Todavía estamos a tiempo de voltear la tortilla que se quema por la desidia que tienen por el bienestar de la Patria, muchos de los actuales dirigentes del proceso bolivariano. Y para que los intelectuales, que callan, los chistosos y los que viven del chisme y las descalificaciones, reflexionen sobre su conducta, que lo hagan ante un espejo, como lo aconsejo en su “Golpe de Timón” el Comandante Chávez, para ver si son capaces de mentirse a sí mismos; y el que después de esto no cambie, que el pueblo lo desoiga de inmediato y lo califique como estafador y lo juzgue con la indiferencia. Muchos se dan golpes de pecho y con gran seriedad te dicen que el socialista se reconoce porque habla con la verdad como Jesús, al que mantenemos por eso crucificado pero la verdad es que mienten y actúan con cinismo.
Quiero aclarar que entre los intelectuales a quienes hago y debemos hacer este llamado, no solo están los que vemos en pantalla presentando libros, que lo dicen todo pero que no los leen todos ni lo entienden todos; además, que hablan del pasado y el posible futuro pero nunca del ahora, del presente, del hoy, del café mañanero que no nos podemos tomar y que al llegar el turno de comprar un paquetico, después de una inmensa cola de cuatro horas se agotó y las esperanzas de tomarlo mañana se evaporan. Y esto es lo de menos para quien ama a la Patria y sabe que el socialismo es el camino, lo preocupante es no poder dar una respuesta esperanzadora a esa parte del pueblo que denigra del proceso, por culpa de quienes perdieron el rumbo de la Revolución Bolivariana.
En mi “Como lo veo lo escribo” N° 202, preguntaba ¿Es el pueblo culpable? Y lo decía porque muchos escritos se dedicaban a exculpar a los responsables de la administración pública con argumentos fácilmente refutables, algunos banales y otros poco creíbles. Pero ahora sé, que la culpa es de esos intelectuales que esparcen y mantienen esa culturización que impide la querencia por lo nuestro, al comandante Chávez, le reproche varias veces su búsqueda de ingenio en el extranjero, dando a entender que nuestros profesionales no estaban a la altura de los compromisos. Y si no creen en esta influencia y no aceptan que existe, nunca seremos verdaderamente libres y soberanos; sobraran los que digan que en esto hay algo de xenofobia y no es así, es simplemente que los venezolanos contamos con igual o mucha más capacidad que cualquiera de otra parte del mundo.
Necesitan pruebas de lo anterior, lean como una muestra algunos artículos escritos en Aporrea y díganme en cuáles resalta la filosofía bolivariana, el ejemplo de sus múltiples sabios y próceres o las enseñanzas de Ali Primera; y en cuantos y cuales no falta Marx, Lenin, Fidel o el Che Guevara. Nuestros intelectuales niegan a Bolívar porque no pueden concebir su ejemplo ético y humano; las fuerzas externas que nunca le perdonaran que los visionó como los que someterían al mundo en nombre de la libertad, seguirán con sus estrategias inmundas para mantenernos en esta ignorancia; utilizando la intriga y la adulancia, de las cuales el libertador nos alertó, y el materialismo, que hasta el momento mantiene dormido ese ser inteligente y virtuoso, que cuando despierta como Hugo Chávez, demuestra que es capaz de convertirse en un ejemplo para el mundo.
Quieren más pruebas visualicen por donde transiten de quién son las mayorías de las empresas, las industrias, panaderías, bodegas y baratijas; los dueños de los hoteles, laboratorios clínicas y tecnologías; y pregúntense porque el venezolano en su mayoría es dependiente de un mando extranjero, a tal punto que abundan como consejeros de los gobernantes de turno, propiciando que los recursos del estado sigan siendo chupados por los depredadores del mundo. Hace poco criticaron a Gordani, porque dijo que éramos el hazmerreír para los de afuera, ¡es que es mentira! reflexionen seriamente y pregúntense si con todo los recursos que nos ha dado la providencia se justifica la situación en la que nos encontramos; no solo económica, sino la ambiental, la delictiva y el irrespeto a la soberanía.
Una situación inmerecida y alertada por muchos de nosotros desde hace tiempo pero que no hemos tenido el alcance suficiente que obligue a enderezar el camino; y los que pueden, ustedes pueden ver cómo se comportan: mienten, ocultan, tergiversan las críticas y propuestas que amenacen su estatus o el mantenerse en el poder para seguir gozando de los privilegios; mientras que el pueblo sigue manejado y humillado por su desidia. Por eso clamo ¡Basta de hacerse cómplice y colaborar con los ineptos y con los que tratan que el pueblo mire para otro lado; para arriba, para abajo y nunca a la realidad que viene sufriendo cada día!
Hay varios ejemplos que nos ilustran al respecto y donde solo basta comparar las conductas y respuestas que dieron algunos compatriotas de altos cargos o no, intelectuales o no; cuando en el 2013, los opositores y después los coleados en el proceso, tomaron la controversia del Esequibo, como bandera para sus intereses particulares; otro ejemplo es la desaparición de Alcedo Mora, que encierra un sin número de casos como los de él; o el de las minas de Carbón, que contradicen los deseos del comandante Chávez; y los casos de corrupción dentro de la revolución, que significaba el paredón en Cuba y aquí obtienen la complicidad y el silencio de los que ostentan la justicia.
Estos cuatro ejemplos como tantos otros, nos muestran que el discurso apasionado de muchos de ellos hoy es una pobre actuación, un burdo engaño, para mantenerse en el poder; que la cruda realidad es que su amor por la Patria y su Pueblo no existe y por tal razón, nos obliga sin dilación a buscar por todos los medios el despertar de la ciudadanía para que deposite su fe en nuevos conductores socialistas, que nos devuelvan todo lo que Bolívar dejo siendo nuestro.
A todos aquellos intelectuales o no pero bolivarianos, revolucionarios y socialistas, les dejo como reflexión estos párrafos del comandante Chávez en su exposición del 20 de 0ctubre del 2012, conocida como el “Golpe de Timón”, la cual debería ser leída y entendida por todos los venezolanos, tarea, misión y objetivo de los intelectuales que luchan por el socialismo:
“Triste es que nos quedemos callados, para que no me llamen piedrero. Aquí no estamos de niños de segundo grado ni de la escuelita primaria, éste es el gobierno revolucionario de Venezuela, ratificado por un pueblo hace dos semanas, pero también muy criticado por un pueblo y con razones, y éstas son algunas de las razones: falta de eficiencia.”
“Otra crítica, y espero que nadie se sienta mal, no voy a nombrar a nadie, pero en estos días he estado viendo, como siempre, televisión. Veo algunos programas de nuestro canal, el canal de todos los venezolanos y seguimos aferrados a aquello que ya pasó, incluso dándole vocería a quienes casi no tienen nada que decirle al país, poniendo videos, que esta persona dijo tal cosa. ¿Será eso lo más importante en este momento? ¿Y la gestión de gobierno? ¿Por qué no hacer programas con los trabajadores?, donde salga la autocrítica, no le tengamos miedo a la crítica, ni a la autocrítica. Eso nos alimenta, nos hace falta.”
Esta nota ha sido leída aproximadamente 2090 veces.