comandante, no son los mismos corruptos que han saqueado las arcas del fisco nacional para su propio provecho?