Voy a darle el beneficio de la duda al “dirigente”, hasta ayer oposicionista: Ricardo Sánchez, hoy candidato por lista del PSUV, toda vez que creo en el arrepentimiento; aun cuando el zorro es zorro, aunque largue el pelo. No sorprendió a nadie la presencia de este ilustre suplente de María Corina -violencia- Machado, durante el abanderamiento de los postulados y postuladas en el teatro Teresa Carreño, el pasado lunes, por parte de mi presidente, Nicolás Maduro; toda vez que firmó el cuadernillo en el que se le exige a Obama que derogue el decreto que somos una “amenaza y inusual” para la seguridad de los Estado Unidos, Sánchez también se pronunció a favor de Diosdado Cabello durante los ataques de los que fue víctima por parte de ABC (España), El Nacional, Tal Cual y La Patilla (Venezuela), por su presunta conexión con el cartel de Juárez; igualmente este simpático y joven político -venido de la presidencia de Federación de Centros Universitario de UCV- marcó distancia con los electores escuálidos que lo apoyaron en su circuito, Chacao-Baruta-El Hatillo; sin embargo hay varias consideraciones que debemos tomar en cuenta, uno: cuando Judas vendió a su maestro Jesús Cristo, terminó suicidándose tras un ataque de conciencia, Cuando Ismael -salta talanquera- García se pasó a la Mesa de la Ultra Derecha, MUD, se convirtió en el más antipatriota y descarnado enemigo de la revolución y cuando Williams Ojeda de ¿Cuánto vale un Juez?, se unió a las filas del chavismo, su discurso encendido a favor de las grandes mayorías, se apagó.
No estoy diciendo que el ahora “rojo rojito” Ricardo Sánchez se va a suicidar o que se convertirá en el caza brujas de los oposicionistas más versátil y audaz, tampoco digo que su verbo encendido se extinguirá, pero me hace ruido su anexión al chavismo. Entiendo y así lo ha dicho Maduro y Cabello, que “Venezuela se construye sumando, no restando”, pero en ocasiones hay gente que su sola presencia, resta y estoy seguro que ese es el caso de Ricardo Sánchez, entiendo también que la línea es votar por los candidatos y candidatas del PSUV y el Gran Polo Patriótico -suerte para mi que voto en Araure y por Francisco Torrealba- porque si me tocara sufragar donde él y su grupo: Carlos Vargas y Avelino Álvarez, fuesen los aspirantes, ay mi madre que mi comandante eterno, Hugo Chávez me agarre confesado.
El huracán de la revolución a su paso arrastra y a veces suelta, recoge y bota, así son los tornados y en el ámbito político cuartorrepublicano, “dormimos con allegados y amanecemos con otros”, según Luis Herrera Campins, el punto es que la aceptación de Sánchez y su combo, a las filas de Partido Socialista Unido de Venezuela, así como cualquier otro oposicionista disfrazado de rojo, que aspire a cargo de elección popular, o a puesto de mando, debe experimentar el ojo escrutador y la lupa de la revolución. El único chavista puro fue Hugo Chávez, los demás tuvimos nuestras conexiones con partidos de izquierda, en mi caso con el Partido Comunista en Barquisimeto (El Ujano), lo que quiero decir, es que parte de la revolución se nos ha ido de las manos por dejar entrar gente que no tiene conciencia de clase, ni conciencia social, pero que en muchos casos han fundado partidos políticos, otros portan uniformes militares con charreteras de estrellas y ramas de olivo y otros simplemente halan (jalan) bolas.
Hago la salvedad que no conozco personalmente y ni de trato a Sánchez y a ninguno de sus “compinches”, lo que se de él y de su desempeño como dirigente opositor es lo que los medios de difusión publican, de allí mi apreciación hacia su persona. Es igual lo que pasó con el periodista y exalcalde de Araure, en el estado Portuguesa, Armando Rodríguez, quien después de fundar un partido: Asociación Revolucionaria del Municipio Araure y Nueva Doctrina Orientadora, se sumó a las filas de Podemos y ahora en este momento pocos saben dónde está, según en el Instituto Nacional de Deporte. Tampoco tengo nada contra él, ojo, es cuestión de analizar quienes salen y quienes recoge el huracán.