Cambiar el mundo, es un desafío ético que pica a los revolucionarios cuando ven que los imperialistas están llevando el planeta a un límite de injusticia y que resuelven ese límite, con una injusticia mayor: el aniquilamiento humano. De ahí que los hombres, pueblos y Estados revolucionarios bajo agresión, para sobrevivir solamente les queda una disyuntiva: o se someten, o luchan unidos para cambiar el mundo.
Dado que sucumbir ha significado en la historia, por una parte, asumir los modos de vida naturales al imperialismo: el consumismo, las perversiones morales, el individualismo extremo, el racismo y menosprecio a los migrantes, promoción de odios étnicos, religiosos y culturales, y la corrupción. Por otra, ser aniquilado militarmente.
Los ejemplos históricos son actuales: Estados Unidos y la otan desintegraron Yugoslavia, destruyeron de Libia, Yemen y el pueblo Kurdo (para robar el petróleo y traficarlo, saquear las reservas financieras y los activos fijos y circulantes de los estados y derrumbar los gobiernos progresistas), ahora han convertido a El Salvador en un país de niños y jóvenes asesinos, el número 1 mundial en crímenes (con la ideología del control de los barrios por maras para la venta de drogas, ajuste de cuentas, cobro de rentas, monopolio de mini-empresas: panaderías, venta de cocaína, crack y mariguana, puestos en los mercados y ventas callejeras, etc.).
En los casos de los países referidos, los imperialistas primero implantan el caos social con la creación, asesoramiento y financiación de grupos de criminales y terroristas (Las “maras” y el Estado Islámico) que poco a poco van estableciendo un doble poder hasta controlar los puntos claves en los barrios y tener vida propia. Ya establecidos con sus redes, vulneran la sociedad civil y los Estados para luego arruinar los países y ponerlos al servicio de los intereses imperialistas y de los suyos propios.
A la sazón, vivir bajo las circunstancias que sufren los países mencionados, aunque considerando las diferencias en que se impone el sometimiento a cada uno de estos, nos lleva por lo mismo, a morir aniquilados; solamente que para unos, de una manera inmediata bajo el fuego inmensamente destructor de las bombas y para otros, de una forma enajenada y más prolongada.
La experiencia venezolana: “Un giro espectacular al mundo”
La experiencia revolucionaria venezolana, llevó a Chávez a plantearse la necesidad de darle un giro espectacular a la realidad: impulsar la revolución venezolana y buscar la integración latinoamericana, para que los países no sucumbieran y quedaran subyugados al imperialismo.
Chávez dijo en un discurso: “Si no le damos un giro espectacular al mundo, el mundo se va a acabar…
…Ninguno de los países de América Latina o Caribeña, es capaz de lograr su independencia por sí solo, ningún Estado nacional tiene hoy el poder suficiente para independizarse de los centros hegemónicos del mundo. Si era una realidad hace 200 años, repito, hoy mucho más que ayer, infinitamente mucho más que ayer, sólo unidos seremos libres. Pero no unidos por el mercado, esa es la unión de la desintegración, valga la redundancia, pero es que la propuesta, valga la contracción, si es antiética. Es absolutamente imposible que a través del mercado libre o del libre mercado nos integremos, ¡no! ese es el camino para la más completa desintegración a través de la competencia y el predominio del más fuerte sobre los más débiles. No es ese el camino, la propuesta que hizo el gobierno de los Estados Unidos hace más de diez años es absolutamente impracticable, inviable y la realidad lo ha dicho”.
Fuente: aporrea.org/06/07/2005/Discurso Presidente Hugo Chávez Frías 194 aniversario de la firma de Declaración de Independencia Por: Hugo Chávez F. | Miércoles, 06/07/2005 10:29 AM | Salón Elíptico del Despacho Presidencial Parlamentario. Martes, 5 de julio de 2005.
Hay que recordar también, que la revolución impulsada por Chávez agarró envión cuando comenzó a romper la inmunidad tributaria de las transnacionales y la oligarquía e incrementó gigantescamente el gasto social en “las misiones”. Y cuando Chávez, trabajó incansablemente en la creación de los organismos de integración regionales: ALBA, PETROCARIBE, PETROSUR.
Ahora, en estos tiempos de la política imperialista “del buen vecino” hay crisis económica, violencia social en Venezuela y un cuestionamiento público al rumbo que lleva el gobierno del presidente Maduro. ¿Se estancó la revolución?
Si el Estado venezolano obtienen colosales cantidades de dinero extraído de los trabajadores y la pequeña empresa, (el 34% del PIB) permitiendo que los usureros, los banqueros, los grandes empresarios, las oligarquías no paguen impuestos y que el gasto social sea del 31.58% del PIB esto da la impresión que, con el dinero recaudado al total de trabajadores y la pequeña empresa se financia el presupuesto para el gasto público, luego la pregunta simple que resulta es ¿Que se hace con el dinero proveniente de los hidrocarburos, del IVA, de los préstamos externos? ¡ES COLOSAL LA CANTIDAD DINERO¡
Es decir, ¿Se continúa con la inmunidad tributaria de la oligarquía y se ha abandonado el trabajo de integración latinoamericana?
¿Se continuará con lo que expuso Luis Britto García, allá por 2005?: “: en Venezuela no pagan impuestos quienes verdaderamente deben y pueden pagarlos...Paraíso fiscal para los ricos, infierno tributario para los trabajadores”
¿Estará aquí la causa de la crisis económica, de las huelgas de los obreros, de las tomas de las tierras y de los saqueos a supermercados?